La despensa venezolana se enaltece bajo una mata de Bijao
Esta nueva propuesta combina tendencias dulces y saladas en sus platos
La hoja de Bijao es parte de una planta tradicional de los pueblos de América, que se usa principalmente para la cocción de alimentos. Y es con ella que recuerdan, Abelina Franco y Luis Martín, como su Yaya envolvía ingredientes que luego se transformaban en deliciosas preparaciones.
Y de esos recuerdos nace Bijao, nuevo restaurante bajo el mando del chef Gabriel García, quien es el encargado de transformar esos recuerdos y plasmarlos en el menú que hace honor a la cocina familiar, pero sobre todo a los sabores venezolanos. "Es una cocina de autor, el sueño de una familia, con pinceladas de mi autoría”, explica el chef.

En esta carta hay tendencias de dulce y salado, algo que caracteriza mucho a la cocina venezolana. Se recrean recetas internacionales, pero se les pone el sello local a través de ingredientes como el queso llanero, el aguacate o el mañoco.
Así nacen platos como el Carpaccio de Punta Trasera, considerado por el chef Gabriel como el Cadillac del recinto, “es como comer una parrilla fría, aderezada con polvo de chistorra, puntos de mantequilla de aguacate y ají dulce y, chips de yuca”. Y vaya que si es un Cadillac. Este carpaccio es sorprendente tanto por su sabor como su textura, y es un deber ordenarlo cuando se vaya a Bijao.

Los raviolis de asado negro se encuentran en los platos principales. La combinación de la pasta con el asado es única y consiente al paladar; también tienen un lomito al cacao que es interesante debido a que la salsa con la que está bañada el lomito es hecha con cacao.
La Rodilla de Cerdo, cocida a baja temperatura durante más de cuarenta horas y la Pesca del Día con mañoco y salsa de guisante servida al humo, es otra de las cartas de presentación que trae Bijao para complacer paladares exigentes. Por supuesto que la evocación de recuerdos no para ni a la hora del postre, y es por eso que el Brownie de Sarrapia se lleva los honores, sin olvidar los tintes amazónicos con los que se coquetea a través de un delicioso Mouse de Copoazú.

Luis Martín, vocero de Bijao, recalca que simplemente buscan ser un “punto referencial en la capital, un lugar donde se coma bien, donde exista excelente atención, donde la experiencia sea más que gratificante”.

Otro de los puntos interesantes del restaurantes es el espacio, la remodelación de la casa demoró unos seis meses, buscando elementos verdes que congeniaran con la naturaleza, escogiendo un mobiliario elegante pero modernos, y aportándole frescura y un tanto de juventud a través de los grafitis que en las paredes pintó la artista Andrea Cisneros.
Y de esos recuerdos nace Bijao, nuevo restaurante bajo el mando del chef Gabriel García, quien es el encargado de transformar esos recuerdos y plasmarlos en el menú que hace honor a la cocina familiar, pero sobre todo a los sabores venezolanos. "Es una cocina de autor, el sueño de una familia, con pinceladas de mi autoría”, explica el chef.

En esta carta hay tendencias de dulce y salado, algo que caracteriza mucho a la cocina venezolana. Se recrean recetas internacionales, pero se les pone el sello local a través de ingredientes como el queso llanero, el aguacate o el mañoco.
Así nacen platos como el Carpaccio de Punta Trasera, considerado por el chef Gabriel como el Cadillac del recinto, “es como comer una parrilla fría, aderezada con polvo de chistorra, puntos de mantequilla de aguacate y ají dulce y, chips de yuca”. Y vaya que si es un Cadillac. Este carpaccio es sorprendente tanto por su sabor como su textura, y es un deber ordenarlo cuando se vaya a Bijao.

Los raviolis de asado negro se encuentran en los platos principales. La combinación de la pasta con el asado es única y consiente al paladar; también tienen un lomito al cacao que es interesante debido a que la salsa con la que está bañada el lomito es hecha con cacao.
La Rodilla de Cerdo, cocida a baja temperatura durante más de cuarenta horas y la Pesca del Día con mañoco y salsa de guisante servida al humo, es otra de las cartas de presentación que trae Bijao para complacer paladares exigentes. Por supuesto que la evocación de recuerdos no para ni a la hora del postre, y es por eso que el Brownie de Sarrapia se lleva los honores, sin olvidar los tintes amazónicos con los que se coquetea a través de un delicioso Mouse de Copoazú.

Luis Martín, vocero de Bijao, recalca que simplemente buscan ser un “punto referencial en la capital, un lugar donde se coma bien, donde exista excelente atención, donde la experiencia sea más que gratificante”.

Otro de los puntos interesantes del restaurantes es el espacio, la remodelación de la casa demoró unos seis meses, buscando elementos verdes que congeniaran con la naturaleza, escogiendo un mobiliario elegante pero modernos, y aportándole frescura y un tanto de juventud a través de los grafitis que en las paredes pintó la artista Andrea Cisneros.
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