Ana María Simón: “Siempre debe existir un relevo”
La pandemia acercó más a la actriz, locutora y presentadora de TV a su hija Micaela, fruto de la relación con su exesposo Rafael “El Pollo” Brito
Ana María Simón representa buena parte de la camada de locutores que, apegados al humor y la ironía, marcó un precedente en la radio. La suma de todas sus experiencias desde la cabina y en televisión, donde demostró su talento como actriz, hace vigente su trabajo, pese a que también decidió migrar como muchos artistas venezolanos.
Ahora, la presentadora de TV vive en lo que define como un “exilio voluntario”. Ante un panorama marcado por los cambios que impuso la pandemia y las nuevas herramientas que dispone su relevo, ella decidió amoldarse para continuar dedicada a la dinámica que supone la industria del entretenimiento.
“Las nuevas generaciones han tenido plataformas distintas. Tienen una autonomía e independencia que no tuvimos nosotros, pero a su vez creo que eso implica aún más responsabilidad. Si se quiere nuestra generación tenía una guía que nos decía por dónde ir y cómo manejarnos en un mercado muy lineal. Ellos van solos. En la televisión y la radio que hacíamos la única sorpresa era el rating”, menciona vía telefónica para El Universal desde Madrid.
Y prosigue: “No pretendo decir que para nosotros fue más fácil, solo que con la rueda que hicimos y la carretera que ya habíamos recorrido, nos adaptamos a nuevas plataformas. Siempre debe existir un relevo. Con esto tampoco quiero decir que quienes estábamos antes, ya vamos de salida. Siento que me queda mucho por delante, pero sí debemos acoplarnos”.
Así como las ciento de aplicaciones o los “likes” se han convertido en mecanismos alternativos para lograr que un contenido tenga alcance, la escritora del libro Soy de pura madre advierte acerca de lo que -a su juicio- pudiera ser una desventaja en estos tiempos. “Hay movimientos para defender todo y a todos. La susceptibilidad es un arma de doble filo para el humorista. Habrá humoristas que se verán afectados por hacer chistes de asiáticos o de alguien que gaguee. Mi generación era menos susceptible. En ella no había bullying, existía el chalequeo y convivíamos con eso”, comenta la conductora de Los panas de Ana y Está permitido equivocarse.
Simón reconoce que debe prevalecer la responsabilidad cuando se trata de comunicar un mensaje. “Estoy de acuerdo con que haya muchísimo más cuidado a la hora de abrir la boca, porque tanto los nuevos comediantes como las personas que tienen una parcelita de visibilidad en las redes sociales, deben entender que hay niños que los pueden escuchar e imitarlos. Entonces hay que ser responsables con eso, pero mi generación ya llevó paliza. Sabemos con qué meternos”, dice una de las precursoras del recordado Reto Suaz en La Mega.

Ahora, la presentadora de TV vive en lo que define como un “exilio voluntario”. Ante un panorama marcado por los cambios que impuso la pandemia y las nuevas herramientas que dispone su relevo, ella decidió amoldarse para continuar dedicada a la dinámica que supone la industria del entretenimiento.
“Las nuevas generaciones han tenido plataformas distintas. Tienen una autonomía e independencia que no tuvimos nosotros, pero a su vez creo que eso implica aún más responsabilidad. Si se quiere nuestra generación tenía una guía que nos decía por dónde ir y cómo manejarnos en un mercado muy lineal. Ellos van solos. En la televisión y la radio que hacíamos la única sorpresa era el rating”, menciona vía telefónica para El Universal desde Madrid.
Y prosigue: “No pretendo decir que para nosotros fue más fácil, solo que con la rueda que hicimos y la carretera que ya habíamos recorrido, nos adaptamos a nuevas plataformas. Siempre debe existir un relevo. Con esto tampoco quiero decir que quienes estábamos antes, ya vamos de salida. Siento que me queda mucho por delante, pero sí debemos acoplarnos”.
Así como las ciento de aplicaciones o los “likes” se han convertido en mecanismos alternativos para lograr que un contenido tenga alcance, la escritora del libro Soy de pura madre advierte acerca de lo que -a su juicio- pudiera ser una desventaja en estos tiempos. “Hay movimientos para defender todo y a todos. La susceptibilidad es un arma de doble filo para el humorista. Habrá humoristas que se verán afectados por hacer chistes de asiáticos o de alguien que gaguee. Mi generación era menos susceptible. En ella no había bullying, existía el chalequeo y convivíamos con eso”, comenta la conductora de Los panas de Ana y Está permitido equivocarse.
