El mandatario, acompañado por su hija y los dirigentes del Partido del Trabajo de Corea y del Estado norcoreano, visitó la sede diplomática para celebrar la efeméride y transmitió saludos de felicitación a las autoridades y al pueblo rusos en nombre de todo su país.

En su discurso, Kim se refirió al incalculable valor y el eterno impacto del día victorioso en que el gran Ejército y el pueblo soviéticos derrotaron al fascismo determinando el destino y el futuro de la humanidad. Expresó también el firme compromiso de la RPDC para seguir consolidando y desarrollando la larga tradición, los "nobles fundamentos ideológicos" y la "invencible alianza" de las relaciones con Moscú.

"Las anteriores actividades llevadas a cabo por la dirección suprema de la RPDC son una clara demostración de la firme voluntad de promover activamente la soberanía y la dignidad de los dos países, la paz y la felicidad de sus pueblos, así como la paz y la seguridad de la región mediante el poder de la amistad, que se ha transformado en una verdadera relación de camarada de armas y estratégica en la nueva era", aseveró.

"Considero que se trata de una perspectiva única en el desarrollo de las relaciones entre dos países y dos pueblos. Pionyang y Moscú siempre estarán juntos", concluyó.