Lidia Lozano
Algunos dicen que el jazz ha muerto y que ya ha agotado todas sus fórmulas. Nada más lejos de la realidad: el jazz está más vivo que nunca. Este género musical, que nació de la protesta afroamericana en el siglo XIX, cuenta con un día internacional desde 2011: el 30 de abril.
Los esclavos afroamericanos tenían restringido el uso de instrumentos, excepto en la Plaza del Congo de Nueva Orleans, Louisiana, donde podían gozar de una libertad de expresión que nadie controlaba. La iglesia quiso controlar la música de este grupo, obligándoles a cantar salmos para intentar que se ”convirtieran” a los estilos musicales europeos, pero acabaron adaptando esos estilos a su música tradicional, sembrando la semilla del jazz.
Más que un género, se tornó en un lenguaje musical que ha ido evolucionando al tiempo que la sociedad, principalmente en Estados Unidos. Pero no solo se ha desarrollado en la popular Nueva Orleans. Visit the USA ha propuesto cinco ciudades menos conocidas para disfrutar del Día Internacional del Jazz.
Memphis, Tennessee
George Coleman, Charles Lloyd o Phineas Newborn Jr. vieron la luz del día por primera vez en esta ciudad, hogar de una destacada comunidad de músicos y amantes de este tipo de música. Está repleta de locales dedicados al jazz, como Crosstown Concourse, donde artistas de todo el mundo como Peter Bernstein y Patrice Williamson suelen actuar. Otro de los locales más recomendados es The Cove, un bar de cocteles que ofrece actuaciones todos los jueves y viernes por la noche.
Continuando con el paseo jazzístico, aparecen dos espacios: el Duncan-Williams Performance Hall y The Grove del Germantown Performing Arts Center. Uno de los lugares más icónicos es el Overton Park Shell, que sigue siendo una meca de la música en directo, sobre todo en los meses más calurosos, siendo además el patrocinador del “Shell on Wheels”, que trata de llevar el jazz a lugares totalmente insospechados de todo.
Portland, Oregon
Artistas como Coleman Hawkins y Thelonius Monk inspiraron la escena musical local y marcaron el inicio del jazz moderno en Portland en la década de 1940. El aumento de la población afroamericana a causa de la demanda de trabajadores en la industria naval durante la Segunda Guerra Mundial contribuyó al auge de este género.
Actualmente el jazz se ha movido a locales más exclusivos como The Jack London Revue, aunque los artistas más relevantes todavía actúan en sitios más grandes como el Veterans Memorial Coliseum o el Moda Center -antes, Rose Garden o Rose Quarter-. Cada año se celebra el evento Portland Jazz Festival, alabando la diversidad y riqueza del jazz con una amplia gama de estilos plasmada en conciertos, actuaciones en locales nocturnos, talleres educativos y eventos especiales.
Pittsburgh, Pennsylvania
Pese a que la ciudad es más conocida por su historia industrial y sus comunidades de trabajadores, alberga también una importante escena jazzística. Debido a la Gran Migración acogió a una importante comunidad negra que también ayudó a impulsar el jazz. Desde entonces ha alimentado una diversa escena musical.
Algunos de sus lugares más emblemáticos son el MCG Jazz Club o el James Street Gastropub & Speakeasy. También se celebran festivales en torno al jazz, como el Pittsburgh International Jazz Festival, que reúne a músicos de todos los rincones del mundo y conmemora su enriquecedora historia.
La ciudad ofrece una experiencia inigualable para los amantes del estilo musical, sobre todo para aquellos que busquen nuevas propuestas en Estados Unidos.
Durham, Carolina del Norte
En el corazón de Carolina del Norte se ubica una ciudad donde el jazz se encuentra en evolución constante, impulsado sobre todo por la prestigiosa Universidad de Duke y su legado musical. Existen locales muy íntimos en la parte histórica como el Sharp 9 Club, pero también eventos al aire libre en parques y plazas.
Funciona como sede de festivales anuales como el Art of Cool Festival, que atrae a una amplia variedad de público y es un foco de creatividad e innovación. Durham cuenta con un ambiente amable y una rica tradición musical, ganándose un sitio en la escena del jazz estadounidense, por lo que supone un destino obligatorio para aquellos que quieren adentrarse en la música en directo y conocer esta cultura que continúa estando muy viva.
Minneapolis, Minnesota
Entre el rock y el hip-hop aparecen tintes de una ecléctica oferta de jazz. A orillas del río Mississippi, Minneapolis ha sido durante años el punto de encuentro entre músicos y amantes del jazz de todo el país. Desde los acogedores bares de los barrios de North Loop y Uptown hasta los míticos rincones del Warehouse District, ofrece una amplia variedad de lugares para disfrutar de actuaciones en directo de artistas reconocidos a nivel nacional, en espacios como el club Dakota.
Esta ciudad es también escenario de un festival que se ha convertido en uno de los acontecimientos más destacados por años: Festival Twin Cities Jazz, que atrae a miles de personas.
Fuente: Viajar
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