Reinas católicas podrán vestir de blanco durante entronización de León XIV
Este gesto simboliza no solo una deferencia histórica, sino también una continuidad en la relación entre la Iglesia y ciertas monarquías
El privilegio del "blanco" para las reinas católicas al visitar al Papa es una tradición arraigada más que una norma protocolaria estricta. Su origen se vincula con el reconocimiento a las casas reales que permanecieron fieles a la Iglesia católica en tiempos de cambios religiosos en Europa. Aunque no existe documentación oficial del Vaticano que regule esta excepción, su aplicación se ha mantenido a lo largo de los años.
Según el protocolo vaticano, las mujeres deben vestir de negro en audiencias papales, con atuendos discretos que cubran brazos y piernas. Sin embargo, algunas reinas católicas (como las españolas, belgas, monegascas y luxemburguesas) gozan del privilegio de presentarse de blanco, incluyendo la mantilla en el caso de España. Este gesto simboliza no solo una deferencia histórica, sino también una continuidad en la relación entre la Iglesia y ciertas monarquías.
La reina Letizia, por ejemplo, estrenó el blanco en 2014 en su primer viaje oficial al Vaticano tras su proclamación como reina. Su suegra, la reina Sofía, también ha utilizado este atuendo en diversas ocasiones, como canonizaciones y ceremonias pontificias, incluso acompañando la mantilla con peineta en eventos solemnes.
No obstante, en funerales papales, el protocolo exige que todas las asistentes (incluidas las reinas con este privilegio) vistan de negro. Asimismo, aunque es una práctica consolidada, hay registros de excepciones y errores protocolares, como el caso de Cherie Blair en 2006, quien acudió de blanco sin pertenecer a una familia real católica.
Aunque sin un fundamento legal escrito, el "privilegio del blanco" continúa siendo una distinción simbólica en el marco de las tradiciones vaticanas y la historia monárquica europea.
Según el protocolo vaticano, las mujeres deben vestir de negro en audiencias papales, con atuendos discretos que cubran brazos y piernas. Sin embargo, algunas reinas católicas (como las españolas, belgas, monegascas y luxemburguesas) gozan del privilegio de presentarse de blanco, incluyendo la mantilla en el caso de España. Este gesto simboliza no solo una deferencia histórica, sino también una continuidad en la relación entre la Iglesia y ciertas monarquías.
La reina Letizia, por ejemplo, estrenó el blanco en 2014 en su primer viaje oficial al Vaticano tras su proclamación como reina. Su suegra, la reina Sofía, también ha utilizado este atuendo en diversas ocasiones, como canonizaciones y ceremonias pontificias, incluso acompañando la mantilla con peineta en eventos solemnes.
No obstante, en funerales papales, el protocolo exige que todas las asistentes (incluidas las reinas con este privilegio) vistan de negro. Asimismo, aunque es una práctica consolidada, hay registros de excepciones y errores protocolares, como el caso de Cherie Blair en 2006, quien acudió de blanco sin pertenecer a una familia real católica.
Aunque sin un fundamento legal escrito, el "privilegio del blanco" continúa siendo una distinción simbólica en el marco de las tradiciones vaticanas y la historia monárquica europea.
Con información de Agencias
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