"Europa se enfrenta a una grave crisis energética a causa de la guerra en su vecindad y a las sanciones de represalia". Por lo tanto, a Budapest le preocupa "no cuánto cuesta el gas, sino si será suficiente para pasar el invierno (...) Por eso, anteriormente el Gobierno decidió que se compraran 700 millones de metros cúbicos de gas además de las cantidades ya contratadas", manifestó el político por medio de la red social Twitter.

Menczer subrayó que "está claro que es imposible obtener un volumen (de gas) tan grande sin fuentes rusas", por lo que a finales de julio el canciller húngaro, Peter Szijjarto, mantuvo conversaciones con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, en Moscú, lo que permitió llegar a un acuerdo "tras el cual Gazprom comenzó a suministrar ayer por la mañana cantidades superiores a las ya contratadas", añadió.

Según reseñó el portal Actualidad RT, el portavoz ministerial añadió que hasta finales de agosto Hungría recibiría 2,6 millones de metros cúbicos adicionales al día, y señaló que las negociaciones sobre las entregas para septiembre ya se están llevando a cabo.

"El Gobierno húngaro tiene el deber de garantizar el suministro de gas al país, y lo estamos cumpliendo", concluyó.