María Camila Prieto

Resulta impresionante notar la gran popularidad que ha obtenido la visita a la maravilla del mundo, el Salto Ángel, en los últimos años. Personas de todas las edades y provenientes de diferentes partes del país, e incluso del mundo, se ven interesados en realizar este particular viaje, atraídos por la llamativa aventura y experiencia que el Parque Nacional Canaima ofrece.

La aventura comenzó inmediatamente a la llegada al parque nacional al ser recibidos con los brazos abiertos por el equipo de Wakü Lodge, quienes nos brindaron un hermoso espectáculo de bienvenida y un tour completo de las instalaciones. Lo primero que nos sorprendió es el ambiente constituido por un clima húmedo y fresco, diversa vegetación y, por supuesto, la gran variedad de fauna silvestre.

Al llegar nos fuimos a aventurarnos por los saltos principales que se presentan a plena vista del campamento, conjuntamente con la hermosa Laguna de Canaima, la cual brinda la oportunidad de hacer kayak.

Nuestra visita coincidió con la temporada de lluvias, que trae como consecuencia el alto nivel del agua, y en algunos casos resulta hasta peligroso, pero fuimos afortunados en tener la oportunidad de visitar varios saltos, como El Sapo, El Hacha y el Salto Ángel.

No puedo negar que el momento más esperado del viaje fue la visita al Salto Ángel el cual resultó ser una experiencia única. El recorrido hacia el salto resulta ser algo retador, pero todo el esfuerzo puesto en el viaje se vio premiado al encontrarme cara a cara con la caída de agua más alta del mundo. La experiencia fue inigualable; sentir la adrenalina corriendo por mis venas es una sensación que deseo vivir una y mil veces más desde el momento que observé al salto por primera vez.

Visitar el Parque Nacional Canaima es una experiencia en la cual descubrirás la verdadera cara de la naturaleza y que te cambia la vida. Recomiendo al máximo esta travesía y les puedo asegurar que, desde el momento que abandonas ese paraíso, inmediatamente te vuelven las ganas de volver.