Menudo: sombras y figuras de la boy band más famosa de Latinoamérica
Revive la menuditis con el estreno de la serie "Súbete a mi moto" en Amazon Prime, aquí un hibrido de reportaje–crónica sobre el grupo y la producción audiovisual
Dedicado a
Anthony Galindo porque sólo Dios conoce la verdad
a todos los ex menudos
y a las que hicieron la magia posible: las fans
Recuerdo que mi madre guardaba unos casetes y un llavero con láminas de plásticos que tenían impresos los retratos de cada uno de los integrantes: René Farrait, Xavier Serbiá, Johnny Lozada, Miguel Cancel y Ricky Meléndez. Había una foto muy particular donde usaban unos pantalones metálicos muy ceñidos al cuerpo dando una imagen muy hipersexual que contrastaba con sus voces angelicales. La canción Súbete a mi moto se convirtió en un himno, aunque hoy sea uno de los temas que suenan en todas las fiestas en la llamada “hora loca”, la letra la inspiró René por su pasión por las motos. En el tiempo que duró la agrupación activa se hicieron varias covers: en portugués e inglés cantada por Ricky Meléndez en los álbumes Manía y Reaching out y finalmente; una nueva versión en español interpretada por el venezolano Anthony Galindo, recientemente fallecido, en primer disco de MDO en el año 1997 cuando el grupo cambió su nombre e inició una nueva etapa después de que su creador Edgardo Díaz vendiera los derechos de Menudo a una compañía panameña.
En los primeros años de efervescencia de la menuditis, sus integrantes no tuvieron descanso: series, películas, giras promocionales, conciertos... En Venezuela realizaron su primer dramático Quiero ser, escrito por José Simón Escalona con la participación de Caridad Canelón, Henry Zakka, Hugo Carregal y transmitido por RCTV. De esa experiencia, la primera actriz Caridad Canelón comenta: “Eran muy sencillos a pesar del éxito, talentosos, a veces les costaba aprenderse los textos y actuar. Durante las grabaciones era muy complicado entrar o salir del canal por la cantidad de fans que querían verlos. Xavier y Johnny volvían locas a las muchachas, Ricky era el más tremendo y echador de broma; Miguel siempre fue el más reservado, y René era el más cariñoso. Fue una experiencia muy grata y agradezco haber sido testigo de ese fenómeno; recuerdo cuando fuimos a grabar en El Poliedro, nunca había visto tanta emoción por un artista”.
En este 2020 todo niño sueña con ser un youtuber o un influencer; antes todos soñaban con ser un Menudo. Raúl Reyes, hermano de Ray, de alguna manera lo cumplió cuando fue apoyo coral de la agrupación: “No pude estar en la formación, pero trabajé con mis ídolos y mi hermano”. El fenómeno de Menudo quizás sea algo raro de entender para los millennials que nacieron en un mundo interconectado o como bien lo dijo Rawy, uno de sus ex integrantes: “¿Te imaginas cómo hubiera sido el éxito de Menudo hoy?”.

Mary Black-Suárez, productora venezolana de la serie Súbete a mi moto, que ya está disponible en la plataforma streaming Amazon Prime y pronto en la televisión abierta de algunos países latinoamericanos, destaca la "genialidad" de Edgardo Díaz: “En esa época, el acceso a la información y a los medios era limitado. Cuando piensas que un grupo de cinco muchachos adolescentes se convierten en ídolos en un lapso tan corto, de tres o cuatro años, piensas: '¿Cómo lo lograron?'”. La productora explica que Díaz supo ver un sector del público infantil y juvenil abandonado por la industria musical y aprovechó la oportunidad para crear el grupo y promocionarlo con todo lo que tenía a su alcance; un ejemplo de ello fue esa primera producción dramática que hizo Menudo en Venezuela y que los ayudó para darse a conocer en Latinoamérica.
