Ficciones asesinas es un thriller con estructura de un diario, en cuyas páginas transita mucho de esta historia nuestra, que hoy parece ineludible a nuestra literatura. La trama se desarrolla en el microcosmos de un conjunto residencial, donde las tensiones comunitarias, las penurias compartidas por la precariedad de los servicios públicos y los secretos ocupan la cotidianidad de los vecinos.

La historia gira en torno a una ex escritora que habita en esa curiosa comunidad, Elizabeth Rosenberg, quién inicia un registro de los variopintos comportamientos de sus vecinos sometidos a esta situación económica y social límites. Surgirá entre ella y un vecino italiano ex detective, dotado de una aguda intuición criminal, una extraña relación a partir de la sospecha de conexiones ocultas en una serie de accidentes que se suceden y que hacen presumir que ella puede ser la próxima víctima.

Cuando Krina Ber llegó a Venezuela, en 1975, no sabía “ni decir buenos días”. Apenas en 2000 empezó a escribir en nuestra lengua, y hoy reúne en su haber una envidiable de premios y reconocimientos: Concurso de Cuentos del diario El Nacional (2007); Premio Monte Ávila Editores para Autores Inéditos (2004) y Bienal Literaria del Ateneo de Calabozo (2005). Además, fue incluida en la antología de Nueva Narrativa Urbana de Alfadil (2006), y en casi todas las publicaciones colectivas de cuentos venezolanos.

Su novela, dice, se desarrolla “en el hervidero de paranoias analógicas y digitales que implica vivir en un país totalitario. Pero –aclara– aquel país ficticio no es Venezuela, y su opresivo régimen tampoco es el nuestro. No obstante, confieso que el diario de Bet tiene partes de mi propio diario, y las experiencias de los personajes no parecerán ajenas a ningún lector venezolano.

Con esta obra, la FCU inaugura su nueva oferta de libros digitales, a la que se suman las ediciones de El nervio poético, de Alberto Hernández, y el IV tomo de La ciudad en el imaginario venezolano, de Arturo Almandoz.