SpaceX lanzó su megacohete Starship, pero se rompe en la órbita terrestre y cae al océano
Tal nave, la más grande del mundo, sufrió una pérdida de combustible en su noveno vuelo de prueba
SpaceX lanzó el martes su megacohete Starship, fundamental en las aspiraciones de Elon Musk de colonizar martes, pero sufrió una nueva falla en la que fue su última misión de prueba al romperse en la órbita terrestre y caer en el océano Índico.
Tal nave, la más grande del mundo, sufrió una pérdida de combustible en su noveno vuelo de prueba. De acuerdo con SpaceX, partió a las 6:36 pm hora de Texas y lo hizo desde las instalaciones de Starbase.
El megacohete de 121 metros de alto estaba compuesto de dos partes: su propulsor Super Heavy de 33 motores Raptor y una nave espacial de segunda etapa. Es a esta última a la que se le denomina Starship.
Dan Huot, responsable de comunicaciones de la empresa, achacó la "pérdida del control de altitud" a “fugas” de combustible. Sin esas maniobras, el cohete no se puede orientar en su reingreso a la atmósfera de la Tierra.
A pesar de lo ocurrido, SpaceX señala que el lanzamiento demostró que el propulsor Super Heavy “puede volver a volar” aunque se haya roto en su descenso final.
El inconveniente además impidió que el vehículo Starship pudiera probar su mecanismo de despliegue satelital, después de que la puerta de su carga útil no se abriera correctamente a los 18 minutos de vuelo.
El del martes fue el noveno vuelo de prueba de la empresa de Musk tras los fracasos de los últimos dos vuelos en enero y marzo. Ambos provocaron grandes explosiones en altura y algunas lluvias de escombros sobre el Caribe.
Al final, se ordenó la suspensión de los vuelos prueba de Starship y la investigación de incidentes.
El megacohete de 121 metros de alto estaba compuesto de dos partes: su propulsor Super Heavy de 33 motores Raptor y una nave espacial de segunda etapa. Es a esta última a la que se le denomina Starship.
Dan Huot, responsable de comunicaciones de la empresa, achacó la "pérdida del control de altitud" a “fugas” de combustible. Sin esas maniobras, el cohete no se puede orientar en su reingreso a la atmósfera de la Tierra.
A pesar de lo ocurrido, SpaceX señala que el lanzamiento demostró que el propulsor Super Heavy “puede volver a volar” aunque se haya roto en su descenso final.
El inconveniente además impidió que el vehículo Starship pudiera probar su mecanismo de despliegue satelital, después de que la puerta de su carga útil no se abriera correctamente a los 18 minutos de vuelo.
El del martes fue el noveno vuelo de prueba de la empresa de Musk tras los fracasos de los últimos dos vuelos en enero y marzo. Ambos provocaron grandes explosiones en altura y algunas lluvias de escombros sobre el Caribe.
Al final, se ordenó la suspensión de los vuelos prueba de Starship y la investigación de incidentes.
Dicho cohete, el más grande y potente del planeta, es clave en los planes de Musk de intentar llevar al hombre a Marte.
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