Una vez finalizada la serie sobre el cantante y compositor mexicano Juan Gabriel, Black-Suárez descubrió lo rica que era la historia de Menudo. Cinco años duró el proyecto desde la investigación que contempló entrevistas a Edgardo Díaz, al coreógrafo Joselo, Ricky Meléndez y a varias fans, revisión de periódicos y material de la época, también todo lo relacionado con la ambientación y el vestuario de tres décadas. Luego la escritura de guion junto a Sergio Jablón, los largos castings para conseguir a los más de treinta integrantes que formaron parte de grupo que debían bailar, cantar, actuar y parecerse físicamente, hasta el rodaje que se realizó entre Puerto Rico y México.
Si bien Ray Reyes, Xavier Serbiá, Johnny Lozada y Roy Roselló han manifestado cierto descontento hacia la serie por no incluir la versión de los integrantes, la productora venezolana destaca que en Súbete a mi moto no se juzga a nadie, cuenta en quince capítulos veinte años del grupo juvenil que marcó la música pop latina -vale destacar que fue inspiración para otras boys bands como New Kids on the Block o Backstreet Boys-, además espera que la historia pueda conectar con dos públicos: las fans y sus hijos, quienes descubrirán la música de Menudo.
En los años ochenta, Menudo era un éxito en México, Brasil, Argentina, Colombia, Estados Unidos y Filipinas; vendieron más de sesenta millones de discos, llenaron estadios de fútbol, eran imagen de las marcas más reconocidas, salían en las series y programas más famosos de la televisión estadounidense, tenían su propio avión y hasta le entregaron un Premio Grammy a Michael Jackson. Pero en los noventas todo cambió: la aparente perfección y felicidad no era tal.

En el año 1989 una nueva generación de Menudo -más roquera, con cabellos largos, chaquetas de cuero y pantalones rotos, que hablaba de la paz mundial y lo malo de consumir de drogas- conquistó otra vez a Venezuela, tuvo pequeñas participaciones en las telenovelas Abigail y Alondra, después hicieron la serie Los últimos héroes, junto a Mimí Lazo, Carlos Oliver, Gladys Ibarra y Tomás Henríquez. Yo nunca fui a conciertos ni a perseguirlos a ningún lado, no me interesaba, era una fan pasiva que guardaba los artículos de prensa, grababa las entrevistas de radio o televisión y llamaba a los hoteles para hablar con Robert y Rawy. Sin embargo, el animador y locutor Gustavo Pierral vivió de cerca la histeria colectiva que causaba el quinteto; me relató que ya en los hoteles no querían recibirlos y de la cantidad de chicas que iban al Teatro La Campiña para las grabaciones del programa De Gala: “Fueron momentos muy emocionantes, las muchachas llegaban muy temprano, algunas hasta dormían ahí en la calle; a la producción le tocó contratar personal de seguridad para que las cuidara. En algunas ocasiones buscamos dobles para despistarlas y así los integrantes pudieran salir por otra puerta del teatro sin problemas”.

Una periodista que seguíamos las fanáticas del grupo era Graciela Beltrán, quien apenas se había graduado de la universidad y nunca imaginó que treinta años después la entrevistarían por Menudo: “No era consciente de que eran un fenómeno, pero sí me daba cuenta de la locura que generaban en hombres, mujeres y niños. Lo viví como una reportera, aunque la gente pensaba que tenía un acceso a ellos permanente o que era su amiga. Cada vez que llegaba a Los Ruices, donde estaba la Dirección de Información de RCTV, las muchachas me entregaban papelitos con mensajes para ellos”.
Lo que nunca se imaginaron Pierral y Beltrán Carias es que Ricky Martin, aquel joven tímido que cantaba Gafas oscuras llegaría tan lejos y se convertiría en el solista más exitoso en la historia de Menudo. Su despedida de la agrupación fue en el Teatro Teresa Carreño en los Premios Ronda; ese día presentaron a su sustituto: Rawy, un adolescente que si bien tenía la experiencia artística, porque llevaba años en el escenario, enfrentaba sentimientos encontrados al reemplazar a uno de los integrantes más querido y formar parte del sueño de todo chico en aquella época: “Fue complicado y un reto sustituir a Ricky. Tuve el apoyo de Sergio y Rubén, los mayores en el grupo, para que me aprendiera las canciones y los bailes. Siempre hubo hermandad entre los integrantes y nunca sentí que alguno quisiera brillar más que otro”, explica Rawy, quien vive actualmente en Miami con su esposa y sus dos hijas, es pastor cristiano y pronto publicará su autobiografía con la editorial PanHouse.
