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Bolivia le entrega a Italia al prófugo comunista Cesare Battisti

Battisti, de 64 años, estaba prófugo desde el mes pasado cuando huyó de Brasil, donde había inicialmente hallado refugio bajo el gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.

  • AFP

13/01/2019 05:07 pm

Santa Cruz de La Sierra, Bolivia.- El exactivista italiano de extrema izquierda Cesare Battisti, capturado el sábado en Santa Cruz de La Sierra, fue entregado este domingo a las autoridades italianas en esa ciudad del este de Bolivia para ser trasladado directamente a Italia donde está condenado por homicidios durante acciones violentas en los años 1970.

Battisti, de 64 años, estaba prófugo desde el mes pasado cuando huyó de Brasil, donde había inicialmente hallado refugio bajo el gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, señaló AFP.

"Este súbdito italiano, será entregado por parte de Interpol Bolivia a Interpol Italia para ser trasladado en un vuelo enviado por las autoridades de Italia", anunció horas antes en rueda de prensa el ministro de Interior boliviano, Carlos Romero, en la sede de Interpol en Santa Cruz, confirmando un anuncio de Roma.

El jefe del Gobierno italiano Giuseppe Conte lo había adelantado poco antes, luego de mantener una conversación telefónica con el presidente brasileño, Jair Bolsonaro.

El avión con policías y miembros de los servicios secretos que el Gobierno italiano envió el mismo domingo para ir a buscar a Battisti aterrizó en Santa Cruz poco después de las 3:00 pm locales (19H00 GMT), constató la AFP.

Un rompecabezas para Morales

Una fuente del Gobierno boliviano había confirmado el domingo su captura la víspera por la policía en una calle de Santa Cruz.

Battisti, de 64 años, fue detenido el sábado a las 6:50 pm locales con "aliento alcohólico", detalló la fuente boliviana cercana a la investigación.

El italiano estaba en posesión de documentación brasileña, celular y tarjeta de crédito a su nombre. Desde entonces permaneció detenido en locales de Interpol en Santa Cruz.

Durante todo el domingo, el caso Battisti fue objeto de un intenso juego de ping pong político, judicial y diplomático entre Roma, La Paz y Brasilia a la hora de definir su suerte.

El ministro de Gabinete de Seguridad Institucional brasileño Augusto Heleno había asegurado horas atrás que, antes de ser enviado a Italia, Battisti haría una escala en Brasil.

Allí, el gobierno ultraderechista de Bolsonaro había prometido devolverlo como un "regalo" a Italia --donde también gobiernan los conservadores-- poniendo fin a una era de afinidad entre gobiernos de izquierda y activistas responsables de hechos de violencia durante los "años de plomo" de la guerra fría.

"Se acabó el picnic"

El diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del jefe de Estado brasileño, tuiteó el domingo que "Brasil ya no es tierra de bandidos".

"El 'regalito' está llegando", exultó. "Mi primer pensamiento es para las víctimas de este asesino... protegido por las izquierdas de la mitad del planeta. Se acabó el picnic", tuiteó por su parte el ministro del Interior italiano Matteo Salvini.

"Se hará finalmente justicia para las víctimas del terrorismo" reaccionó de forma más sobria el exjefe de gobierno italiano Paolo Gentiloni.

El caso de este exactivista vuelto a la clandestinidad tras vivir protegido por gobiernos de izquierda -primero en Francia y luego en Brasil- planteó una inesperada e incómoda disyuntiva al gobierno del también izquierdista Evo Morales de cara al reclamo italiano, entre darle refugio o expulsarlo.

Un rompecabezas que Morales -que buscará la reelección en octubre- optó por resolver entregándolo directamente a los italianos, sin conceder a la potencia vecina de ultraderecha la oportunidad de exhibirlo como trofeo de guerra.

El ministro de Justicia italiano Alfonso Bonafede explicó por otra parte que como Brasil no prevé cadena perpetua en su derecho penal, Italia había accedido a reducir su pena a 30 años de cárcel con la esperanza de recuperar al fugitivo.

Un compromiso jurídico que ya no corre si lo regresan directamente a Roma. Battisti, que había huido de Brasil en diciembre, fue ubicado "con certeza" en Bolivia la semana pasada, en Santa Cruz, donde fue preparada una operación con las autoridades locales, según el gobierno italiano.

Saga digna de novela

El italiano estaba prófugo desde que un juez de la Corte Suprema de Brasil emitiera el 13 de diciembre una orden de captura en su contra. Un día después el entonces presidente Michel Temer firmó la orden de extradición reclamada desde hacía años por Italia.

Exmiembro del grupo Proletarios Armados por el Comunismo (PAC) durante los "años de plomo" en Italia -marcados por atentados de organizaciones de derecha y de izquierda, entre ellas las Brigadas Rojas-, Battisti fue juzgado en ausencia en 1993 y condenado a perpetuidad por cuatro homicidios y complicidad en otros asesinatos a finales de los años 1970.

Vivió 15 años exiliado en Francia, protegido por el gobierno socialista de Francois Mitterrand, donde se convirtió en un exitoso autor de novelas policiales.

Tras una estadía en México regresó a Francia pero en 2004 se vio obligado a partir de ese país, refugiándose clandestinamente en Brasil, antes de ser detenido en Rio de Janeiro en 2007.

En 2010, el presidente de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva negó su extradición a Italia tras un largo proceso judicial con una estadía en la cárcel.

En el último día de su mandato, Lula le otorgó el estatuto de refugiado político.

Durante la etapa brasileña de su saga digna de una novela -que como la del Che Guevara tuvo epílogo en Bolivia-, Battisti se casó con una brasileña, con quien tuvo un hijo en 2013.

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