Simón reconoce que debe prevalecer la responsabilidad cuando se trata de comunicar un mensaje. “Estoy de acuerdo con que haya muchísimo más cuidado a la hora de abrir la boca, porque tanto los nuevos comediantes como las personas que tienen una parcelita de visibilidad en las redes sociales, deben entender que hay niños que los pueden escuchar e imitarlos. Entonces hay que ser responsables con eso, pero mi generación ya llevó paliza. Sabemos con qué meternos”, dice una de las precursoras del recordado Reto Suaz en La Mega.

Ana María Simón: "Para mí es más importante lo que suena que lo que se ve" (CORTESÍA)
“La televisión me buscó a mí”
La polifacética carrera de Ana María Simón le permitió pasearse por diversas ramas del arte. En 2019 prestó su voz para dar vida a Chloe, una gata de la película animada La vida secreta de tus mascotas. Define como compleja y complicada la experiencia que significó el doblaje para la cinta. “Ha sido algo esporádico y eventual que he disfrutado mucho, pero no es un área en la cual me quiera especializar”, dice.
Confiesa que lograr un lugar la pantalla chica permitió proyectar su trabajo. “Con la televisión me ha sucedido algo muy curioso. Nunca la he buscado, ella siempre me ha buscado a mí, pero cuando me encuentra la pasamos muy bien. Realmente la radio y el teatro son mis hábitats naturales; los lugares donde me siento mejor. Ambos son mis medios por naturaleza”.
“Mi esencia de radio está allí siempre. Cualquier cosa que pudiera hacer para verse, siempre lo voy a pensar de una manera que se pueda oír. Siempre me imagino a mí misma en audio. Para mí es más importante lo que suena que lo que se ve. Ahora, si hay que ajustarse a las nuevas plataformas lo haré”, agrega la actriz que formó parte del elenco de la telenovela La mujer perfecta, entre otras.
-Tal parece que su relación con Rafael “El Pollo” Brito concluyó en buenos términos.
-Cuando uno se separa hay tristeza, dolor y rabia. Pero no se pueden imponer esas cosas en un niño que no tiene la culpa de nada. Viví el divorcio de mis padres, el cual fue un desastre y sus hijos fuimos las víctimas. Gracias a ese ejemplo dije que haría lo opuesto, entonces lo conversé con “El Pollo” y le expliqué que no quería lo mismo para nuestra hija. Nosotros no seguimos juntos, pero ellos, como padre e hija, lo estarán para siempre. Honestamente llevamos eso muy bien, porque “El Pollo” es un padre muy presente. Él habla al menos dos veces al día con Micaela, viene cada vez que puede y se queda aquí en la casa. Hay una relación verdaderamente chévere. No somos amigos, pero somos los padres de Micaela y eso vale más que cualquier cosa.
-Siendo una mujer tan polifacética, ¿qué opinión tiene del “empoderamiento femenino”?
-No recuerdo que en algún momento de mi vida no haya sido empoderada. Siempre he tenido que echarle pichón a la vida. Ahora considero que hay una actitud, si se quiere, de lastima hacia la mujer. Las mujeres hemos sido empoderadas todo el tiempo. Entiendo que sí hay mujeres que han sido maltratadas, pero yo no estoy en ese grupo. A mí nadie me ha maltratado ni en mi trabajo. La única que lo ha hecho he sido yo misma. Gracias a Dios lo entendí y lo traté a tiempo. Pero el empoderamiento es algo que se puso de moda. Yo opto por hablar desde lo natural y de lo que implica para mí trabajar, no depender de nadie, entender que si hay alguien a tu lado, está bien pero no tienes que supeditar todo a esa persona. A mí no me gusta esa palabra, pero si le hace bien a la humanidad y a las mujeres, bienvenida sea. Creo mucho en el libre albedrío.
-¿Qué reflexión de vida tiene acerca de la pandemia?
