La cinta cuenta la compleja historia de un director de teatro que busca la perfección en su obra, a la vez, se encuentra con unos actores como hechos a su medida que llegarán hasta las últimas consecuencias para obtener el personaje del Conejo. Para ello, la protagonista (Malena González) deberá alimentarse, vivir y actuar hasta sentir como el pequeño animalito, mientras se ve envuelta en una dinámica de victima-victimario que va viviendo con su director y que a lo largo del relato se va intensificando.

Para el jurado del Festival de Cine del Mar, la venezolana conquistó el premio gracias a “una interpretación de altura”, donde acotaron: “Por sus permanentes desdobles para pasar de su personaje de actriz a ser literalmente un animal, por su fortaleza psicológica que va dando cada vez más credibilidad en ambas etapas”. 

Siendo el primer papel protagónico para la actriz en el cine, la cinta que empezó como una idea experimental, se ha convertido en una película con mucho significado para ella, por los retos tras ser una “producción pequeña” tuvo que sortear, afortunadamente acompañada por el equipo de Forte y una detallada organización lograron con éxito la obra propuesta, cuyo rodaje de nueve días se realizó durante tres semanas en La Habana, Cuba. González asegura que se encuentra muy satisfecha con los aspectos de la producción, en especial, a nivel actoral, donde siente que el público ha conectado verdaderamente con los personajes en una propuesta “tan arriesgada”. 

El filme se estrenó en el Miami Film Festival (CORTESÍA) 

-Fue un proceso muy bonito y uno de los más profundos e interesantes de mi carrera; primero porque es mi primer protagónico en cine y también porque es un personaje tan difícil, complejo e intenso. Me emocionó mucho hacer esta pelicula, ver el resultado y ver como la gente entiende a esa actriz que vive una situación de humillación muy dura para lograr la meta que ella se propone; que es escenificar al conejo. 

A nivel psicológico y emocional la construcción del personaje requería de mucho detalle y esmero, de cuidar el viaje que era esa travesía psicológica y emocional que la actriz vivía con el personaje del director.

Fue muy importante contar con Francisco Denis en el papel coprotagonico porque es alguien a quien admiro y respeto como actor y director. Siento que fue la contraparte perfecta para que mi personaje tuviese el peso que necesitaba tener, eso hizo que el proceso fuese mas rico dentro de toda la intensidad y búsqueda profunda. 

Por otro lado, Carla Forte, nuestra directora, fue una gran guía. Ella tenía muy delimitado el viaje del personaje, pero fue un trabajo colectivo donde todos fuimos construyendo la historia.

-¿Qué sintió cuando le anunciaron que había ganado un premio en Uruguay en el Festival de Cine del Mar?
-Fue muy emocionante y bonito porque es lindo que te reconozcan en tu tierra, pero también es un logro que lo hagan en un lugar dónde nadie sabe quién eres, ni tu trayectoria. Entonces, que vean un trabajo o un personaje y lo premien me llena d muchísima emoción, además era algo que no esperaba, por lo que es una confirmación de buenas decisiones que se tomaron para el papel.

-Se escogió La Habana por uno de los productores es Cubano y al tener lazos con artistas de allá sugirió que rodáramos allí. Lo que la final resultó en el lugar perfecto para lo que queríamos, porque estando en Cuba, no teníamos mucha conexión con el exterior, el internet era limitado, entonces, los actores y el equipo nos podíamos concentrar al cien por ciento en el trabajo, saliéndonos de la vida cotidiana y de sus problemas para meternos de lleno en los personajes. 

-¿Qué mensaje de reflexión dejó en usted la historia del filme?
-A nivel actoral, estuvimos pensando mucho en las dinámicas de poder, en nuestro caso un director que otorga o no un personaje a una actriz, cosa que se ha repetido muchas veces en mi vida. También cómo esas líneas de poder se intercambian, el que esta arriba luego está abajo y viceversa, como la victima y el victimario que a veces cambian roles y se crea una especie de dinámica muy interesante y complicada. Por otro lado; el proceso artístico requiere de mucha responsabilidad y en el caso de este personaje y director, intentar entrar en la piel del personaje a costa de lo que fuera los llevó a llevarse a ellos mismos por delante, a no tomarse en cuenta como seres humanos ni respetarse el uno al otro. Creo que ese recordatorio me queda siempre después de ver la cinta, porque creo que respetar y tener calidad humana es muy importante en cualquier proceso artístico. 

Además de su canal en Youtube, donde estrenará una serie de “En Vivos” llamados Conversando sobre actuación, Malena González continúa creando contenido para su podcast Creadoras, también se prepara para la promoción de otro filme de Carla Forte Histeria, así como dos protagónicos que estará actuando el próximo año. 

Como productora, añade que sigue adelante con su compañía 44 films con la que está desarrollando proyectos en inglés que seguramente el público verá  en 2021.

@LuRoj