Odimar López
El Delta del Orinoco se localiza en el estado que lleva su mismo nombre, entre los caños Macareo y Mariusa. Formado por la desembocadura del río Orinoco (que en lengua Warao significa “lugar para remar”), es uno de los más grandes del mundo, tanto que su extensión hizo pensar a los primeros exploradores que se trataba de un mar. Es una zona selvática de agua que cuenta con una fauna rica y única en el mundo, un destino muy exótico al que se accede por vía fluvial desde la población de Tucupita.
El Delta del Orinoco es uno de los destinos más visitados turísticamente en estos tiempos. El tour inicia desde Maturín o Puerto Ordaz y se viaja por carretera aproximadamente durante 2 horas y media, hasta el puerto de Boca de Uracoa en el estado Monagas. Luego navegaremos hasta el campamento durante aproximadamente 1 hora.
La primera vez que lo visité fue en 2013, cuando fui de voluntaria con el campamento Orinoco Delta Lodge y pasé unas semanas fascinantes sumergida entre la selva y su gente de agua. En este espectacular lugar viví una experiencia maravillosa y desde ese año regresé una y otra vez. Siempre he tenido la experiencia de navegar sus ríos, llevar turistas, conectarme con los indígenas waraos y decirles “Yakera” -que en su lengua significa hola-, dormir plácidamente en unas cabañas frente al río y escuchar en la mañana a la selva despertándose. Conocí a Clemente, uno de los guías más expertos de la zona, en el primer viaje y desde ahí hemos hecho una gran amistad. He aprendido muchísimo de este guía porque es un gran amante de su tierra y de su gente.
En esta zona de Venezuela los amaneceres son perfectos; sus colores se reflejan en el río y se puede observar a las familias navegando en sus curiaras. Se dice que en el Delta los niños aprenden primero a conducir una curiara que a caminar.
Los campamentos están situados en el centro de la densa selva tropical, en uno de los muchos afluentes del río Orinoco. En el recorrido se puede observar una gran variedad de flora y fauna, delfines rosados, nutrias gigantes de río, anacondas, tortugas y guacamayas.
A lo largo de las riberas del río, los turistas pueden ver los pueblos indígenas con sus singulares viviendas (palafitos) construidas sobre la orilla del río. En este lugar experimentas la naturaleza plena, el hábitat natural y la selva virgen. Durante el recorrido observarás plantas comestibles y tendrás la oportunidad de probar, si tu estómago es lo suficientemente fuerte, las larvas que viven en los árboles, o mejor llamados gusanos de moriche. Cuando regreses al campamento podrás relajarte antes de cenar y tomar un baño en el río, o simplemente sentarte y observar uno de los fabulosos atardeceres deltanos.
Uno de mis recorridos favoritos es el paseo en canoa por la mañana. Perfecto si comienza alrededor de las 6:00 am pues te permitirá disfrutar el despertar de la jungla y eso es ciertamente increíble. No hay palabras para describirlo.
En el Delta hay varios campamentos activos construidos con la ayuda de los indígenas Waraos, usando los mismos materiales naturales. Esos campamentos, rodeados por la selva, cuentan con cabañas de madera con camas y mosquiteros, techos de palmas y hamacas.
El campamento Orinoco Delta Lodge es un paraíso. Ofrece un escenario único para comenzar la aventura. María Victoria Soto y Hisham Tahbou tienen 30 años de experiencia y son los creadores de este lugar que lo convirtieron en realidad y que ahora es su hogar junto con sus hijas. Es su refugio en la naturaleza y cuenta con 10 cómodas cabañas que permiten disfrutar de la vista del Orinoco.
Otros de los lugares que me fascina por su privacidad, es un campamento más escondidito que se llama Orinoco Queen Lodge, ubicado en un hermoso caño. Jamás imaginarías que en medio de la nada te encuentras con este oasis natural. Víctor Sandoval es el dueño de esta maravilla que fue construida en 2010 y que ofrece 13 cabañas con camas, mosquiteros y baño privado. La zona del restaurante es también el vestíbulo y hay una torre de observación de 7 metros de altura desde donde se puede ver la densa jungla. El hospedaje se encuentra a casi 45 kms de Boca de Uracoa y a 70 kms del océano Atlántico. Su privilegiada ubicación, entre una isla sedimentaria y la sabana del estado Delta Amacuro, lo convierten en un lugar perfecto para conservar una amplia biodiversidad muy interesante como, por ejemplo, los monos aulladores rojos y los monos capuchinos.
El Delta del Orinoco es una combinación perfecta de naturaleza virgen, cultura indígena Warao, vida silvestre y experiencia en la selva. Es el propio laberinto en medio de la selva tropical. Este destino es el plan perfecto para escaparte un fin de semana y sumergirte en el vasto verde, sus ríos y sus amaneceres radiantes. Es uno de los lugares con mayor biodiversidad en el mundo. Los waraos, con más de 10.000 años de historia, es una de las etnias más antiguas y trabajan la palma de moriche para hacer su artesanía, con el fin de obtener alimento, bebida y refugio.
Te invito a conocer el Delta del Orinoco lleno de aventura, historia y cultura para que te conectes con el turismo ecológico sustentable en Venezuela.
Actividades que se realizan durante el recorrido
- Navegación por los caños del Delta a bordo de embarcaciones tradicionales.
- Excursiones libres para explorar los alrededores y caminatas por la jungla.
- Avistamiento de fauna y flora.
- Pesca de pirañas.
- Visita a poblaciones indígenas de los Waraos.
- Tour de compra de artesanía como collares, hamacas, cestas, canoas a escala o animales tallados en madera.
- Paseo en Kayak.
