Ciudad de México.- En su primera visita a México como secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo tuvo una agenda marcada por temas comerciales y migratorios en sus reuniones con el presidente Enrique Peña Nieto y el ganador de las elecciones, Andrés Manuel López Obrador.
"Somos vecinos, socios y amigos", dijo Pompeo durante un mensaje a medios junto a su homólogo mexicano, el canciller Luis Videgaray, para dar por concluida una visita de trabajo en la que manifestó el interés de Estados Unidos por reforzar la relación comercial y cooperación migratoria con México, reseñó DPA.
Pompeo llegó a Ciudad de México, a la cabeza de una delegación conformada por los secretarios del Tesoro, Steven Mnuchin; y de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, así como el asesor y yerno de Trump, Jared Kushner.
Su primera reunión fue con Peña Nieto, con el que habló sobre una "gran cantidad de temas" de la relación bilateral. "El presidente Donald Trump va a seguir trabajando de forma muy estrecha con el presidente Peña Nieto", dijo.
En ese encuentro, Peña Nieto pidió la "rápida reunificación" de familias de inmigrantes sin documentos que fueron separadas en la frontera por Estados Unidos y expresó la "gran preocupación" de México por este tema.
El mandatario mexicano exhortó a la delegación estadounidense "que se hagan los máximos esfuerzos para lograr la pronta reunificación familiar", expresó Videgaray.
Aunque Pompeo no se refirió al tema de forma directa, dijo que para Estados Unidos es importante reforzar la seguridad en la frontera con México para "mejorar la protección" de las comunidades estadounidenses. "Respetuosamente, refuerzo el tema fronterizo", manifestó ante Videgaray.
Además, dijo que con la ayuda de México se puede trabajar de forma conjunta con Centroamérica, de donde proviene gran parte de los migrantes.
El malestar por la separación de familias en la frontera se hizo visible por un pequeño grupo de manifestantes que se apostaron con carteles cerca de la casa de López Obrador en espera de la comitiva de Estados Unidos.
"¿Dónde están los niños migrantes?", decía uno de los carteles. Otro citaba una frase anti-intervencionista del prócer mexicano Benito Juárez (1806-1872): "Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz".
Otro de los temas de conversación fue el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta), que está siendo renegociado a pedido de Trump desde hace un año por Estados Unidos, México y Canadá.
"Para la administración del presidente Trump es esencial llegar a un acuerdo del Nafta y promover el desarrollo", dijo Pompeo.
"Queremos una relación recíproca, sólida y justa con México y modernizar el tratado comercial para apoyar a los trabajadores estadounidenses", agregó.
El funcionario estadounidense señaló que el Nafta y su modernización eran un "objetivo clave" para Trump, quien ha criticado en varias ocasiones el acuerdo comercial vigente desde 1994.
"Todos queremos que Norteamérica siga siendo un territorio fuerte y competitivo", manifestó.
Pompeo y la delegación de funcionarios que encabezó se reunieron también con López Obrador, ganador de las elecciones del 1 de julio, en las que obtuvo una aplastante mayoría de votos.
"Para mí y mi equipo era una prioridad venir después de las elecciones para establecer esta relación con él y con su equipo", dijo Pompeo, que felicitó a México por una "elección histórica".
El político nacionalista de izquierda de 64 años entregó a la comitiva de Pompeo un documento con propuestas sobre comercio, migración, seguridad y desarrollo.
El futuro presidente mexicano y su equipo se reunieron en privado con los funcionarios estadounidenses.
"Fue una reunión en la que se presentó respetuosamente, de manera cordial, lo que piensa el próximo presidente de México", explicó tras el encuentro el futuro ministro de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, quien dijo que el diálogo fue "franco, respetuoso y cordial".
Pompeo señaló que ambas partes dialogaron sobre "objetivos comunes" en la relación bilateral y expresó que espera continuar el trabajo una vez que López Obrador asuma la Presidencia mexicana el 1 de diciembre.
El triunfo electoral de López Obrador le permitirá a su coalición controlar el Congreso federal y 22 de los 32 congresos estatales (provinciales).
Videgaray dijo ante Pompeo que Peña Nieto y su sucesor acordaron "hacer un frente común por México" en la relación con Estados Unidos. El actual presidente dejará el cargo en noviembre.
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