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Cristóbal Balenciaga: un legado que es un manifiesto

A 50 años del fallecimiento del modista español, sus trajes visten museos del mundo

  • ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL

04/09/2022 07:00 am

Julio González Liendo
ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL


Hoy en día hablar de Balenciaga es hacer referencia a una marca que se caracteriza por la disrupción y la creatividad de sus propuestas, una posición que, a veces, es incomprendida por el público. Sin embargo, Balenciaga es mucho más profundo que eso. Su origen se debe al diseñador de moda español Cristóbal Balenciaga, nacido en 1895 en la pequeña ciudad pesquera de Guetaria, en el País Vasco.

Cristóbal nació en el seno de una familia humilde, cuyo padre falleció cuando él tenía apenas diez años. Desde entonces, tuvo la responsabilidad de apoyar a su mamá en los quehaceres de la costura para atender las necesidades del hogar, inicios que le permitieron incursionar en lo que sería una carrera con mucho éxito. Su mayor influencia en la moda se dio luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial. Con tan solo 21 años abrió su primera tienda en San Sebastián, desde donde comenzó a forjarse un nombre en el mundo de la moda.

Aunque logró abrir tiendas en Madrid en 1932 y Barcelona en 1938, Balenciaga no alcanzó la fama hasta después del estallido de la Guerra Civil Española, cuando decidió levantar vuelo y trasladarse a París. Allí se posicionó rápidamente, no solo en las mujeres que deseaban llevar un Balenciaga para sus galas, sino entre sus propios colegas. Christian Dior le llamó “el maestro” y Coco Chanel le consideraba “el mayor modista”. Gracias a su estilo sobrio y austero, logró vestir a personalidades del cine y la realeza como la Reina Fabiola de Bélgica, Grace Kelly, Marlene Dietrich y Greta Garbo.

Cristóbal Balenciaga conquistó el mundo de la moda con su vestido camisero, el uso de tacones bajos y el traje chaqueta, pese a que en París las mujeres apostaban por el New Look impuesto por colega Christian Dior. Su posición en el mundo de la moda se mantuvo hasta la llegada del Prêt-à-porter, lo que él consideraba ir en contra de su estilo, exclusividad e individualidad. Por ello, se retiró de la industria.

Balenciaga no solo representó una revolución en la moda, sino también en la forma en que era apreciada en el mundo. En 1970 se convirtió en el primer diseñador en tener una exposición monográfica para mostrar su trabajo. El Museo Bellerive de Suiza, que apenas abría sus puertas, decidió crear una exhibición de los trajes más importantes del maestro. Luego en 1973, casi un año después de su desaparición física, el Museo Metropolitano de Nueva York, decidió hacer lo propio al inaugurar la exposición The World of Balenciaga.

Con este movimiento, que luego fue seguido por diseñadores como Yves Saint Laurent, Christian Dior, Coco Chanel, el mundo de la moda fue conquistando espacios dentro del mundo el arte; espacios que por mucho tiempo le fueron negados. Hoy en día hablar de Balenciaga dentro del museo, es cotidiano. Actualmente, el Fashion Institute Of Technology del MET tiene abierta la exposición: Dior + Balenciaga, The Kings of Fashion and their Legacies, la primera muestra de los dos grandes hacedores de la moda juntos. Por su parte, el Cristóbal Balenciaga Museoa, en Guetaria, inaugura en noviembre una nueva exposición sobre el maestro. Dos muestras que permiten entender el aporte de Cristóbal Balenciaga a la moda universal.

Contra las atrocidades



Durante mucho tiempo, luego del fallecimiento del maestro en 1972, la casa Balenciaga recibió a nombres como Michel Goma, Josephus Thimister, Nicolás Ghesquière y Alexander Wang, quienes intentaron continuar el legado del modisto español. El 2015, el grupo Kering, propietario de la marca, anunció la incorporación de Demma Gvasalia como director creativo de la firma. Un movimiento que ha sido el renacer del significado Balenciaga.

Gvasalia, un georgiano que venía ser el creador y director de la marca Vetement, rompió todas las reglas de la casa Balenciaga, generado mucha polémica. Primero fue la bolsa de Ikea, que se vendió rápidamente y que significó, según sus propias palabras, una crítica al consumismo desmedido de algunas personas. Luego los Crocs con tacón, una apuesta que muchos dicen no contribuyó en nada a la moda. Y, más recientemente, los zapatos sucios y destruidos, cuyos 1000 ejemplares, se vendieron tan solo en media hora.

En marzo de 2022, en pleno inicio de la invasión rusa a Ucrania, Demma presentó su colección prêt-à-porter con modelos caminando bajo un duro invierno, con maletas y bolsas, recordando los obstáculos que sufren quienes huyen de la guerra. Luego lanzó un par de zapatos destruidos, sucios y desgastados. Unos zapatos que, para muchos significaban lo más feo de la moda, mientras que los estudiosos resaltaban el propio manifiesto político de dicho calzado. La moda tiene la obligación de mostrar y expresarse en contra de las atrocidades que se cometen en el mundo moderno, siempre resalta Demma en sus entrevistas.

Demma Gvasalia también ha retomado el rumbo de la haute couture de la marca Balenciaga. Paris, en su semana del alta costura, presenció este renacer. Nicole Kidman, Kim Kardashian, Naomi Campbell, Bella Hadid y hasta Dua Lipa, fueron las encargadas de llevar los trajes que presentaba la firma, una rememoración absoluta de los inicios de Cristóbal Balenciaga en París.

El desfile fue un homenaje a quien, nacido en España, dio grandes trazos para construir lo que el mundo conoce hoy como alta costura; por eso se realizó el día que se celebraba la inauguración de la primera tienda de Cristóbal Balenciaga en París.
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