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En los brazos del padre

Mientras se preparaba para grabar, Peter Gabriel había leído Bedlam And Part Way Back, una antología de la primera colección de poemas de Anne Sexton, una herética poetisa. Por Eduardo Porretti

  • ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL

10/05/2020 07:00 pm

Eduardo Porretti

¿Es Mercy Street la canción más triste de la historia de la música? No lo sabemos. Estamos en 1986 y Peter Gabriel ya había fundado Génesis, había difundido -como Paul Simon- lo que se llamó World Music y había desplegado una épica carrera solista, ofreciendo una las más complejas obras musicales, superando las limitaciones del rock -combinando folclore internacional en su música y teatro en sus performances- en una fusión exquisita. 

Ese año, en el discreto estudio de su casa, Gabriel graba So, el primer álbum no epónimo y el quinto trabajo solista desde su abandono de Génesis. Había estado buscando nuevos sonidos con un sintetizador Fairlight CMI, con intensas sesiones de sampling. Buscaba un material intermedio entre el pop y el sonido experimental que preparó para la banda de sonido de la película Bird



Peter Gabriel armó entonces un set con canciones más sencillas, mezclando pop, soul y rock, junto con sonidos tradicionales de varios países africanos y de Brasil. El resultado fue notable: un álbum magnífico, con canciones inolvidables (Don't Give Up, Big Time, In Your Eyes, Red Rain) que ganaron tantos premios como reconocimiento en el mundo de la música y la cultura pop.

Mientras se preparaba para grabar, Gabriel había leído Bedlam And Part Way Back, una antología de la primera colección de poemas de Anne Sexton, una herética poetisa estadounidense. Sexton había sacudido el mundo literario anglosajón en la década de los ´60. Su estilo de escritura intimista y el abordaje de temáticas tabúes (menstruación, aborto, adulterio) establecieron un modelo moderno de poesía confesional. 

El trabajo de Sexton empezó a alternarse con internaciones por su inestabilidad emocional, dimensión que -lejos de ocultarse- era siempre convocada y exhibida en su creación. Sus publicaciones -en The New Yorker, Harper's Magazine y Saturday Review- eran tan confesionales y polémicas como exitosas. Mientras su creatividad alcanzaba los picos más altos, los episodios depresivos –propios de un severo desorden bipolar- fueron seguidos de alcoholismo, crisis maníacas y recurrentes intentos de suicidio. 

Sin embargo, gracias a un talento desbordado, todo ese descarnado dolor se tornaba material creativo: ante el suicido de Sylvia Plath –su amiga, compañera de escritura y con una historia similar- escribe Sylvia´s death, un texto de tono abrumadoramente confesional que muestra su propio apetito por la muerte, publicado en una colección de poemas –Live or die- que ganara el Pulitzer en 1966.

Al visitar a un cura católico para que le administre los últimos ritos y poder suicidarse en paz, éste le asegura: God is in your typewriter. Así, Sexton escribe un magnífico texto llamado The Awful Rowing Toward God, una literatura tan obsesionada con la muerte y la trascendencia que fue publicada junto a otros poemas póstumos bajo el título de The Death Notebooks. Su inestabilidad mental y emocional no le dan respiro: no sólo entra y sale de clínicas psiquiátricas sin mejoría sino que maltrata a su hija Linda Gray Sexton. 

Entre tanto desasosiego y luego de años de obsesiva revisión, Sexton publica en 1969 45 Mercy street, un extraordinario poema donde convoca a todos sus demonios: su vida familiar, la religión, escenas múltiples de su mente inagotable y sus sueños de liberación, esperando el auxilio a su padre. Con un coraje endemoniado, escarba en su vida y en la de todas las mujeres, describiendo con total lucidez la áspera belleza de la cotidianeidad femenina: I open my pocketbook, as women do, and fish swim back and forth, between the dollars and the lipstick. Pero Sexton no puede más: el 4 de octubre de 1974 se suicida.



Fuera de la lista de éxitos de So, Peter Gabriel graba un delicado tema, que termina, discretamente, en el lado B del álbum. La canción está imbuida de los sonidos de forró, una tonalidad propia del folclore brasileño profundo, con el que Gabriel venía de experimentar en un reciente viaje a Río de Janeiro. 

Se trata de Mercy street -la relectura de Gabriel del texto de Sexton- y tiene una belleza inenarrable, describiendo casas, calles y personas, logrando una canción que navega bajo una delicada percusión y unas guitarras apenas audibles. Gabriel canta en una voz tan quebradiza que sólo lograba alcanzar al despertar, haciendo su propio coro en un tono una octava más grave. La composición es accidentalmente grabada un 10 % más lento de la versión original: el efecto es de una melancolía hipnótica.

Looking for mercy
In your daddy’s arms
Mercy, mercy, looking for mercy
Anne, with her father is out in the boat
Riding the water
Riding the waves on the sea

Esta es la historia de un delicado acto de belleza: la canción de Peter Gabriel, en homenaje al dolor de Anne Sexton, que -como muchas niñas viviendo bajo una pesadilla- esperan que los brazos de su padre la rescaten del horror y la melancolía, para llevarlas en un bote, a salvo, rumbo al mar de la serenidad.


Sobre Peter Gabriel
https://www.youtube.com/watch?v=DYw9UrsFJa4





Sobre Anne Sexton



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