Bolsonaro y Haddad son también los más rechazados
Bolsonaro tiene un el 32% de los apoyos, pero es rechazado al mismo tiempo por el 42% de los brasileños, por su parte Haddad, que alcanza el 23% del apoyo tiene un índice de rechazo de 37%.
Río de Janeiro, Brasil.- Son líderes en las encuestas, pero también los candidatos que más desconfianza generan en los electores: el ultraderechista Jair Bolsonaro y el izquierdista Fernando Haddad tienen, con un amplio margen, el mayor índice de rechazo de cara a las elecciones presidenciales de Brasil el domingo.
Bolsonaro, favorito para ganar la primera vuelta con el 32% de los apoyos, es rechazado al mismo tiempo por el 42% de los brasileños, según el último sondeo publicado en la noche del miércoles por la empresa Ibope, informó DPA.
El índice de rechazo de Haddad, que alcanza el 23% de los apoyos, se ubica en el 37%.
Datafolha, la otra gran encuestadora brasileña, situó los índices de rechazo incluso en el 45% (Bolsonaro) y el 41% (Haddad) en su último estudio publicado el martes.
Las cifras confirman un escenario de creciente polarización en las elecciones de Brasil, consideradas como las más inciertas para el gigante sudamericano desde el final de la dictadura militar en 1985.
Bolsonaro, calificado como el "Donald Trump brasileño" por su agresivo discurso populista, genera fuertes rechazos en parte de la población por mensajes vistos como racistas, misóginos y homófobos.
El exmilitar de 63 años es considerado por muchos observadores como una amenaza para la joven democracia brasileña.
Haddad, sin embargo, no ha conseguido beneficiarse del todo de ese rechazo.
La candidatura del discípulo del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva está lastrada por el fuerte rechazo de muchos votantes a su Partido de los Trabajadores (PT), debido a los escándalos de corrupción en que estuvo implicado durante sus 13 años en el poder (2003-2016).
Haddad se disparó en las encuestas tras ser designado en septiembre candidato en lugar de Lula, inhabilitado para postular porque cumple desde abril una pena de 12 años de cárcel por corrupción.
Pese a la condena, Lula tiene aún fuertes apoyos entre las clases más pobres por los programas sociales de sus dos Gobiernos (2003-2010).
Con el despegue de la popularidad de Haddad en parte del electorado, también subió, sin embargo, el rechazo al candidato, con un aumento de 20 puntos porcentuales en los sondeos de Datafolha desde mediados de agosto (del 21 al 41%).
Se prevé que el próximo presidente de Brasil será elegido en una segunda vuelta el 28 de octubre, en una disputa muy ajustada entre Bolsonaro y Haddad.
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