Una nueva vida tras sortear con astucia y optimismo el trágico camino de la muerte en Auschwitz
En entrevista a El Universal el profesor Miguel Osers nos cuenta cómo su padre Harry Osers superó obstáculos para sobrevivir en el campo de exterminio más grande construido en Polonia por el régimen nazi
Reina Molina
EL UNIVERSAL
El mundo mantiene vigente el peor genocidio de la historia, y es por ello que el 1 de noviembre de 2005 la Asamblea General de las Naciones Unidas decretó el 27 de enero como Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto.
En Venezuela para honrar la valentía de los Justos entre las Naciones este año la asociación sin fines de lucro Espacio Anna Frank preparó actividades que se realizarán en varias ciudades del país.
Miguel Osers, hijo y nieto de sobrevivientes del Holocausto, y miembro del Comité Yad Vashem, conversó con El Universal sobre la experiencia de su padre Harry Osers en este trágico episodio de la humanidad, y cómo la visión de un Justo entre las Naciones marcó la historia de su familia.
-¿Podríamos resumirnos el paso de su padre por el Holocausto? ¿A qué edad fue trasladado? ¿Tiene otros familiares sobrevivientes del Shoá?

Regresó a su casa en Praga a finales de mayo de 1945. Entró a hacer el bachillerato y en 1949, el mismo día que obtuvo su título de bachiller, solicitó la visa para emigrar a Venezuela, a dónde llegó en octubre de 1949.


Pero en septiembre del año pasado, haciendo unas investigaciones para la colocación de los Stolpersteine (piedras del tropiezo), en frente de la última residencia elegida libremente por mi padre en Praga antes de ser deportado, nos informó que Nicolas Winton había ido a su casa para pedir que permitieran que mi padre fuera en uno de los trenes a Inglaterra, pero tratándose del año 38, la guerra no había comenzado y no estaban plenamente en vigencia las leyes raciales contra los judíos en Checoslovaquia, por ese motivo mi abuelo prefirió que la familia permaneciera unida.
- ¿Cómo su padre logró escapar de este genocidio?
Si le hubieras preguntado a mi padre él te hubiera contestado con otra pregunta '¿Qué hace una persona para ganar la lotería? Nada, tener suerte…' Él solía decir, 'pero a la suerte hay que ayudarla. Debía comprar un billete'.

Cuenta que su padre dedicó toda su vida a ser profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV). "Decía que esa era la mejor forma que consiguió para retribuirle a Venezuela todo lo que Venezuela le había ofrecido. Escribió más de nueve libros de Ingeniería y por sus manos o sus libros estudiaron más de 55.000 ingenieros en Venezuela. Más aún, le dio a Venezuela cinco profesores, ya que todos sus hijos y su nuera dieron clases en la Facultad de Ingeniería de la UCV", explica.
Cuando terminó el Gymnasium, (bachillerato) en Praga decidió salir de Checoslovaquia y le ofrecieron la posibilidad de emigrar a tres países: Cuba, Ecuador o Venezuela.
Definitivamente, aunque no mostraron directamente lo sucedido en Europa, siempre nos sentimos como una familia diferente a la de nuestros compañeros venezolanos.
El optimismo, la educación, los valores, principios, la verdad, el respeto hacia los demás, la convivencia, no hay papel suficiente para escribirlo. Por ello nos hemos dedicado a dar conferencias en colegios, universidades e instituciones en las que tratamos de transmitir a las nuevas generaciones lo sucedido durante el Holocausto.
EL UNIVERSAL
Este 2025 se recuerda que hace 80 años fue liberado el campo de concentración y exterminio nazi Auschwitz-Birkenau, donde más de un millón de personas murieron, pero otras miles encontraron una nueva oportunidad de vivir tras encontrarse a centímetros de la muerte.
El mundo mantiene vigente el peor genocidio de la historia, y es por ello que el 1 de noviembre de 2005 la Asamblea General de las Naciones Unidas decretó el 27 de enero como Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto.
Pero esta también es una ocasión para reconocer y honrar a los miles de no judíos que arriesgaron sus vidas para ayudar a salvar a las víctimas de la persecución y los crímenes por parte de los nazis y sus colaboradores.
En Venezuela para honrar la valentía de los Justos entre las Naciones este año la asociación sin fines de lucro Espacio Anna Frank preparó actividades que se realizarán en varias ciudades del país.
Miguel Osers, hijo y nieto de sobrevivientes del Holocausto, y miembro del Comité Yad Vashem, conversó con El Universal sobre la experiencia de su padre Harry Osers en este trágico episodio de la humanidad, y cómo la visión de un Justo entre las Naciones marcó la historia de su familia.
-¿Podríamos resumirnos el paso de su padre por el Holocausto? ¿A qué edad fue trasladado? ¿Tiene otros familiares sobrevivientes del Shoá?
Mi padre nació el 1 de mayo de 1929 en Praga, Checoslovaquia. En 1942 (cuando tenía 13 años) toda su familia (su padre, su madre y hermana) fueron transportados al Gueto Theresienstadt en Terezín, que originalmente era una fortaleza.