En mi colegio, La Presentación, cada año en el mes de mayo se hacía un concurso de canto en honor a la Virgen Niña María. Cada salón debía escribir, componer y cantar su tema; mi grupo decidió hacer un cover religioso de la canción En mis sueños que interpretaba Ángelo. Ese día, mientras cantábamos, todo el colegio a viva voz entonaba la verdadera letra, fue un milagro que no nos expulsaran. Ganó el salón de quinto año, ahí estaba Caterina Valentino, quien era la de mejor promedio y tocaba el piano. Recuerdo muchísimo a Caterina porque era la alumna modelo que todas debíamos seguir.
La magia de Menudo duró poco. Pasaron muchas cosas que afectaron tanto al grupo como a la fanaticada. Mientras se grababa la serie de Los últimos héroes, Ángelo tuvo que ser internado de emergencias en el Hospital de Clínicas Caracas por una apendicitis, una vez recuperado salió del grupo. Entró brevemente César Abreu y luego fue sustituido por Adrián Olivares, el primer integrante mexicano. Grabaron el disco No me corten el pelo, seguían siendo roqueros pero con toques latinos, una combinación algo extraña. Parecía llegar la calma hasta que detuvieron a dos integrantes, Rubén y Sergio, por posesión de drogas en un aeropuerto. En esos días yo no quería ver las noticias sobre el tema y por supuesto mi tío Yayo se alegraba por tener razón sobre la verdadera imagen del grupo.
Quisimos saber la versión de Sergio Blass, pero lamentablemente sus declaraciones tienen precio. Sin embargo, Rawy sí declara: “No fue una situación fácil, fue un trauma para el grupo y para la fanaticada. Hay varias teorías sobre lo que realmente pasó, a ninguno nos consta, pero sí ocurrieron cosas raras días antes”.
Menudo seguía y rápidamente los reemplazos aparecieron: Edward Aguilera y Jonathan Montenegro, este último se convirtió en el primer venezolano en el grupo. Al año siguiente, los integrantes de la agrupación renunciaron en pleno por abusos laborales e incumplimiento de contrato: “Cuando se da este evento viene por un efecto dominó; nuestra renuncia no fue producto de un malentendido. Hoy veo esto de otra manera, te soy sincero me da mucha tristeza. Me hubiera gustado que la historia de Menudo no hubiera llegado a estos puntos, pero no era yo quien llevaba el pulso de lo que estaba sucediendo”, agrega Rawy.
El integrante mexicano desiste de la renuncia y decide continuar para forma parte de la llamada generación “A” de Menudo: Adrián, Alexis, Ashley, Abel y Andy abandonaron las canciones rock para tener un look más sosegado y romántico. Lograron conquistar al público peruano, aunque en el año 1993 Cecilia Huamán López falleció en un concierto, reviviendo la organización del grupo la tragedia que ocurrió años atrás en Brasil cuando murieron dos fans.
Se fue la claridad
Yo seguía al grupo hasta su final, a pesar que sus discos no se consiguieran tan fácil y casi no venían a Venezuela. Los escándalos y denuncias a Edgardo Díaz no pararon, esta vez fueron Ralphy Rodríguez y Raymond Acevedo. Menudo era la comidilla de la prensa y los talk shows. Sin embargo, Díaz nunca fue imputado, ni siquiera años después cuando René Farrait, Roy Roselló y Ángelo García denunciaron públicamente que fueron también abusados sexualmente.
Sobre el tema, Roselló dice que entró a Menudo sin hacer audición y que fue un capricho de Díaz, quien lo perseguía y le hacía regalos: “Todo niño quería ser un Menudo, tener fama, dinero y poder. Edgardo se enamoró de mí de una manera obsesiva; de hecho, su mamá estaba en contra de mi entrada a la agrupación. El día que fue a mi casa para dar la noticia, me escondí en el clóset y empecé a llorar. Yo sabía que sus intenciones no eran buenas. Todo el mundo en Puerto Rico le tenía miedo. Sabía escoger muy bien a los integrantes, elegía siempre a los más vulnerables”. Sobre este último punto es interesante reparar en el perfil de los integrantes: la mayoría provenía de familias disfuncionales y de una clase social baja o con problemas económicos, así que Menudo era una posibilidad de tener una mejor calidad de vida.
