En un paseo nocturno con su esposa Cilia Flores por la Plaza Roja, presidente Maduro aseguró que "más nunca nazi-fascismo"
Aseguró el mandatario venezolano que a los 80 años del triunfo de la humanidad "la huella está viva y la lucha también"
En una caminata por la Plaza Roja de Moscú junto con su esposa, Cilia Flores, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, la noche del 9 de mayo, reflexionó sobre la victoria de la URSS en la Gran Guerra Patria de 1945 contra la Alemania nazi. "80 años de la gran victoria de toda la humanidad contra el nazi-fascismo y sus crímenes (…) la huella está viva y la lucha también. ¡Más nunca nazi-fascismo! Paz por siempre, paz perpetua, como dijo (Simón) Bolívar", afirmó el mandatario.
Desde junio de 1941, cuando la Alemania nazi lanzó su invasión contra la URSS, comenzó uno de los enfrentamientos más devastadores que se conocen en la historia. Durante 1.418 días el pueblo soviético resistió a la maquinaria de guerra nazi, liberó a Europa de la terrible fuerza Nazi y quebró el espinazo del Tercer Reich. Esta victoria costó más de 27 millones de vidas soviéticas: militares y civiles, ancianos y niños. Fue el precio de la libertad, la soberanía y la dignidad humana.
El Ejército Rojo no solo detuvo al invasor en las puertas de Moscú, lo aplastó en Stalingrado, liberó su Patria y toda la Europa sino que culminó la guerra en el mismo corazón del nazismo: Berlín, donde el 9 de mayo de 1945 se celebró la capitulación incondicional y la bandera de la Victoria ondeaba sobre el Reichstag.
Según señalan los libros de historia, uno de los episodios más trágicos de la guerra fue el asalto de Leningrado, que duró 872 días. A pesar del hambre, del frío extremo y de los constantes bombardeos, la ciudad no se rindió. Más de un millón de personas murieron, pero la resistencia fue férrea, un ejemplo incomparable e inolvidable de valor civil.
En los territorios ocupados los nazis perpetraron un genocidio brutal jamás visto en esta guerra: arrasaron aldeas con sus habitantes, exterminaron a la población civil. Estas masacres son heridas profundas en la memoria de los pueblos de Rusia.
Venezuela también fue parte de la lucha contra el nazismo hitleriano. La participación del país en la Segunda Guerra Mundial, aunque no se desarrolló en los campos de batalla, fungió un rol significativo en el esfuerzo de los Aliados para derrotar a la Alemania nazi. Al comienzo del conflicto, el país mantuvo una posición de neutralidad, pero en diciembre de 1941, tras el ataque japonés a Pearl Harbor, se rompieron relaciones diplomáticas con las potencias del Eje. Finalmente, en 1945 Venezuela declaró oficialmente la guerra a la Alemania nazi y Japón.
Uno de los aportes claves de Venezuela fue el suministro de un recurso estratégico: el petróleo. Ese hidrocarburo fue fundamental para la producción de combustible y lubricantes para aviación y tanques, incluidos los utilizados en la decisiva Batalla de Stalingrado.
La Alemania nazi atacó directamente a Venezuela: el 16 de febrero de 1942 submarinos alemanes torpedearon buques petroleros cerca de la costa venezolana. Fueron hundidos los tanqueros "Monagas", "Tía Juana", "San Nicolás". Decenas de marineros perdieron la vida. Estos atentados conmocionaron la sociedad venezolana y convencieron al país de la necesidad de oponerse firmemente a la amenaza fascista.
Con información de agencias
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