Después de 13 meses toda la familia fue conducida a Auschwitz-Birkenau, dónde sobrevivieron, tras una serie de azares y astucias, que incluyen una selección de Joseph Mengele, a trabajar con los polacos y los nazis.
Cuando se acercaba la liberación le tocó vivir una verdadera odisea, marchas a los campos de Mauthausen, Melk y Gunskirchen, donde consiguió la libertad solo en mayo de 1945, cuatro meses después de la liberación del campo de Auschwitz.
Regresó a su casa en Praga a finales de mayo de 1945. Entró a hacer el bachillerato y en 1949, el mismo día que obtuvo su título de bachiller, solicitó la visa para emigrar a Venezuela, a dónde llegó en octubre de 1949.
Con una vida de éxitos profesionales y un eterno optimismo hizo de Venezuela su segunda patria. Otros sobrevivientes fueron mi madre, abuela y abuelo que estuvieron en Terezín. En Checoslovaquia sobrevivieron unos tíos y primos.
Mi padre y mi madre no se conocieron en Europa. Al llegar a Venezuela los inmigrantes checos por lo general iban al club los Palos Grandes, hoy en día el Centro Catalán, fue ahí donde se conocieron, y cuando mi padre se graduó de Ingeniero Civil en la Universidad Central de Venezuela, se casaron".
Mi padre y mi madre no se conocieron en Europa. Al llegar a Venezuela los inmigrantes checos por lo general iban al club los Palos Grandes, hoy en día el Centro Catalán, fue ahí donde se conocieron, y cuando mi padre se graduó de Ingeniero Civil en la Universidad Central de Venezuela, se casaron".

Se conoce que más de 28 mil personas de 61 naciones y de decenas de profesiones salvaron de este genocidio a millas de personas. Uno de ellos fue Nicholas Winton, un corredor de bolsa británico que en 1938 decidió atender la invitación de un amigo de encontrarse en Praga, donde queda conmovido por la crisis de refugiados.
Con la determinación de ayudar, termina liderando una misión humanitaria clandestina para salvar a casi 700 niños judíos del asedio de los nazis, justo antes del estallido de la guerra.

El 27 de enero de 1945, las fuerzas militares soviéticas, el Ejército Rojo, liberaron el campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau. CORTESÍA
Precisamente el acto central del In Memoriam 2025 que prepara el Espacio Anna Frank es la proyección del largometraje La obra de Sir Nicholas Winton (2023) este lunes 27 de enero en el Sambil La Candelaria de Caracas ¿Cómo la visión y obra de Nicholas Winton marcó la historia de su familia?
En el año 2009 vi por primera vez un documental que se hizo en República Checa sobre su vida y obra. Como la de muchos Justos entre las Naciones, me impactó por lo que representó la valentía moral de las personas que resistieron contra el régimen nazi poniendo en riesgo su vida para ayudar a salvar judíos. No importa si se trataba de salvar 700 como Winton, 1.200 como Oskar Schindler, 2.500 como Irena Sendler, o como Wilhelm Hosenfeld el oficial alemán que salvó la vida a Władysław Szpilman "El Pianista" del gueto de Varsovia.
La medalla que reciben los Justos entre las Naciones en su nombramiento dice:
"Quien salva una vida salva al mundo entero"
"Quien salva una vida salva al mundo entero"
Pero en septiembre del año pasado, haciendo unas investigaciones para la colocación de los Stolpersteine (piedras del tropiezo), en frente de la última residencia elegida libremente por mi padre en Praga antes de ser deportado, nos informó que Nicolas Winton había ido a su casa para pedir que permitieran que mi padre fuera en uno de los trenes a Inglaterra, pero tratándose del año 38, la guerra no había comenzado y no estaban plenamente en vigencia las leyes raciales contra los judíos en Checoslovaquia, por ese motivo mi abuelo prefirió que la familia permaneciera unida.
Así que conocer esta historia y ver la película 'One Life' o 'La obra de Sir Nicholas Winton', tiene un gran impacto emocional en mí personalmente y en toda mi familia".
- ¿Cómo su padre logró escapar de este genocidio?
Si le hubieras preguntado a mi padre él te hubiera contestado con otra pregunta '¿Qué hace una persona para ganar la lotería? Nada, tener suerte…' Él solía decir, 'pero a la suerte hay que ayudarla. Debía comprar un billete'.
Él contaba que sobrevivió porque tuvo suerte, pero además tuvo el optimismo y la inteligencia para ayudar a la suerte. Estuvo siempre pendiente de lo que sucedía alrededor, si había una selección, cuando debía hacerse pasar por una persona mayor o cuando convenía hacerse pasar por un niño, cuando buscaban gente en una selección para enviarlo a la cámara de gas o para enviarlo a hacer trabajos. y regresar.
Si a él le preguntaban cuando terminaría la guerra hubiera dicho en tres meses, y al pasar los tres meses volvería a contestar, en tres meses, así era su optimismo, y finaliza contando que si el día anterior a su liberación le hubieran preguntado cuando sería la liberación, nuevamente había contestado en tres meses.
Esta combinación de astucia, atención y un inquebrantable espíritu optimista, es lo que lo condujo a sobrevivir a tan despiadado genocidio".

