Maria Elena Franceschi
Hace poco tuve el placer de navegar a bordo del Scenic Jasper, barco perteneciente a la naviera Emerald Cruises, la cual ofrece otros cruceros como el Emerald Spanic, especializado en salidas todo incluido para hispanoparlantes; Scenic Luxury, marca de lujo, y Scenic Eclypse con su yate de expedición de lujo.

Al llegar al aeropuerto de Budapest fuimos recibidos por su personal, el cual nos trasladó hasta el dock en el río Danubio. Al abordar el crucero respiramos ese ambiente único y elegante con una tripulación super encantadora. Nos solicitaron nuestro test negativo PCR, certificado de vacunación y pasamos al lounge a tomarnos un coctel, mientras esperábamos que llamaran a los invitados de las agencias de viaje para realizar el check-in.

Me sorprendió que no nos pidieron ninguna tarjeta de crédito para cubrir gastos incidentales, y es que a bordo del Scenic Jasper casi todo está incluido, desde un mayordomo que te asiste las 24 horas, bebidas alcohólicas y no alcohólicas, comidas, servicio de canapés, café y té, excursiones durante el recorrido, bicicletas eléctricas, traslados desde el aeropuerto y viceversa hasta clases de yoga y ejercicios al aire libre.

Debo resaltar la maravilla del servicio que prestan a través de dos aplicaciones de que dispone la empresa: Scenic Voice y Scenic Tailormade. Cuando se realizan las excursiones se utiliza Scenic Voice, y se escucha la narración del guía; la segunda sirve para explicar cada detalle y lugar de interés que se ve durante la travesía.

La gastronomía a bordo está basada en los tres eventos culinarios y una cena a la carta servida en el magnífico restaurante llamado Reflections, que permite observar el paisaje mientras se degusta la comida. Existe un pequeño restaurante, Portobello, para el que se necesita invitación del capitán o de la empresa naviera.

Estos barcos fluviales son todos del mismo tamaño, son medidas estándar para poder pasar por las diferentes esclusas a lo largo del río Danubio. Lo que los diferencia es la decoración, los acabados, el servicio que ofrecen, el lujo y confort de las habitaciones. La capacitación del personal a bordo hace la diferencia al momento de tener que elegir la naviera y las excursiones básicas, que a bordo de Scenic Cruises están incluidas.

Los costos adicionales en los que se puede incurrir a bordo serían el spa, el salón de belleza, las compras a bordo y las excursiones especiales.

El Scenic Jasper cuenta con 82 suites con una capacidad para 163 pasajeros, incluida dos Royal Owners Suites. Me alojé en la Panorama Balcony que cuenta con un balcón integrado, un sistema de ventanas panorámicas que se bajan eléctricamente, cama de tamaño queen, almohadas de plumas, minibar de cortesía, zapatillas y amenities de L’occitane. Todo con una decoración sobria, moderna, de lujo.

Excursiones por el Danubio
Comenzamos el espectacular recorrido en la hermosa ciudad de Budapest. Conocimos Buda, la ciudad alta situada a la orilla izquierda del Danubio, y Pest, la ciudad baja que se encuentra en el margen derecho del río. Budapest llegó a ser la segunda ciudad en importancia del imperio Austrohúngaro, después de Viena.

El barco recorrió el Danubio pasando frente al Parlamento, de arquitectura neogótica y neorrenacentista, que fue la obra más grande en su época y que consta de 691 habitaciones.

Seguimos nuestro recorrido hacia Viena, capital de Austria, donde visitamos el Palacio de Liechtenstein. Fue mandado a construir a finales del siglo XVII por el príncipe de Liechtenstein y es muestra de cómo vivía la alta aristocracia durante el periodo de máximo esplendor de la dinastía de los Habsburgo.

Otros tours alternativos incluidos en el crucero son Bratislava, el Palacio de Schönbrunn o el Museo de Belvedere. En la tarde tuvimos tiempo libre para disfrutar de Viena y en la noche fuimos a un sorprendente concierto privado con música de Strauss y Mozart.

Continuamos hacia Dürnstein para visitar el Castillo de Artstetten, donde fuimos recibidos por la princesa con una copa de vino y un breve relato familiar. Allí reposan los restos mortales del archiduque Francisco Fernando de Austria y su esposa Sofía.

Entre otros tours se incluyen la visita a la Abadía Benedictina o un paseo guiado en bicicleta a lo largo del río Danubio

Al día siguiente llegamos a Salzburgo y elegí visitar la ciudad medieval checa de Cesky Krumlov, Patrimonio de la Humanidad.

Nuestro último día fue en Passau, con la posibilidad de conocer esa ciudad o visitar Regensburg. Esa noche tuvimos una invitación cortesía de la naviera para cenar en el restaurante Portobello, en el que disfrutamos de una excelente velada con distintos vinos y una alta gastronomía.

Desde Passau desembarcamos con el servicio de shuttle hacia los aeropuertos de Munich o Nuremberg, según fuese el vuelo de regreso.

Una semana espectacular, con unos colegas maravillosos, creando amistades con mucho cariño y recordándolos siempre.