Fue un lunes santo de 1561 cuando el Capitán del ejército español Juan Maldonado Ordóñez y Villauirán fundó la Villa de San Cristóbal. Era 31 de marzo. De eso ya hace 458 años.
Hasta 1558, el territorio se había conocido como Villa de Santiago por un acto de informalidad y subordinación de parte del Capitán Juan Rodríguez Suárez, designado para explorar los Andes venezolanos quien, suponemos que deleitado por la geografía, se tomó la atribución de dar nombres y fundar villas sin autorización de la Corona Española, por lo que Maldonado, en compañía de 35 soldados fue encomendado para restablecer el orden en el sitio del agravio: las riberas del río Torbes, lugar desde donde era posible divisar los cuatro puntos cardinales de la nueva ciudad y detener cualquier intento de levantamiento por parte de indígenas o rebeldes.
San Cristóbal es la ciudad capital del estado Táchira. Junto a los estados Mérida y Trujillo forman parte de la región de los Andes Venezolanos. Es decir, está localizada en una zona dominada por pendientes. Para ser exactos, 825 metros sobre el nivel del mar, relieve en el que ocurren diversos accidentes geográficos que resultan en atractivos turísticos de importancia como ríos, montañas y paisajes con pronunciados desniveles y laderas que ponen a prueba a peatones y vehículos en su afán por conquistarlas, en un clima que varía entre los 20ºC y 30ºC, siendo capaz de descender en las noches hasta los 16ºC, con una sensación térmica mucho menor.
Tráfico binacional
Desde su fundación estuvo alejada de la capital venezolana hasta que fue construida la carretera trasandina en 1925. Sin embargo, eso no fue problema para posicionarse entre los cinco estados más importantes del territorio ya que los límites de Táchira colindan con la hermana República de Colombia. A San Cristóbal la separan solo 57 kilómetros de distancia de la ciudad de Cúcuta, lo que hace común que sus habitantes pertenezcan a ambas nacionalidades y muchas de sus costumbres sean compartidas. La también conocida como Ciudad de la Cordialidad, fue el refugio de muchos colombianos al momento en que la nación neogranadina pasaba sus días más oscuros con la presencia de la guerrilla, paramilitares y el narcotráfico.
Muchos de los que llegaron tuvieron infinitas oportunidades en la oferta de servicios, trabajo en comercios y definitivamente la actividad turística con tres aeropuertos que siempre sobrepasaron su capacidad, no solo por la llegada de turistas nacionales e internacionales, sino también por el tránsito de carga impulsado por la importación y exportación.
La ciudad de la cordialidad
Si vamos a cualquier punto del territorio venezolano, es muy probable que nos topemos con personas oriundas de esta ciudad en posiciones relacionadas con atención al público. No se trata de un estereotipo, es que los san cristobalenses o "gochos" se caracterizan por su don de gente e inigualable educación. Por lo que si partimos del hecho de que la educación entra por casa, sin duda alguna debemos tomar apuntes de cómo educar a nuestros hijos, en aras de sentar las bases necesarias para formar a profesionales con aptitudes tan apetecibles por el sector turístico nacional.
Y, a propósito del mote de "gochos", este procede de una forma despectiva de los mantuanos de la Venezuela de la Colonia para infravalorar al Presidente Cipriano Castro y a sus allegados por arremeter contra los banqueros de la época al negarles un préstamo. No obstante, en la Venezuela urbana, este calificativo cobró una imagen positiva con un candidato presidencial oriundo de estas tierras frías que se postuló en las elecciones de 1988 y si al mismo le precede el pronombre "mi", el cariño crece.
¿Qué hacer en San Cristóbal?
Por ser una de las primeras ciudades fundadas en el país, el valor arquitectónico de sus iglesias prevalece, sobretodo en la Catedral y el Palacio Episcopal. El hecho de ser ciudad capital, su condición de estado fronterizo y cuna de varios presidentes de la república, le ha valido ser epicentro de construcciones emblemáticas como el Palacio de Los Leones, el Edificio Nacional, el Museo del Táchira, el Puente Libertador, la muy conocida Plaza Los Mangos, en el centro de Barrio Obrero, entre muchas otras.
Durante la segunda semana del mes de enero, la ciudad se viste de fiesta para la celebración de su patrono, San Sebastián. En honor a él se llevan a cabo una serie de eventos que convergen en diversas actividades religiosas y culturales. Entre ellas la elección de una reina y por su naturaleza de región agrícola y pecuaria, eventos taurinos que derivaron en la creación de un Complejo Ferial y la Plaza Monumental de Toros de Pueblo Nuevo (1965).
Además San Cristóbal tiene una marcada trayectoria en las actividades deportivas, en especial a campeonatos de fútbol y el ciclismo, por lo que suele ser sede de encuentros regionales y nacionales con una agenda bien definida como lo es la Vuelta al Táchira.
¡No deje de probar en su visita!
Algunos de los manjares más interesantes de la oferta gastronómica de esta interesante ciudad son:
•La chicha andina. Inigualable bebida dulce y refrescante que se diferencia de la chicha criolla por sus ingredientes en el que la harina de maíz es mezclada con crema de arroz, jugo de piña fermentado y papelón rallado.
•Pisca andina. Uno de los platos más exportados se basa en una sopa, atractiva para tolerar las bajas temperaturas que sorprende a muchos, pero no desencaja, de su consumo para el desayuno venezolano. Se elabora con papas, queso, leche y cilantro. Muchos la acompañan, sin reparo, con una arepa pelá.
•Chanfaina: Esta sencilla preparación centrada en un guiso de vísceras de res con legumbres rebosa de sabor por lo sencillo de su preparación y el valor de sus ingredientes que muchas veces son dejados de lado en el uso de recetas.
•Mute o mondongo tachirense: cada familia tiene su versión, pero sus ingredientes en común son panza de res, legumbres variadas a las que se les añade o no, pasta corta.
¿Qué más necesitas saber para conocer esta variopinta ciudad enclavada en los Andes Venezolanos? Si bien para muchos las condiciones no son las más favorables, el turismo para los aventureros no tiene fecha en el calendario y de lo que no hay duda es que San Cristóbal seguirá recibiéndonos y esperándonos con una cordialidad inigualable, una esencia única, sabores atrevidos y paisajes llenos de verdes frondosos en los cuatro costados. Por eso, celebremos con júbilo y digamos un año más ¡Feliz Aniversario San Cristóbal!
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