-Pese a la pandemia sigo teniendo proyectos, planes y sueños. Sigo trabajando en ellos. Si el Covid-19 continúa, debo tener la suficiente inteligencia para adaptarme a lo que venga. Si hay algo que me enseñó la pandemia es a no dar nada por sentado; tener el sueño y el plan, pero ser lo suficientemente flexible para entender que las cosas pueden cambiar y estar preparada para ello. Entendimos que lo digital es el presente y el futuro, adaptémonos a eso. La pandemia me ayudó a acercarme a mi hija. Me sirvió para calentar mi casa, porque vivimos muy rápido. Me siento más poderosa luego de la pandemia, que antes.
@EduardoMuriam
“La televisión me buscó a mí”
La polifacética carrera de Ana María Simón le permitió pasearse por diversas ramas del arte. En 2019 prestó su voz para dar vida a Chloe, una gata de la película animada La vida secreta de tus mascotas. Define como compleja y complicada la experiencia que significó el doblaje para la cinta. “Ha sido algo esporádico y eventual que he disfrutado mucho, pero no es un área en la cual me quiera especializar”, dice.
Confiesa que lograr un lugar la pantalla chica permitió proyectar su trabajo. “Con la televisión me ha sucedido algo muy curioso. Nunca la he buscado, ella siempre me ha buscado a mí, pero cuando me encuentra la pasamos muy bien. Realmente la radio y el teatro son mis hábitats naturales; los lugares donde me siento mejor. Ambos son mis medios por naturaleza”.
“Mi esencia de radio está allí siempre. Cualquier cosa que pudiera hacer para verse, siempre lo voy a pensar de una manera que se pueda oír. Siempre me imagino a mí misma en audio. Para mí es más importante lo que suena que lo que se ve. Ahora, si hay que ajustarse a las nuevas plataformas lo haré”, agrega la actriz que formó parte del elenco de la telenovela La mujer perfecta, entre otras.
-Tal parece que su relación con Rafael “El Pollo” Brito concluyó en buenos términos.
-Cuando uno se separa hay tristeza, dolor y rabia. Pero no se pueden imponer esas cosas en un niño que no tiene la culpa de nada. Viví el divorcio de mis padres, el cual fue un desastre y sus hijos fuimos las víctimas. Gracias a ese ejemplo dije que haría lo opuesto, entonces lo conversé con “El Pollo” y le expliqué que no quería lo mismo para nuestra hija. Nosotros no seguimos juntos, pero ellos, como padre e hija, lo estarán para siempre. Honestamente llevamos eso muy bien, porque “El Pollo” es un padre muy presente. Él habla al menos dos veces al día con Micaela, viene cada vez que puede y se queda aquí en la casa. Hay una relación verdaderamente chévere. No somos amigos, pero somos los padres de Micaela y eso vale más que cualquier cosa.
-Siendo una mujer tan polifacética, ¿qué opinión tiene del “empoderamiento femenino”?
-No recuerdo que en algún momento de mi vida no haya sido empoderada. Siempre he tenido que echarle pichón a la vida. Ahora considero que hay una actitud, si se quiere, de lastima hacia la mujer. Las mujeres hemos sido empoderadas todo el tiempo. Entiendo que sí hay mujeres que han sido maltratadas, pero yo no estoy en ese grupo. A mí nadie me ha maltratado ni en mi trabajo. La única que lo ha hecho he sido yo misma. Gracias a Dios lo entendí y lo traté a tiempo. Pero el empoderamiento es algo que se puso de moda. Yo opto por hablar desde lo natural y de lo que implica para mí trabajar, no depender de nadie, entender que si hay alguien a tu lado, está bien pero no tienes que supeditar todo a esa persona. A mí no me gusta esa palabra, pero si le hace bien a la humanidad y a las mujeres, bienvenida sea. Creo mucho en el libre albedrío.
-¿Qué reflexión de vida tiene acerca de la pandemia?
-Pese a la pandemia sigo teniendo proyectos, planes y sueños. Sigo trabajando en ellos. Si el Covid-19 continúa, debo tener la suficiente inteligencia para adaptarme a lo que venga. Si hay algo que me enseñó la pandemia es a no dar nada por sentado; tener el sueño y el plan, pero ser lo suficientemente flexible para entender que las cosas pueden cambiar y estar preparada para ello. Entendimos que lo digital es el presente y el futuro, adaptémonos a eso. La pandemia me ayudó a acercarme a mi hija. Me sirvió para calentar mi casa, porque vivimos muy rápido. Me siento más poderosa luego de la pandemia, que antes.
@EduardoMuriam
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