Roselló actualmente vive en Brasil, es pastor cristiano y pronto publicará su libro de forma independiente. Confiesa que tuvo cinco intentos de suicidio a raíz de la depresión y todo lo que vivió en el grupo Menudo: “Edgardo fue un genio, pero al mismo tiempo lo que construyó, lo destruyó. Se aprovechó de su poder para abusar de los integrantes. Yo no tengo miedo, ni vergüenza de hablar, sé que otros integrantes sí, por eso me odian y no quieren tocar el tema. Yo escondía una tristeza dentro de mí, sólo era feliz en el escenario. Cuando un niño es abusado, su alma muere por dentro”.
Algo que ha sido un denominador común de todos aquellos que trabajaron con Menudo es el talento, la disciplina y las ganas de trabajar; nunca hubo quejas. Sin embargo, Caridad Canelón opina que algo perdieron de su infancia; por su parte, la productora Mary Black-Suárez afirma que no: “Cuando entreviste a Ricky Meléndez me contó que llegaba al hotel a jugar con el Atari o salía a los pasillos a jugar con los carritos de control remoto, sencillamente era otra época y vivieron otras experiencias. Cada integrante tendrá sus propios recuerdos”. En relación a las denuncias que pesan sobre Edgardo Díaz, la productora afirmó que todos los seres humanos somos complejos y cometemos errores.
Lo cierto es que a excepción de Ricky Martín y Robo Braco Rosa, gran parte de los integrantes de Menudo ha revivido su música en varios proyectos que empezaron en el año 1997 con el Reencuentro; es así que gracias a la nostalgia, de alguna manera, se han mantenido en el medio artístico y aún en contacto con sus seguidoras.
Algo que siempre dice Ray Reyes en sus declaraciones públicas, y que reitera su hermano Raúl, es que a los integrantes les enseñaron a ser un Menudo, pero nunca les enseñaron el peso que significaría en sus vidas ser un ex Menudo; situación ésta que vivió Rawy, quien lamentablemente sucumbió a los excesos de las bebidas alcohólicas y las drogas: “A todos los ex menudos que nos hemos aventurado a seguir en el mundo artístico nos ha costado colocar nuestro nombre. Menudo nos abrió muchas puertas, pero también nos las cerró. Un muchacho nuevo tiene la oportunidad de lograr algo más rápido que alguien que salió de Menudo”.
Efectivamente, si revisamos la biografía de cada integrante la mayoría sufrió depresión o fueron adictos a las drogas o el alcohol; y si bien intentaron hacer una carrera artística sin la sombra de Menudo, les fue imposible. Esperamos que algún día toda la verdad sobre el grupo salga a la luz, sólo así será posible acabar con la leyenda negra y se pondrán disipar tantas dudas que aún siguen latentes en su fanaticada.
Anthony Galindo porque sólo Dios conoce la verdad
a todos los ex menudos
y a las que hicieron la magia posible: las fans
Conocí de la existencia del grupo Menudo por mi madre, una de las pocas cosas que le gustaba de Venezuela, además de las telenovelas y los certámenes de belleza que hicieron más llevadera su vida de migrante. Y si bien la agrupación era puertorriqueña, su internacionalización y lo que llamaron la “menuditis” empezó en nuestro país en los albores de los años ochenta gracias a una eufórica y entusiasta fanaticada.
