Si algo puso de manifiesto la más reciente elección de Miss Universo, es que la representante de Venezuela, otrora motivo de interés, en este y otros certámenes internacionales, ya no ostenta el mismo foco de atención de antes. Y seguirá siendo así mientras persista la crisis política y social que vivimos. Como toda empresa comercial -y este y los demás certámenes de belleza a nivel global lo son-, siempre se privilegiará lo que posibilite, de la manera más fluida posible, la promoción de sus triunfadoras, que en sus recorridos internacionales, además de promover la marca del concurso, también lo hacen con las de diferentes productos que patrocinan las actividades de la organización, lo cual, por la situación actual de Venezuela, no estaría plenamente garantizado.

Así se explica la poca atención recibida por Mariangel Villasmil, la bella zuliana que nos representó a la hora de la votación, a cargo del jurado y “miembros del personal del concurso” (?), tal y como fue anunciado durante la gala final por los animadores de la ceremonia, el actor de origen latino Mario López y Oliva Culpo, Miss Universo 2012. Vale destacar que Miss Venezuela recibió buen respaldo, en todos los actos previos en los que participó, por parte de “missólogos” y demás fanáticos que pululan en la periferia de este certamen, la mayoría de ellos compatriotas suyos, muy ruidosos y entusiastas a la hora de demostrar su apoyo.

Aunque también hay que decir que Mariangel no apareció nunca en las listas oficiosas de favoritas, aunque generalmente se le mencionaba como posible integrante del grupo de finalistas y semifinalistas. De allí que sorprendiera que no se le incluyera ni siquiera en el grupo de 21 preseleccionadas, integrado mayoritariamente por latinoamericanas, algunas de ellas de países tan inusuales en este certamen como Nicaragua, Costa Rica y la cercana antilla neerlandesa de Curazao. En esta selección apareció también la representante de Argentina, preparada por el ex Zar de la belleza venezolano Osmel Sousa. ¿Lobby de por medio por parte de nuestro experto en misses? La posibilidad, hay que decirlo, no estaría del todo descartada.

De esta manera vimos cómo este Miss Universo de la pandemia se celebró sin unos de sus ganchos por excelencia, la participación de una competidora venezolana. Y por los vientos que soplan, parece que será así en próximas ediciones. Veremos qué ocurre en la de 2021, a efectuarse dentro de seis meses (esta fue la correspondiente a 2020, suspendida el año pasado por la crisis del coronavirus). Suponemos que la Organización Miss Venezuela ya estará afinando sus estrategias de cara a este próximo compromiso, que se erige desde ya como una empinada cuesta. Algunos “missólogos” sostienen que “debe haber cambios en esa organización”, tal y como se lo gritaron a voz en cuello a Gabriela Isler, Miss Universo 2013 y directora de comunicaciones y formación del certamen nacional, poco después de la ceremonia del domingo pasado, en donde se encontraba acompañando a la bella y desairada zuliana.
@aquilinojmata