El papa pide a Europa una acogida justa y ampliar las entradas legales de los migrantes
Francisco remarcó en su discurso “el deber de la caridad” ante los migrantes
Hay un grito de dolor que resuena más fuerte que los demás y que está convirtiendo el ‘mare nostrum’ en ‘mare mortuum’, el Mediterráneo de cuna de la civilización en tumba de la dignidad. Es el grito sofocado de los hermanos y hermanas migrantes. #ViajeApostólico
— Papa Francisco (@Pontifex_es) September 23, 2023
Destacó que “las dificultades para acoger, proteger, promover e integrar a las personas no deseadas están a la vista de todos, pero el criterio principal no puede ser la conservación del propio bienestar, sino la salvaguardia de la dignidad humana”.
Reiteró su petición de no encerrarse en la indiferencia ante el drama de la migración y observó que “la Historia nos llama a una sacudida de conciencia para evitar un naufragio de la civilización”.
“Contra la terrible lacra de la explotación de los seres humanos, la solución no es rechazar sino garantizar, en la medida de las posibilidades de cada uno, un amplio número de entradas legales y regulares, sostenibles gracias a una acogida justa por parte del continente europeo, en el marco de la cooperación con los países de origen”, propuso.
Y remarcó: “Decir basta, por el contrario, es cerrar los ojos; intentar salvarse a sí mismos ahora, se convertirá en una tragedia mañana, cuando las generaciones futuras nos agradecerán si habremos sido capaces de crear las condiciones para una imprescindible integración”. No hay invasión, ni emergencia
Francisco constató que “varios puertos mediterráneos, en cambio, se han cerrado. Y dos palabras han resonado, alimentando los temores de la gente: invasión y emergencia”.
El pontífice rechazó la palabra invasión porque “quien arriesga su vida en el mar no invade, busca acogida”.
En cuanto “a la emergencia, el fenómeno migratorio no es tanto una urgencia momentánea, siempre oportuna para agitar la propaganda alarmista, sino una realidad de nuestro tiempo”, dijo el papa.
En Italia, el Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni ha decretado el estado de emergencia por la llegada de migrantes. En lo que va de año han llegado unos 120.000 migrantes al país y en los últimos días se vivió una crisis humanitaria en la pequeña isla italiana de Lampedusa, donde en pocos días llegaron 10.000 personas que fueron hacinadas en el centro de acogida con capacidad para unas 300.
Ante la situación visitaron la isla la primera ministra italiana y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien anunció un plan de acción europeo para contener la inmigración y compartir la gestión de los traslados de migrantes llegados a las costas italianas.
Ante el fenómeno migratorio, “que involucra a tres continentes en torno al Mediterráneo”, el papa urgió “a ser gobernado con sabia clarividencia: con una responsabilidad europea capaz de afrontar las dificultades objetivas”.
Respecto a la integración, el papa dijo que “es difícil” y advirtió de que no tener en cuenta las diferencias “deja, en cambio, que la idea prevalezca sobre la realidad y compromete el futuro, aumentando las distancias y provocando la formación de guetos, que causan hostilidad e intolerancia”.
Francisco instó en su largo discurso a “acogerles como hermanos” y remarcó “el deber de la caridad” ante los migrantes.
Para arraigar la paz, empecemos por escuchar a los pobres. El cambio de rumbo radica en tratarlos como hermanos, no como problemas molestos; radica en acogerlos, no en esconderlos; en integrarlos, no en desalojarlos; en darles dignidad. https://t.co/Xg2hSWK7zi
— Papa Francisco (@Pontifex_es) September 23, 2023