Durante el paseo de 15 kilómetros que realizan las lanchas con motores fuera de borda (los tapaítos) hasta la playa de la Restinga, los turistas ingresan a nueve canales de manglares que mantienen desde hace décadas nombres románticos como "el canal del beso", "el canal de los enamorados" o "el paraíso del amor", según López nombrados de esta forma, por la gran cantidad de parejas de recién casados que escogen a Margarita para disfrutar de su luna de miel, "los primeros trabajadores del parque le quisieron poner esa chispa al nombrar los canales de forma romántica para llamar la atención y captar a los turistas, sobre todo a los enamorados. También por el efecto afrodisíaco que producen las ostras que se dan aquí". 

 Régulo al igual que el resto de los marinos se convierte en guía turístico al explicar en detalle la historia de la laguna, describir las especies marinas y las aves que conviven en este hábitat biodiverso. La laguna, ubicada entre los municipios Tubores, Díaz y Península de Macanao, cuenta con una extensión de más de 18.800 hectáreas y sus aguas tienen una profundidad de cinco a seis metros. Además de los manglares, la acompaña un cordón de arena (itsmo) que une las dos porciones de la isla de Margarita y separa al sector de la laguna con la parte oceánica. Hay cuatro tipos de mangles presentes: el rojo, el blanco, el botoncillo y el negro, que transforman el agua salada en agua dulce para el consumo de ellos liberando el oxígeno a través de la fotosíntesis y ayudan a mantener el control de la calidad del medio, explica López. 

En La Restinga habitan entre 40 a 60 especies de aves, muchas de ellas migratorias y otras originarias, entre las que están los pelicanos, las garzas, las gaviotas, los flamencos y la cotorra margariteña. En relación con la fauna en esta zona habitan diferentes tipos de peces como el robalo, mero, pargo, moluscos como el guacuco, el chipi chipi, las pepitonas, los caballitos de mar, las estrellas y las medusas.

En 1996 este parque nacional, al igual que Los Roques y La laguna de Tacarigua, fueron decretados como sitios Ramsar, por su valor ecológico y por ser humedales de excepcional importancia como reservorios de recursos alimenticios y de biodiversidad. El color oscuro de sus aguas se debe a una micro alga que alimenta a las ostras. Todas las ostras que se consumen en Margarita son de La Restinga. 

Después de disfrutar de un ameno e interesante recorrido que además de relajante es enriquecedor por el conocimiento adquirido gracias a la gran cantidad de especies de formas y colores maravillosos que posee nuestro país, se llega finalmente a una amplia playa de aguas cristalinas con arena producto de cientos de miles de conchas blancas molidas, desde donde se aprecian las costas de La Península de Macanao y de Juan Griego. 

A pesar de que en 1975 fue declarado Parque Nacional, para los visitantes La Restinga continúa siendo un destino turístico por excelencia, "es un buen paseo para los niños . Lo recomiendo un 100%. Si quieres hacer algo distinto esta es una buena opción. Traje a mis hijos para que conocieran las bellezas que tiene Venezuela", señaló la turista Keyla Yuen. 

-El parque abre sus puertas desde las 8:00 am hasta las 4:30 pm de lunes a domingo. 

-El precio de los viajes en las lanchas, ida y vuelta hasta la playa, con el paseo incluido por los canales, es de Bs.S 500 (con un máximo de capacidad de 5 personas).

 -Si necesitan pagar con tarjeta de débito o crédito, la transacción debe hacerse por un punto de venta ubicado en la estación de servicio más cercana al parque. ( En las instalaciones no hay punto de venta).

 -En la playa han habilitado baños públicos. -En estos momentos solo funcionan tres restaurantes con platos esencialmente de comida del mar, que cuentan con precios solidarios. 

 -Hay varios puestos de venta de ostras. La docena tiene un valor de Bs.S 5 y solo puede ser cancelada en efectivo.

 - Cuidar el medio ambiente es conservar. 

Los lancheros indicaron que continúan trabajando con la mística y entusiasmo que siempre los han caracterizado llevando a cabo el traslado de los visitantes enseñándoles las bellezas naturales de la Isla de Margarita, algo que los llena de orgullo. Pero destacaron algunas de sus preocupaciones para seguir funcionando, como el descenso en el número de turistas, la dificultad para surtirse de repuestos o lubricantes necesarios para poner en marcha los motores fuera de borda, situación que ha impulsado a muchos marinos a retirarse, buscando otras formas de ingreso. En el 2008 alrededor de 70 lanchas prestaban el servicio del paseo. En la actualidad solo 17 se encuentran activas. Otras necesidades son: la ausencia del servicio de agua potable desde hace 5 años y la inexistente recolección de desechos sólidos desde hace 5 meses.