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La presión por caso Khashoggi vuelve sobre Arabia Saudí pero Trump la desoye

El presidente estadounidense, Donald Trump, pareció ignorar el llamado del Congreso a pronunciarse sobre el papel del príncipe heredero de Arabia Saudí en el asesinato de Jamal Khashoggi

  • AFP

09/02/2019 05:30 am

Washington.- El presidente estadounidense, Donald Trump, pareció el viernes ignorar el llamado del Congreso a pronunciarse sobre el papel del príncipe heredero de Arabia Saudí en el asesinato de Jamal Khashoggi, en momentos en que la presión internacional aumenta sobre el reino, pero también sobre Washington.

Teóricamente, Trump tiene plazo hasta este viernes para apuntar y castigar a los responsables de la muerte del periodista saudí, asesinado y desmembrado a principios de octubre en el consulado de su país en Estambul por un comando llegado de Riad, citó AFP.

Esta fecha límite fue impuesta por los senadores demócratas y republicanos, quienes activaron el 10 de octubre una ley que otorga 120 días al inquilino de la Casa Blanca para que tome una decisión.

Sin embargo, su administración no tiene intención de acatarla, teniendo en cuenta que ha estado haciendo todo lo posible para preservar una alianza que se considera esencial, aunque este asunto ha empañado profundamente la imagen de los líderes saudíes.

Estados Unidos ya sancionó a 17 funcionarios saudíes a mediados de noviembre, expresó el jueves el portavoz de la diplomacia estadounidense Robert Palladino, aunque indicó que no tenía "nada que agregar" a esto.

Los senadores detrás de este movimiento sobre el caso afianzaron más tarde su solicitud al presidente Trump, reclamando que se pronuncie "específicamente", y aún este viernes a más tardar, sobre la responsabilidad del príncipe heredero Mohamad bin Salmán en este sonado caso.

Pero el gobierno de Trump afirma que no tiene pruebas convincentes de la participación directa del joven y poderoso líder saudí, aunque los senadores, después de haber sido informados en el otoño boreal de los hallazgos de la CIA, aseguraron que habían logrado un espaldarazo a su desafío frente al gobernante apodado "MBS".

Este mismo viernes, el gobierno de Arabia Saudí se pronunció claramente y lanzó una advertencia: MBS "no está involucrado" y culparlo es cruzar "una línea roja", dijo el ministro de Estado para Asuntos Exteriores, Adel Al Jubeir.

"Cualquiera que piense que puede dictar lo que tenemos que hacer, lo que nuestros líderes deben hacer, es ridículo", dijo a la prensa en Washington.

Diálogo de sordos

En un diálogo de sordos entre las dos ramas del poder estadounidense, el Ejecutivo parece decidido a superar este delicado plazo.

Sin embargo, el límite coincide con nuevos acontecimientos vergonzosos para el príncipe. Riad siempre ha negado su participación en el asesinato, implicando a funcionarios de menor rango, presentados como "incontrolados" y actualmente compareciendo ante un tribunal saudí.

Según el New York Times, Mohamad bin Salmán había dicho un año antes del asesinato a un asesor cercano, Turki Al Dakhil, que usaría "una bala" contra el periodista si no regresaba a Arabia Saudita y no controlaba sus críticas al régimen. Esta conversación fue interceptada por la inteligencia de Estados Unidos, que repasó varios años de llamadas telefónicas y de mensajes SMS de autoría del príncipe, informa el diario.

Mientras tanto, el relator especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales afirmó el jueves tener "pruebas" de que el asesinato del periodista, cuyo cuerpo aún no se había encontrado más de cuatro meses después del incidente, fue "planeado" y perpetrado por representantes del Estado de Arabia Saudí".

A la luz de estas nuevas revelaciones, la novia turca de Khashoggi dijo el viernes que esperaba un cambio de enfoque desde Estados Unidos. Al presentar un libro sobre la vida del periodista, Hatice Cengiz dijo que estaba lista para reunirse con el presidente Trump, quizás en marzo, pero con la condición de que cambie su "actitud".

En una conferencia de prensa en Estambul, con la voz intercalada con sollozos, añadió que confía más en el Congreso de Estados Unidos para "seguir este caso más de cerca".

En el Congreso norteamericano, los senadores de ambos lados han optado por no esperar una decisión hipotética de la Casa Blanca para presentar un proyecto de ley "coincidente con la fecha límite" sobre el papel de "MBS" en este sonado crimen.

Este texto apunta a prohibir ciertas ventas de armas a Arabia Saudita, debido al asesinato del periodista, pero también al papel controvertido de Riad en "el conflicto devastador en Yemen".

Para "impedir que el presidente Trump ponga bajo la alfombra el asesinato de Khashoggi", el Congreso estadounidense "ahora debe asumir sus responsabilidades", dijo el senador demócrata Bob Menéndez. Su colega republicano Lindsey Graham, a menudo cercano a las posiciones de Trump, acusó una vez más al príncipe heredero de ser "más que venenoso".
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