Este lunes Pionyang condenó la actualización de los protocolos de disuasión militar de Corea del Sur y Estados Unidos aprobados durante la reciente visita del secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, a Seúl.

En un texto de la Cancillería norcoreana publicado por la agencia KCNA, se afirma que "los belicistas imperialistas estadounidenses y sus seguidores enmendaron la ‘Estrategia de Disuasión a Medida’ (TDS por sus siglas en inglés) cuyo objetivo es un ataque nuclear contra la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial de Corea del Norte)".

El escrito también crítica que Austin anunciara que el mecanismo para compartir en tiempo real datos sobre los lanzamientos de misiles norcoreanos entre Seúl, Tokio y Washington vaya a entrar pronto en funcionamiento.

Pionyang repudia las acciones de Seúl y Washington del último año, en el que ambos establecieron el llamado Grupo de Consulta Nuclear, "destinado a utilizar armas nucleares contra ella", organizado "agresivos ejercicios militares conjuntos a gran escala" y desplegado en la península portaaviones, submarinos y bombarderos, todos de tipo nuclear.

Parte del comunicado señala que "las Fuerzas Armadas de la República Popular Democrática de Corea están respondiendo a la nueva inestabilidad de seguridad […] garantizando así la seguridad de la nación mediante capacidades de respuesta más ofensivas y abrumadoras y acciones militares disuasivas estratégicas visibles".

Durante su visita a Corea del Sur, Austin aseguró también que Washington seguirá manteniendo el ritmo de despliegue visto en los últimos meses en lo que se refiere al envío de activos estratégicos a la península para disuadir a Corea del Norte y adelantó que otro portaaviones y su grupo de ataque arribaran pronto a un puerto surcoreano.

El escrito publicado por KCNA denuncia que la postura de los aliados "no es en absoluto defensiva si no que busca invadir a la República Popular Democrática de Corea" y que "EEUU y sus seguidores son simplemente los que agravan las tensiones militares en la península coreana en sentido retórico y práctico".

Desde que fracasaron las negociaciones sobre desnuclearización con Estados Unidos en 2019, Corea del Norte decidió aprobar un plan de modernización armamentística y, además de rechazar el reinicio del diálogo, ha buscado un mayor acercamiento a Pekín y Moscú.

A su vez, Seúl y Washington han reforzado la cooperación militar con Tokio y fortalecido su mecanismo de disuasión desplegando repetidamente activos estratégicos estadounidense en la península.