Recuerdo que mi madre guardaba unos casetes y un llavero con láminas de plásticos que tenían impresos los retratos de cada uno de los integrantes: René Farrait, Xavier Serbiá, Johnny Lozada, Miguel Cancel y Ricky Meléndez. Había una foto muy particular donde usaban unos pantalones metálicos muy ceñidos al cuerpo dando una imagen muy hipersexual que contrastaba con sus voces angelicales. La canción Súbete a mi moto se convirtió en un himno, aunque hoy sea uno de los temas que suenan en todas las fiestas en la llamada “hora loca”, la letra la inspiró René por su pasión por las motos. En el tiempo que duró la agrupación activa se hicieron varias covers: en portugués e inglés cantada por Ricky Meléndez en los álbumes Manía y Reaching out y finalmente; una nueva versión en español interpretada por el venezolano Anthony Galindo, recientemente fallecido, en primer disco de MDO en el año 1997 cuando el grupo cambió su nombre e inició una nueva etapa después de que su creador Edgardo Díaz vendiera los derechos de Menudo a una compañía panameña.
En los primeros años de efervescencia de la menuditis, sus integrantes no tuvieron descanso: series, películas, giras promocionales, conciertos... En Venezuela realizaron su primer dramático Quiero ser, escrito por José Simón Escalona con la participación de Caridad Canelón, Henry Zakka, Hugo Carregal y transmitido por RCTV. De esa experiencia, la primera actriz Caridad Canelón comenta: “Eran muy sencillos a pesar del éxito, talentosos, a veces les costaba aprenderse los textos y actuar. Durante las grabaciones era muy complicado entrar o salir del canal por la cantidad de fans que querían verlos. Xavier y Johnny volvían locas a las muchachas, Ricky era el más tremendo y echador de broma; Miguel siempre fue el más reservado, y René era el más cariñoso. Fue una experiencia muy grata y agradezco haber sido testigo de ese fenómeno; recuerdo cuando fuimos a grabar en El Poliedro, nunca había visto tanta emoción por un artista”.
En este 2020 todo niño sueña con ser un youtuber o un influencer; antes todos soñaban con ser un Menudo. Raúl Reyes, hermano de Ray, de alguna manera lo cumplió cuando fue apoyo coral de la agrupación: “No pude estar en la formación, pero trabajé con mis ídolos y mi hermano”. El fenómeno de Menudo quizás sea algo raro de entender para los millennials que nacieron en un mundo interconectado o como bien lo dijo Rawy, uno de sus ex integrantes: “¿Te imaginas cómo hubiera sido el éxito de Menudo hoy?”.

Afiche de la serie de Amazon Prime (CORTESÍA)
Mary Black-Suárez, productora venezolana de la serie Súbete a mi moto, que ya está disponible en la plataforma streaming Amazon Prime y pronto en la televisión abierta de algunos países latinoamericanos, destaca la "genialidad" de Edgardo Díaz: “En esa época, el acceso a la información y a los medios era limitado. Cuando piensas que un grupo de cinco muchachos adolescentes se convierten en ídolos en un lapso tan corto, de tres o cuatro años, piensas: '¿Cómo lo lograron?'”. La productora explica que Díaz supo ver un sector del público infantil y juvenil abandonado por la industria musical y aprovechó la oportunidad para crear el grupo y promocionarlo con todo lo que tenía a su alcance; un ejemplo de ello fue esa primera producción dramática que hizo Menudo en Venezuela y que los ayudó para darse a conocer en Latinoamérica.
Una vez finalizada la serie sobre el cantante y compositor mexicano Juan Gabriel, Black-Suárez descubrió lo rica que era la historia de Menudo. Cinco años duró el proyecto desde la investigación que contempló entrevistas a Edgardo Díaz, al coreógrafo Joselo, Ricky Meléndez y a varias fans, revisión de periódicos y material de la época, también todo lo relacionado con la ambientación y el vestuario de tres décadas. Luego la escritura de guion junto a Sergio Jablón, los largos castings para conseguir a los más de treinta integrantes que formaron parte de grupo que debían bailar, cantar, actuar y parecerse físicamente, hasta el rodaje que se realizó entre Puerto Rico y México.
Si bien Ray Reyes, Xavier Serbiá, Johnny Lozada y Roy Roselló han manifestado cierto descontento hacia la serie por no incluir la versión de los integrantes, la productora venezolana destaca que en Súbete a mi moto no se juzga a nadie, cuenta en quince capítulos veinte años del grupo juvenil que marcó la música pop latina -vale destacar que fue inspiración para otras boys bands como New Kids on the Block o Backstreet Boys-, además espera que la historia pueda conectar con dos públicos: las fans y sus hijos, quienes descubrirán la música de Menudo.
