Las conversaciones indirectas entre el movimiento palestino Hamás y el Gobierno de Israel comenzaron el fin de semana en Doha, Catar, al mismo tiempo que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, viajaba a Washington para reunirse con el presidente de EEUU, Donald Trump.

El objetivo de las negociaciones es lograr un cese el fuego tras 21 meses de asedio israelí contra el enclave palestino y un acuerdo para liberar a los prisioneros israelíes a cambio de prisioneros palestinos.

Por la mañana de este 7 de julio, un funcionario palestino dijo a la prensa internacional que, hasta el momento, las partes no lograron "ningún avance en la sesión de negociaciones de la mañana", pero afirmó que continuarán. Otra fuente cercana a Hamás precisó que las conversaciones se reanudarán por la tarde.

La víspera, antes de abordar su avión rumbo a Estados Unidos, Netanyahu aseveró que su reunión con Trump "definitivamente [puede] ayudar a avanzar" en las negociaciones. Además, aseguró que envió un equipo a Catar con "instrucciones claras" para alcanzar un acuerdo "bajo las condiciones acordadas".

Previamente, Dmitri Gendelman, asesor del premier israelí, tildó de "inaceptables" los cambios propuestos por Hamás para alcanzar una tregua con Israel. Dichos cambios, según informó The New York Times, plantean el cumplimiento de la entrega de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, la garantía de que el armisticio llevará a un cese permanente de la guerra en la región y la distancia a la que se retirarán las tropas israelíes de sus posiciones actuales en el enclave.