@ecoaventura
El Delta del Orinoco se localiza en el estado que lleva su mismo nombre, entre los caños Macareo y Mariusa. Formado por la desembocadura del río Orinoco (que en lengua Warao significa “lugar para remar”), es uno de los más grandes del mundo, tanto que su extensión hizo pensar a los primeros exploradores que se trataba de un mar. Es una zona selvática de agua que cuenta con una fauna rica y única en el mundo, un destino muy exótico al que se accede por vía fluvial desde la población de Tucupita.
El Delta del Orinoco es uno de los destinos más visitados turísticamente en estos tiempos. El tour inicia desde Maturín o Puerto Ordaz y se viaja por carretera aproximadamente durante 2 horas y media, hasta el puerto de Boca de Uracoa en el estado Monagas. Luego navegaremos hasta el campamento durante aproximadamente 1 hora.
La primera vez que lo visité fue en 2013, cuando fui de voluntaria con el campamento Orinoco Delta Lodge y pasé unas semanas fascinantes sumergida entre la selva y su gente de agua. En este espectacular lugar viví una experiencia maravillosa y desde ese año regresé una y otra vez. Siempre he tenido la experiencia de navegar sus ríos, llevar turistas, conectarme con los indígenas waraos y decirles “Yakera” -que en su lengua significa hola-, dormir plácidamente en unas cabañas frente al río y escuchar en la mañana a la selva despertándose. Conocí a Clemente, uno de los guías más expertos de la zona, en el primer viaje y desde ahí hemos hecho una gran amistad. He aprendido muchísimo de este guía porque es un gran amante de su tierra y de su gente.
En esta zona de Venezuela los amaneceres son perfectos; sus colores se reflejan en el río y se puede observar a las familias navegando en sus curiaras. Se dice que en el Delta los niños aprenden primero a conducir una curiara que a caminar.
Los campamentos están situados en el centro de la densa selva tropical, en uno de los muchos afluentes del río Orinoco. En el recorrido se puede observar una gran variedad de flora y fauna, delfines rosados, nutrias gigantes de río, anacondas, tortugas y guacamayas.
A lo largo de las riberas del río, los turistas pueden ver los pueblos indígenas con sus singulares viviendas (palafitos) construidas sobre la orilla del río. En este lugar experimentas la naturaleza plena, el hábitat natural y la selva virgen. Durante el recorrido observarás plantas comestibles y tendrás la oportunidad de probar, si tu estómago es lo suficientemente fuerte, las larvas que viven en los árboles, o mejor llamados gusanos de moriche. Cuando regreses al campamento podrás relajarte antes de cenar y tomar un baño en el río, o simplemente sentarte y observar uno de los fabulosos atardeceres deltanos.
Uno de mis recorridos favoritos es el paseo en canoa por la mañana. Perfecto si comienza alrededor de las 6:00 am pues te permitirá disfrutar el despertar de la jungla y eso es ciertamente increíble. No hay palabras para describirlo.
En el Delta hay varios campamentos activos construidos con la ayuda de los indígenas Waraos, usando los mismos materiales naturales. Esos campamentos, rodeados por la selva, cuentan con cabañas de madera con camas y mosquiteros, techos de palmas y hamacas.
El campamento Orinoco Delta Lodge es un paraíso. Ofrece un escenario único para comenzar la aventura. María Victoria Soto y Hisham Tahbou tienen 30 años de experiencia y son los creadores de este lugar que lo convirtieron en realidad y que ahora es su hogar junto con sus hijas. Es su refugio en la naturaleza y cuenta con 10 cómodas cabañas que permiten disfrutar de la vista del Orinoco.
Otros de los lugares que me fascina por su privacidad, es un campamento más escondidito que se llama Orinoco Queen Lodge, ubicado en un hermoso caño. Jamás imaginarías que en medio de la nada te encuentras con este oasis natural. Víctor Sandoval es el dueño de esta maravilla que fue construida en 2010 y que ofrece 13 cabañas con camas, mosquiteros y baño privado. La zona del restaurante es también el vestíbulo y hay una torre de observación de 7 metros de altura desde donde se puede ver la densa jungla. El hospedaje se encuentra a casi 45 kms de Boca de Uracoa y a 70 kms del océano Atlántico. Su privilegiada ubicación, entre una isla sedimentaria y la sabana del estado Delta Amacuro, lo convierten en un lugar perfecto para conservar una amplia biodiversidad muy interesante como, por ejemplo, los monos aulladores rojos y los monos capuchinos.
El Delta del Orinoco es una combinación perfecta de naturaleza virgen, cultura indígena Warao, vida silvestre y experiencia en la selva. Es el propio laberinto en medio de la selva tropical. Este destino es el plan perfecto para escaparte un fin de semana y sumergirte en el vasto verde, sus ríos y sus amaneceres radiantes. Es uno de los lugares con mayor biodiversidad en el mundo. Los waraos, con más de 10.000 años de historia, es una de las etnias más antiguas y trabajan la palma de moriche para hacer su artesanía, con el fin de obtener alimento, bebida y refugio.
Te invito a conocer el Delta del Orinoco lleno de aventura, historia y cultura para que te conectes con el turismo ecológico sustentable en Venezuela.
Actividades que se realizan durante el recorrido
- Navegación por los caños del Delta a bordo de embarcaciones tradicionales.
- Excursiones libres para explorar los alrededores y caminatas por la jungla.
- Avistamiento de fauna y flora.
- Pesca de pirañas.
- Visita a poblaciones indígenas de los Waraos.
- Tour de compra de artesanía como collares, hamacas, cestas, canoas a escala o animales tallados en madera.
- Paseo en Kayak.
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