En los años ochenta, Menudo era un éxito en México, Brasil, Argentina, Colombia, Estados Unidos y Filipinas; vendieron más de sesenta millones de discos, llenaron estadios de fútbol, eran imagen de las marcas más reconocidas, salían en las series y programas más famosos de la televisión estadounidense, tenían su propio avión y hasta le entregaron un Premio Grammy a Michael Jackson. Pero en los noventas todo cambió: la aparente perfección y felicidad no era tal.

Los Menudo entregaron al Rey del Pop, Michael Jackson, un Grammy (CORTESÍA)
Los últimos héroes
La mejor clase del liceo fue irónicamente la de religión, aquella mañana la monja Marki nos hizo un análisis semiótico del significado de la letra Gafas oscuras que cantaba Ricky Martín en Menudo: “No es principio moral, ni censura/ No pretendo así ser descortés/ Mas prefiero ver el mundo a través de mis gafas oscuras/ Sombras y figuras”.
La mejor clase del liceo fue irónicamente la de religión, aquella mañana la monja Marki nos hizo un análisis semiótico del significado de la letra Gafas oscuras que cantaba Ricky Martín en Menudo: “No es principio moral, ni censura/ No pretendo así ser descortés/ Mas prefiero ver el mundo a través de mis gafas oscuras/ Sombras y figuras”.
Mientras la monja nos insistía en el carácter satánico de la letra, mis compañeras de clases y yo cantábamos o hacíamos dibujos en nuestros cuadernos. A mi tío Yayo le preocupaba que yo siguiera a ese grupo, mi padre me daba dinero para comprarme las revistas y los discos, en ese momento no me importaba si eran satánicos, rebeldes o inmorales, me distraían para no pensar en mi tragedia familiar, además por primera vez tuve dominio de mi cuarto y quité todos los afiches de las misses para sustituirlos por las fotos de Ricky Martín, Ángelo García, Sergio Blass, Rubén Gómez, Robert Avellanet y después Rawy Torres, quien tiempo después reemplazó a Martín. Un día recordé que mi madre tenía unas gafas oscuras, cuando las encontré deseché la idea, las había comprado no por vanidad, sino para esconder el ojo morado que mi padre había estampado en su rostro.
En el año 1989 una nueva generación de Menudo -más roquera, con cabellos largos, chaquetas de cuero y pantalones rotos, que hablaba de la paz mundial y lo malo de consumir de drogas- conquistó otra vez a Venezuela, tuvo pequeñas participaciones en las telenovelas Abigail y Alondra, después hicieron la serie Los últimos héroes, junto a Mimí Lazo, Carlos Oliver, Gladys Ibarra y Tomás Henríquez. Yo nunca fui a conciertos ni a perseguirlos a ningún lado, no me interesaba, era una fan pasiva que guardaba los artículos de prensa, grababa las entrevistas de radio o televisión y llamaba a los hoteles para hablar con Robert y Rawy. Sin embargo, el animador y locutor Gustavo Pierral vivió de cerca la histeria colectiva que causaba el quinteto; me relató que ya en los hoteles no querían recibirlos y de la cantidad de chicas que iban al Teatro La Campiña para las grabaciones del programa De Gala: “Fueron momentos muy emocionantes, las muchachas llegaban muy temprano, algunas hasta dormían ahí en la calle; a la producción le tocó contratar personal de seguridad para que las cuidara. En algunas ocasiones buscamos dobles para despistarlas y así los integrantes pudieran salir por otra puerta del teatro sin problemas”.

De los años 80 a los 90: la "menuditis" dio para rato (CORTESÍA)
Una periodista que seguíamos las fanáticas del grupo era Graciela Beltrán, quien apenas se había graduado de la universidad y nunca imaginó que treinta años después la entrevistarían por Menudo: “No era consciente de que eran un fenómeno, pero sí me daba cuenta de la locura que generaban en hombres, mujeres y niños. Lo viví como una reportera, aunque la gente pensaba que tenía un acceso a ellos permanente o que era su amiga. Cada vez que llegaba a Los Ruices, donde estaba la Dirección de Información de RCTV, las muchachas me entregaban papelitos con mensajes para ellos”.
