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El Vaticano aislará el cónclave: Apagará la red móvil y requisará los teléfonos de cardenales

Este apagado afectará a todo el territorio del Estado de la Ciudad del Vaticano

  • Diario El Universal

06/05/2025 09:01 am

El Vaticano desactivará su red de cobertura de telefonía móvil en todo su territorio y requisará los teléfonos de los cardenales para blindar el cónclave que elegirá desde este miércoles al sucesor del difunto papa Francisco.

La Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano comunicó este lunes a todos sus residentes y trabajadores que “desactivará todas las instalaciones de transmisión de la señal de telecomunicaciones celulares y de radio”.

Este apagado afectará a todo el territorio del Estado de la ciudad del Vaticano, 0,4 kilómetros cuadrados en el centro de Roma, y comenzará a partir de las 15.00 hora local (13.00 GMT) del 7 de mayo.

La decisión ha sido tomada para garantizar la “seguridad de las actividades para la elección del sumo pontífice” y, de hecho, la señal no volverá hasta que no se designe un nuevo papa.

Los 133 cardenales electores se encerrarán desde este miércoles por el día en la Capilla Sixtina para votar en el cónclave a un sucesor de Francisco, mientras que pasarán la noche en edificios del Vaticano como la Casa de Santa Marta y alguna otra dependencia.

Para evitar injerencias, el cónclave deberá transcurrir con total secretismo y discreción y los purpurados no podrán revelar lo tratado en las reuniones a puerta cerrada ni abandonar el estado vaticano o comunicarse con personas ajenas a este proceso.

El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, explicó en una rueda de prensa que los cardenales deberán dejar sus teléfonos en Casa Santa Marta.

“Se les devolverá al final del cónclave”, puntualizó. En el pasado, el Vaticano puso en marcha un sistema de inhibición de frecuencias para impedir que la red móvil romana entre en su territorio.

Aunque, según explicó Bruni, esto no afectará a la Plaza de San Pedro, donde se espera la llegada de miles de fieles a la espera de la elección del nuevo papa. Para garantizar el secretismo, en estos días los técnicos de la Santa Sede han procedido a apagar las cámaras y sensores que normalmente custodian la monumental Capilla, además de cerciorarse de que no queda en su interior ningún instrumento que pueda grabar.

Tanto los cardenales como el personal asistente deben jurar discreción. Hoy lo ha hecho un centenar de asistentes al cónclave, desde los ayudantes de los purpurados a electricistas, fontaneros, enfermeros o personal litúrgico.

El juramento

Las disposiciones para la toma de juramento están establecidas en la ley vaticana.

San Juan Pablo II reescribió las normas sobre las elecciones papales en un documento de 1996 que sigue en gran medida en vigor, aunque el papa Benedicto XVI lo enmendó dos veces antes de renunciar en 2013. Él endureció el juramento de secreto, dejando claro que cualquiera que revele lo que sucedió dentro del cónclave enfrenta la excomunión automática.

En las reglas de Juan Pablo, la excomunión siempre fue una posibilidad, pero Benedicto XVI revisó el juramento que toman los asistentes litúrgicos y secretarios para hacerlo explícito, diciendo que deben observar “secreto absoluto y perpetuo” y abstenerse explícitamente de usar cualquier dispositivo de grabación de audio o video.

Ahora declaran: “Prometo y juro que, a menos que reciba una facultad especial otorgada expresamente por el pontífice recién elegido o por sus sucesores, observaré absoluto y perpetuo secreto con todos los que no formen parte del Colegio de Cardenales electores en relación con todos los asuntos directa o indirectamente relacionados con los votos emitidos y su escrutinio para la elección del sumo pontífice”.

“Del mismo modo, prometo y juro abstenerme de usar cualquier equipo de audio o video capaz de grabar cualquier cosa que ocurra durante el período de la elección dentro de la Ciudad del Vaticano, y en particular cualquier cosa que de alguna manera, directa o indirectamente, esté relacionada con el proceso de la elección misma”.

“Tomo este juramento plenamente consciente de que una infracción del mismo incurrirá en la pena de excomunión automática reservada a la Sede Apostólica. Que Dios y estos Santos Evangelios, que toco con mi mano, me ayuden”.

Un llamado final para las víctimas

Mientras se llevaba a cabo el ritual del juramento, la comisión asesora de protección infantil del Vaticano instó el lunes a los cardenales a priorizar el tema del abuso sexual del clero al elegir un nuevo papa, diciendo que la credibilidad misma de la Iglesia católica depende de la responsabilidad, la transparencia y la justicia para las víctimas.

La Comisión Pontificia para la Protección de Menores es un departamento del Vaticano creado por el papa Francisco para asesorar a la iglesia sobre las mejores prácticas para combatir el abuso. Compuesta por clérigos y expertos laicos, la comisión emitió un llamado a la oración a los cardenales que se reúnen en Roma esta semana antes de entrar en el cónclave el miércoles.

“Que ninguna preocupación por el escándalo oscurezca la urgencia de la verdad”, decía el texto. “Que ninguna consideración por la reputación impida nuestra responsabilidad primordial de actuar en nombre de aquellos que han sido abusados”.
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