Este 4 de agosto, el psicólogo y coordinador adjunto de Cecodap, Abel Saraiba presentó el informe semestral (enero – junio de 2020) del Servicio de Atención Psicológica (SAP) de Cecodap que da cuenta de esta afectación. De un total de 1.407, 31% de ellos acudieron a consulta por alteraciones del estado de ánimo. Esto significa que reportaron tristeza, rabia, angustia e incertidumbre.

Aunque el porcentaje de este riesgo es menor en la normalidad, la pandemia ha creado que los niños se alteren de manera emocional y mental. El coordinador del SAP mantiene que si el estado de ánimo no es atendido, el riesgo puede ser aún mayor.

“Hay evidencias de un impacto emocional marcado por el período de cuarentena en niños, niñas, adolescentes y sus familias. Hoy pasa a ser el primer motivo de consulta en nuestro servicio las alteraciones del estado de ánimo. De ese total, 20% presentó ideación y riesgo suicida”, expuso Saraiba.

A su vez, al analizar la data de este semestre, se confirmó una vez más que en el país no existe infraestructura suficiente para atender a esta población vulnerable. Saraiba agregó que cuando se busca para el paciente una alternativa más cercana de apoyo en salud mental, no se encuentra un servicio activo.

El coordinador del SAP indicó que urge tomar con prioridad la atención de salud mental de los niños. Los no escolarizados, los que no tienen acceso a internet y aquellos que tienen padres migrantes son parte de la población vulnerable del país y víctima de la emergencia humanitaria.

Además de las alteraciones en el estado de ánimo, el informe revela que el conflicto familiar que involucra el uso del castigo físico tiene 17% de los casos, lo cual nos habla de cómo la dinámica familiar cada día se torna más compleja y representa un riesgo para la salud mental de los niños, niñas y adolescentes. Al revisar los motivos, el comportamiento de cómo se portan en casa es la principal causa.

El equipo de análisis del Cecodap revela que los niños también sufren de estas alteraciones por las situaciones que lleva la familia dentro del hogar, que puede ser desde exigencias de los padres, la dinámica escolar en casa, la carencia de herramientas, métodos de crianza, entre otros.

La sobrina de Urdaneta presentó un cuadro de estrés por el encierro, hasta el punto que en su rostro le salió una mancha en la cara con la esperanza que no se le haya activado el vitiligo. Ella es una niña totalmente activa, que le gusta salir y la idea de estar en casa todo el día le incomoda.