Lo que nunca se imaginaron Pierral y Beltrán Carias es que Ricky Martin, aquel joven tímido que cantaba Gafas oscuras llegaría tan lejos y se convertiría en el solista más exitoso en la historia de Menudo. Su despedida de la agrupación fue en el Teatro Teresa Carreño en los Premios Ronda; ese día presentaron a su sustituto: Rawy, un adolescente que si bien tenía la experiencia artística, porque llevaba años en el escenario, enfrentaba sentimientos encontrados al reemplazar a uno de los integrantes más querido y formar parte del sueño de todo chico en aquella época: “Fue complicado y un reto sustituir a Ricky. Tuve el apoyo de Sergio y Rubén, los mayores en el grupo, para que me aprendiera las canciones y los bailes. Siempre hubo hermandad entre los integrantes y nunca sentí que alguno quisiera brillar más que otro”, explica Rawy, quien vive actualmente en Miami con su esposa y sus dos hijas, es pastor cristiano y pronto publicará su autobiografía con la editorial PanHouse.
En mi colegio, La Presentación, cada año en el mes de mayo se hacía un concurso de canto en honor a la Virgen Niña María. Cada salón debía escribir, componer y cantar su tema; mi grupo decidió hacer un cover religioso de la canción En mis sueños que interpretaba Ángelo. Ese día, mientras cantábamos, todo el colegio a viva voz entonaba la verdadera letra, fue un milagro que no nos expulsaran. Ganó el salón de quinto año, ahí estaba Caterina Valentino, quien era la de mejor promedio y tocaba el piano. Recuerdo muchísimo a Caterina porque era la alumna modelo que todas debíamos seguir.
La magia de Menudo duró poco. Pasaron muchas cosas que afectaron tanto al grupo como a la fanaticada. Mientras se grababa la serie de Los últimos héroes, Ángelo tuvo que ser internado de emergencias en el Hospital de Clínicas Caracas por una apendicitis, una vez recuperado salió del grupo. Entró brevemente César Abreu y luego fue sustituido por Adrián Olivares, el primer integrante mexicano. Grabaron el disco No me corten el pelo, seguían siendo roqueros pero con toques latinos, una combinación algo extraña. Parecía llegar la calma hasta que detuvieron a dos integrantes, Rubén y Sergio, por posesión de drogas en un aeropuerto. En esos días yo no quería ver las noticias sobre el tema y por supuesto mi tío Yayo se alegraba por tener razón sobre la verdadera imagen del grupo.
Quisimos saber la versión de Sergio Blass, pero lamentablemente sus declaraciones tienen precio. Sin embargo, Rawy sí declara: “No fue una situación fácil, fue un trauma para el grupo y para la fanaticada. Hay varias teorías sobre lo que realmente pasó, a ninguno nos consta, pero sí ocurrieron cosas raras días antes”.
Menudo seguía y rápidamente los reemplazos aparecieron: Edward Aguilera y Jonathan Montenegro, este último se convirtió en el primer venezolano en el grupo. Al año siguiente, los integrantes de la agrupación renunciaron en pleno por abusos laborales e incumplimiento de contrato: “Cuando se da este evento viene por un efecto dominó; nuestra renuncia no fue producto de un malentendido. Hoy veo esto de otra manera, te soy sincero me da mucha tristeza. Me hubiera gustado que la historia de Menudo no hubiera llegado a estos puntos, pero no era yo quien llevaba el pulso de lo que estaba sucediendo”, agrega Rawy.
El integrante mexicano desiste de la renuncia y decide continuar para forma parte de la llamada generación “A” de Menudo: Adrián, Alexis, Ashley, Abel y Andy abandonaron las canciones rock para tener un look más sosegado y romántico. Lograron conquistar al público peruano, aunque en el año 1993 Cecilia Huamán López falleció en un concierto, reviviendo la organización del grupo la tragedia que ocurrió años atrás en Brasil cuando murieron dos fans.
