Benjamin Biolay, de 48 años, ha arrasado ya que también recibió el premio al mejor álbum por Grand Prix, un disco conceptual salido de su pasión por la Fórmula 1.  

El cantautor ha multiplicado los proyectos en los últimos años, entre sus propios discos, sus colaboraciones (con Vanessa Paradis, por ejemplo) o los homenajes y también ha actuado en algunas películas.

Pomme, voz del movimiento #MeToo en la música, obtuvo la otra recompensa muy esperada, la de mejor artista femenina.

Este trofeo proyecta los focos sobre el movimiento #MeToo, que aún emerge en la industria musical bajo el nombre de #Musictoo.

Pomme ha calificado su "llegada a la industria musical" de "traumática" en una carta abierta publicada el jueves por el medio digital Mediapart. "Desde mis 15 hasta mis 17 años, fui manipulada, acosada moral y sexualmente, sin ser consciente de ello, evidentemente", afirma la artista de 24 años.

Al recibir el premio el viernes, deseó una "industria (musical) más segura para las mujeres" y espera que se consiga "cambiar los códigos".

Entre los otros premios, Yseult obtuvo el de revelación femenina del año, Grand Corps Malade y Camille Lellouche el de mejor canción por Mais je t'aime y Hervé el de revelación masculina. El mejor clip fue para Julien Doré, por Nous.

Entre los galardones restantes destaca la Victoria de honor para Jane Birkin por el conjunto de su carrera. Ella asistió a la gala en zapatillas deportivas, como suele hacer.

Debido a la crisis sanitaria, la velada se ha desarrollado sin público pero con la presencia de casi 200 figurantes para aplaudir.