Cuando se conmemoran en Estados Unidos cinco años del asesinato de George Floyd como resultado del abuso policial en Minneapolis, el presidente Donald Trump ordena eliminar medidas clave de supervisión policial además de invalidar las investigaciones por mala conducta.

A pesar de que las investigaciones del caso arrojaron que los departamentos de policía de Minneapolis y Louisville, Kentucky violaban sistemáticamente los derechos civiles de personas negras, la administración Trump anunció que pone fin a los esfuerzos para lograr acuerdos de supervisión federal sobre esos cuerpos policiales.

“La microgestión federal de las policías locales debería ser una excepción poco común, no la norma”, declaró Harmeet Dhillon, fiscal general adjunta a cargo de la División de Derechos Civiles del Departamento. Añadió que el control de las fuerzas policiales debe recaer en las comunidades, no en burócratas no electos.

A cinco años del brutal asesinato

Este domingo, se cumplen cinco años de la muerte de George Floyd, un hombre negro asesinado por el agente blanco Derek Chauvin, quien se arrodilló sobre su cuello mientras Floyd suplicaba repetidamente que no podía respirar. El asesinato de Floyd, junto con el de Breonna Taylor, quien murió por disparos de la policía de Louisville durante la ejecución de una orden de registro sin previo aviso, desató protestas mundiales contra el racismo sistémico en la actuación policial, durante el último año del primer mandato del presidente republicano Donald Trump.

Los alcaldes de Minneapolis y Louisville han asegurado que continuarán aplicando las reformas pactadas en los acuerdos federales a pesar de la decisión del Departamento de Justicia.