En varias cuentas de Twitter (ahora X) o TikTok ya se había visto a la joven, que siempre lleva falda corta negra y ropa ajustada, quitarse las bragas -de diferentes colores- frente a la cámara y dejarlas en una gasolinera, en la terraza de una cafetería, en una bandeja de una hamburguesería, en una floristería, o donde recoges tu compra en una máquina expendedora... A los usuarios parecía hacerles gracia.

Pero decidió hacer lo propio en la sección del pan de un Mercadona. El nivel de indignación de las redes sociales ha sobrepasado el límite después de esta afrenta.

No ha sido hasta la 'gracieta' del supermercado cuando el torrente en favor de la higiene y el decoro se ha desparramado a través de la fibra de alta velocidad.

"¿Hasta dónde puede llegar una persona para hacerse notar y viralizar algo?", se preguntan muchos.