A los 13 años Harry Osers fue enviado junto a toda su familia a un campo de concentración en Terezín. CORTESÍA
Un amoroso recibimiento en Venezuela después de sortear la muerte
Miguel Osers nos relata que cuando su padre Harry llegó a Auschwitz y los nazis le tatuaron un número en el brazo: el 169086, "dejó de ser una persona, se le despojó del nombre, pasó a ser un número. De un ser humano pasó a ser una cosa".
Un amoroso recibimiento en Venezuela después de sortear la muerte
Miguel Osers nos relata que cuando su padre Harry llegó a Auschwitz y los nazis le tatuaron un número en el brazo: el 169086, "dejó de ser una persona, se le despojó del nombre, pasó a ser un número. De un ser humano pasó a ser una cosa".
Tras decidir que Venezuela sería su nuevo hogar, su padre "fue recibido con valores de igualdad, respeto y dignidad, volvió a sentirse que lo trataban como un ser humano. Incluso le dieron un nuevo número del cual siempre se sintió orgulloso. Su cédula de identidad venezolana".
Cuenta que su padre dedicó toda su vida a ser profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV). "Decía que esa era la mejor forma que consiguió para retribuirle a Venezuela todo lo que Venezuela le había ofrecido. Escribió más de nueve libros de Ingeniería y por sus manos o sus libros estudiaron más de 55.000 ingenieros en Venezuela. Más aún, le dio a Venezuela cinco profesores, ya que todos sus hijos y su nuera dieron clases en la Facultad de Ingeniería de la UCV", explica.
"Fue tanto el amor que tenían hacia Venezuela que su tumba es fácilmente reconocible en el cementerio aun sin ver los nombres. Son las únicas dos lápidas que llevan inscritas tres fechas. La fecha de nacimiento, la fecha en que llegaron a Venezuela y la fecha de su fallecimiento".
- ¿Cómo su padre decidió que Venezuela sería el país al que emigraría?
- ¿Cómo su padre decidió que Venezuela sería el país al que emigraría?
Cuando terminó el Gymnasium, (bachillerato) en Praga decidió salir de Checoslovaquia y le ofrecieron la posibilidad de emigrar a tres países: Cuba, Ecuador o Venezuela.
No conocía ninguno de esos países así que preguntó por cada uno de ellos y le mostraron unas postales de las playas de Cuba y Ecuador. Siendo que Checoslovaquia no tiene mar, preguntó por Venezuela, y le mostró una foto del Pico Bolívar con nieve. Ahí fue cuando dijo 'Venezuela es el que más se parece a Checoslovaquia, tiene montañas de nieve y lagos' así que decidió venir a Venezuela.
Aunque nunca mostró interés en regresar a Checoslovaquia, todos los fines de año íbamos en diciembre a Santo Domingo, Mérida, para ver las montañas nevadas y hacer excursiones por los bosques que le recordaban su infancia pre-guerra".
-¿Considera que la experiencia de su padre en el Holocausto influyó en la forma en que abordó su crianza?
Definitivamente, aunque no mostraron directamente lo sucedido en Europa, siempre nos sentimos como una familia diferente a la de nuestros compañeros venezolanos.
Notábamos una preocupación constante porque hubiera comida en la casa, por estar preparados como si tuviéramos que salir en cualquier momento, entre otras situaciones.
No fue sino hasta que mi sobrina Angie Osers, escribió un libro, El Jardín de Dorit, en el que recopiló una serie de preguntas que le hacía a mi madre y mi padre, que pudimos saber y comprender todo por lo que habían pasado, y entender por qué nos sentíamos tan diferentes a las familias de nuestros compañeros de colegio".
-¿Cuáles lecciones o valores importantes les transmitieron sus padres tras ese capítulo de sus vidas?
No fue sino hasta que mi sobrina Angie Osers, escribió un libro, El Jardín de Dorit, en el que recopiló una serie de preguntas que le hacía a mi madre y mi padre, que pudimos saber y comprender todo por lo que habían pasado, y entender por qué nos sentíamos tan diferentes a las familias de nuestros compañeros de colegio".
-¿Cuáles lecciones o valores importantes les transmitieron sus padres tras ese capítulo de sus vidas?
El optimismo, la educación, los valores, principios, la verdad, el respeto hacia los demás, la convivencia, no hay papel suficiente para escribirlo. Por ello nos hemos dedicado a dar conferencias en colegios, universidades e instituciones en las que tratamos de transmitir a las nuevas generaciones lo sucedido durante el Holocausto.
En ellas explicamos por qué sucedió el Holocausto, el testimonio de vida de mi padre y mi madre, cómo levantaron una familia después de todo por lo que pasó, cuáles son los traumas de la Segunda Generación de Sobrevivientes y cuáles son los aprendizajes y experiencias de la Shoá para la cultura venezolana actual".
@reina_a8
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