Se fue la claridad
Yo seguía al grupo hasta su final, a pesar que sus discos no se consiguieran tan fácil y casi no venían a Venezuela. Los escándalos y denuncias a Edgardo Díaz no pararon, esta vez fueron Ralphy Rodríguez y Raymond Acevedo. Menudo era la comidilla de la prensa y los talk shows. Sin embargo, Díaz nunca fue imputado, ni siquiera años después cuando René Farrait, Roy Roselló y Ángelo García denunciaron públicamente que fueron también abusados sexualmente.
Sobre el tema, Roselló dice que entró a Menudo sin hacer audición y que fue un capricho de Díaz, quien lo perseguía y le hacía regalos: “Todo niño quería ser un Menudo, tener fama, dinero y poder. Edgardo se enamoró de mí de una manera obsesiva; de hecho, su mamá estaba en contra de mi entrada a la agrupación. El día que fue a mi casa para dar la noticia, me escondí en el clóset y empecé a llorar. Yo sabía que sus intenciones no eran buenas. Todo el mundo en Puerto Rico le tenía miedo. Sabía escoger muy bien a los integrantes, elegía siempre a los más vulnerables”. Sobre este último punto es interesante reparar en el perfil de los integrantes: la mayoría provenía de familias disfuncionales y de una clase social baja o con problemas económicos, así que Menudo era una posibilidad de tener una mejor calidad de vida.
Roselló actualmente vive en Brasil, es pastor cristiano y pronto publicará su libro de forma independiente. Confiesa que tuvo cinco intentos de suicidio a raíz de la depresión y todo lo que vivió en el grupo Menudo: “Edgardo fue un genio, pero al mismo tiempo lo que construyó, lo destruyó. Se aprovechó de su poder para abusar de los integrantes. Yo no tengo miedo, ni vergüenza de hablar, sé que otros integrantes sí, por eso me odian y no quieren tocar el tema. Yo escondía una tristeza dentro de mí, sólo era feliz en el escenario. Cuando un niño es abusado, su alma muere por dentro”.
Algo que ha sido un denominador común de todos aquellos que trabajaron con Menudo es el talento, la disciplina y las ganas de trabajar; nunca hubo quejas. Sin embargo, Caridad Canelón opina que algo perdieron de su infancia; por su parte, la productora Mary Black-Suárez afirma que no: “Cuando entreviste a Ricky Meléndez me contó que llegaba al hotel a jugar con el Atari o salía a los pasillos a jugar con los carritos de control remoto, sencillamente era otra época y vivieron otras experiencias. Cada integrante tendrá sus propios recuerdos”. En relación a las denuncias que pesan sobre Edgardo Díaz, la productora afirmó que todos los seres humanos somos complejos y cometemos errores.
Lo cierto es que a excepción de Ricky Martín y Robo Braco Rosa, gran parte de los integrantes de Menudo ha revivido su música en varios proyectos que empezaron en el año 1997 con el Reencuentro; es así que gracias a la nostalgia, de alguna manera, se han mantenido en el medio artístico y aún en contacto con sus seguidoras.
Algo que siempre dice Ray Reyes en sus declaraciones públicas, y que reitera su hermano Raúl, es que a los integrantes les enseñaron a ser un Menudo, pero nunca les enseñaron el peso que significaría en sus vidas ser un ex Menudo; situación ésta que vivió Rawy, quien lamentablemente sucumbió a los excesos de las bebidas alcohólicas y las drogas: “A todos los ex menudos que nos hemos aventurado a seguir en el mundo artístico nos ha costado colocar nuestro nombre. Menudo nos abrió muchas puertas, pero también nos las cerró. Un muchacho nuevo tiene la oportunidad de lograr algo más rápido que alguien que salió de Menudo”.
Efectivamente, si revisamos la biografía de cada integrante la mayoría sufrió depresión o fueron adictos a las drogas o el alcohol; y si bien intentaron hacer una carrera artística sin la sombra de Menudo, les fue imposible. Esperamos que algún día toda la verdad sobre el grupo salga a la luz, sólo así será posible acabar con la leyenda negra y se pondrán disipar tantas dudas que aún siguen latentes en su fanaticada.
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