Las autoridades del sector eléctrico en España han identificado el origen del gran apagón que afectó al país, el pasado 28 de abril: El "mal funcionamiento" de una planta fotovoltaica en la región de Badajoz, cerca de la frontera con Portugal, y de la que el Estado es el mayor accionista con el 20 %, informa la prensa local.

Aunque aseguran saber exactamente cuál fue la instalación responsable, no han revelado su nombre por motivos de "confidencialidad". En rueda de prensa, la presidenta de la operadora Red Eléctrica, Beatriz Corredor, negó que la empresa tuviera la culpa directa del evento y adelantó que ese veredicto será emitido por la Justicia o la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Por su parte, la vicepresidenta Tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, dijo el martes que el apagón tuvo un origen multifactorial, con una cadena de fallos que incluyó sobretensiones, oscilaciones anómalas y desconexiones indebidas en el sistema eléctrico.

El juez de la Audiencia Nacional de España, José Luis Calama, fue quien decretó la investigación sobre un posible sabotaje informático en relación al apagón en la red eléctrica española a finales de abril, que afectó a todo el territorio de la península ibérica.

La decisión fue en respuesta a una petición de la Fiscalía, recogen medios locales. Según el magistrado, la decisión busca "prevenir una situación que pueda comprometer de forma grave el resultado de la investigación".

"Pues solo así se podrá impedir que el conocimiento del resultado de las diligencias a acordar pueda dar ocasión a interferencias o manipulaciones dirigidas a obstaculizar la investigación y frustrar sus objetivos, teniendo presente la posible existencia de información sensible que pudiera comprometer la seguridad de servicios esenciales", explicó.