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LARA ALCÁNTARA

MIRADA EXPUESTA | “Cuarentena”

La fotógrafa caraqueña, residenciada en Nueva York, relee desde el humor negro las alteraciones causadas a su cotidianidad por el confinamiento. También, reinterpreta a algunos de los maestros del arte universal

  • JUAN ANTONIO GONZÁLEZ

17/11/2020 01:00 am

Todo comenzó con una fotografía en la que ella misma aparece metida en una lavadora con un vestido y unos zapatos de alta moda. Era su manera de expresar visualmente que quería escapar de un mundo agobiado por la aparición del Covid-19. Su cotidianidad y su rutina cambiaron drásticamente, pero la fotógrafa caraqueña Lara Alcántara no sucumbió, sino que encontró en sus nuevas vivencias hogareñas no pocos motivos para crear imágenes. Se retrató planchándose la cabeza, en plena pelea con la aspiradora o colgada dentro de su ropero…



“Decidí involucrar mi cámara en mi día a día, y divertirme”, dice Alcántara, quien conjuró sus ansiedades, miedos e incertidumbres con altas dosis de humor negro.

Así nació la serie Cuarentena, sucesión de escenas cotidianas que rozan el surrealismo. “El confinamiento me puso de nuevo frente a mi cámara, pensando en imágenes de fantasías que se venían a mi mente en sueños, a veces despierta o dormida”, comenta la artista residencia en Nueva York, donde trabaja desde hace 12 años en el área de las relaciones públicas en el mundo de la moda.



-En términos creativos, ¿qué ha representado para usted el confinamiento?
-El confinamiento comenzó turbulento, lleno de incertidumbre, miedo y ansiedad. Lleno de quehaceres rutinarios que no eran parte de mi día a día. Mis familiares están todos encerrados en casa conmigo. Yo acostumbro trabajar en casa la mayor parte del tiempo. Imagínate el cambio. Colegio en línea, lavar, cocinar tres veces al día y tratar de lucir como si estuviera todo bajo control para mis hijas. Pero a la vez en estos momentos descubrí que mi espacio podría corresponder a escenas cinematográficas o momentos de la vida diaria de una mujer al borde de un ataque de nervios. El confinamiento del Covid-19 me hizo recordar algo que aparentemente había olvidado en el rush de mi vida diaria: el tiempo.

“Decidí así unir mis dos pasiones: la fotografía y la moda. En ese momento tenía una audiencia de 13,2k en redes sociales que estaban también teniendo los mismos sentimientos que yo ya que el mundo entero, por primera vez, se había cerrado”, agrega la fotógrafa.



Después de la imagen en la lavadora, siguieron la de ella planchando su cabeza, de la ella peleando con la aspiradora, la de ella colgando dentro de su ropero. “Sucesivamente, fui retratando el día a día de la vida en casa durante la cuarentena”, agrega Alcántara.

Paralelamente, la artista visual comenzó a expresar sus ideas en los “captions” de su cuenta en Instagram (@laraalcantara), “ya sin sentir que le debía algo a alguien, sino para desahogar mi propia angustia”. Retomó así su estudio de la Historia del Arte: Da Vinci con La última cena; Vermeer con La joven con el zarcillo de perla, Velázquez con Las Meninas y muchos otros...



“Mi creatividad comenzó a desatarse sin límites. Me encontré de nuevo frente a mi cámara pensando en imágenes de fantasías que se venían a mi mente en sueños, a veces despierta o dormida. Fue como una sesión retomada. Ver el mundo a través de mi cámara en imágenes. Esto me hizo sentir un nuevo romance con mi cámara. Un affaire delicioso”, comenta la artista.

-¿Qué reflexiones sumó a su trabajo?
-La más importante es que puedo ser yo misma, que no debo tener miedo de serlo, de ser juzgada por el público ni por mí misma. Los artistas tenemos la mala costumbre de juzgar constantemente nuestro trabajo. Un amigo muy querido me mandó un escrito por Martha Graham que reza: “Como artistas no vinimos aquí a juzgar nuestro trabajo, sino a hacerlo”. Eso quitó un morral muy pesado de mi espalda que decidí tirar. Allí comencé a crecer como creativa de una manera feroz.

“La cotidianidad -prosigue Alcántara- se convirtió en mi mejor aliada. Mis hijas, mi vida familiar, mis emociones, mis miedos, mis ansiedades y mis fantasías, son las que me hacen única como persona. Todos somos únicos y es algo que me ha costado comprender”.

Comenta la artista que en agosto de este año entró en una residencia de artistas por dos semanas. “Estuve aislada en un hotel al frente de una playa. Me discipliné de manera muy estricta: levantarme todos los días a las 5:30 am, ir a ver el amanecer, a hacer fotos, a meditar (qué nunca había hecho antes) escribir que es algo que siempre he hecho desde niña… llegar a la casa, desayunar, hacer más fotos, almorzar, cenar, volver a salir en bicicleta a buscar locaciones, investigar, leer y finalmente dormir… y luego de nuevo. Trabajé dos proyectos a la vez: uno de noche y uno de día. Imágenes inspiradas por Federico Fellini, Gregory Crewdson, Scorsese y Edward Hopper, entre otros. En ese proceso me di cuenta que había cambiado de una manera inesperada y se me ocurrió, siguiendo las tradiciones nórdicas, tomar la idea de ‘enterrar’ mi antiguo yo a la orilla del mar. Así que una mañana, a las 5:45 am, construí un monumento funerario de algas, que fue la tumba de mi viejo yo. Alrededor estaban la chamana y las mujeres que bailaban alegres por el renacimiento de la nueva Lara”.

"Las Meninas" según Lara Alcántara 

-¿Qué líneas de investigación visual desarrolla en este momento?
-He estado haciendo muchas interpretaciones de pinturas icónicas de la historia del arte como Las Meninas de Diego de Velázquez; La creación de Miguel Ángel y una versión de Miranda en la Carraca, de Arturo Michelena. También analizo mis sueños, mis escritos y mis emociones. 

Reinterpretación de "La Creación" de Miguel Ángel

-¿Qué exposiciones de su obra le esperan en los próximos meses?
-El 10 de este mes se inauguró una exposición en la Galería Nohra Haime, en Nueva York, una galería muy respetada y con mucha tradición. Esta exposición es para mí un sueño hecho realidad. En diciembre también formaré parte de una exhibición la Galería Art N Foley, de Miami, con una imagen de 60 x 90 pulgadas en una muestra patrocinada por Ruinart. Estoy tramitando una representación de una importante galería de Barcelona, en España. Trabajo sin parar tratando siempre de romper con los límites que uno siempre se pone. Mi audiencia en Instagram ha crecido a 20.400 seguidores que disfrutan de mi trabajo.

@juanchi62



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