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Mónica Pasqualotto: "Emigrar implica un sacrificio que vale la pena"

A días de dar a luz a su hija, la presentadora de televisión hace una pausa en los preparativos del parto para conversar del particular proceso que implicó de volver a ser madre después de los 40 años

  • EDUARDO ANDRES MURIA

29/08/2020 01:00 am

Por estos días, hay mucho movimiento en la casa de los Kinnard–Pasqualotto. El próximo martes recibirán a un nuevo integrante de la familia. La madre está ansiosa y alerta a cada detalle del espacio que albergará al segundo fruto de su matrimonio. Esta vez se trata de una niña. La llegada mantiene en expectativa a todos en casa, pero también al millón de seguidores en Instagram que ha seguido de cerca el particular proceso que conllevó retomar los planes de maternidad pasado los 40 años.

La reparación del aire acondicionado y la limpieza del moho. La remodelación, que comenzó hace semanas atrás, no impidió que Mónica Pasqualotto, vigente en la memoria de muchos venezolanos por su trabajo en Loco Vídeo Loco, de Radio Caracas Televisión (RCTV), entre otras producciones, se conectara desde Miami vía Skype con El Universal, el último medio que tendrá sus impresiones antes del nacimiento de su hija. “El último si no se adelanta el parto”, advirtió tras quitarse el tapabocas para expresarse con mayor fluidez.

La también actriz considera que existe poca información acerca de las consecuencias de la edad para un parto. Apegada a esa preocupación y con su esposo, el cineasta Ralph Kinnard, un tanto negado a la idea, quiso hacer público su caso a través de lo que ha denominado un "reality virtual". “Decidí contar mi historia porque siempre veía en las revistas a personas contando que pudieron salir embarazados después de los cuarenta, pero al final nadie dice cuántas lágrimas tuvo que botar o el esfuerzo que tuvieron que hacer para llegar allí”, comenta.


"El trabajo ya no es mi prioridad solamente", dice Pasqualotto (MY BEST PHOTO / @mybest.photo)

Cuenta que cada vez que tenía planes para la maternidad sucedía algo: el divorcio de su anterior pareja, el actor Juan Carlos García, con quien sostuvo un matrimonio de siete años, y luego la decisión de abandonar Venezuela. “Pasa mucho en la mujer de hoy día que pospone ser mamá porque vivimos en una sociedad donde se nos inculcó que teníamos que estudiar y graduarnos. Entonces, siempre hay ese deseo de desarrollar tu carrera al máximo y poder lograr una estabilidad económica; eso trae como consecuencia que todo se postergue”, explica la presentadora de televisión.

Y prosigue: “Eso (postergar la maternidad) te deja como enseñanzas muchas cosas. Una de ellas es aplicar cambios dentro de la vida cotidiana y establecer prioridades. El trabajo ya no es mi prioridad solamente, sino también la familia, mi primer hijo Marc y mi pareja Ralph; entonces allí empieza el proceso de generar un balance”.

Sin embargo, Pasqualotto ha encontrado en las redes sociales una herramienta que le permite generar ingresos sin invertir mucho tiempo dentro de un estudio de grabación. En una rutina habitual –sin pandemia–, asiste sólo cinco horas al canal y el resto de la tarde la dedica a su hogar.

La familia podría seguir creciendo. “Tengo embriones congelados todavía porque por mi edad se hizo un banco de respaldo. Mi médico decidió hacerlo así para luego colocármelos porque hasta los 50 años hay oportunidad de hacerlo. Para mí, el número ideal siempre había sido tres”, menciona esperanzada. Por ahora, la pareja se mantiene enfocada en la llegada la niña. Así se refieren, sin asomar el nombre.

Su esposo tiene dos opciones. “Yo le dije que me parecían bien, pero creo que esperaremos hasta el último día que le veamos la cara. Todavía no nos hemos decidido. Hace días estábamos en la consulta y por primera vez asistimos todos juntos. Me causó mucha gracia porque él dijo: 'Mira a (…)', mientras señalaba el ecosonograma, y mencionó el nombre que yo quiero... Entre risas le comenté que ya lo estaba convenciendo porque él la había empezado a llamar así”, comenta.

La familia Kinnard-Pasqualotto todavía no se decide con el nombre de la niña que nacerá pronto (MY BEST PHOTO / @mybest.photo)

Sin salario por la pandemia
Actualmente, Mónica Pasqualotto trabaja en América TV, un medio local del sur de la Florida. Cuando se inició la pandemia del Covid-19, todos los talentos de la planta televisiva intentaron continuar con la programación desde casa. Pero las condiciones no estaban dadas para sacar al aire un programa en vivo.
 
El show perdió la esencia. “Luego, la gerencia decidió repetir programas ya grabados. Los anunciantes cuestionaron el hecho de promocionar sus productos en un momento donde la gente no los puede adquirir. En consecuencia, el canal dejó de percibir ingresos. No había dinero para pagarles a todas las personas que estaban sin trabajar”, comenta la presentadora.

“A mí me suspendieron el salario este mes. A todos en realidad. Pero en tiempos de crisis hay personas que lloran y otras que venden pañuelos, entonces todos empezamos a buscar ingresos alternos. Yo empecé a trabajar con una empresa de productos de primera necesidad. Ellos nunca pararon su producción”, añade.

-¿Sigue siendo complejo para el artista venezolano empezar de cero?
-Siento que es algo que ya va más allá de la nacionalidad o de la situación actual del venezolano en particular. Creo que tiene que ver con la poca cantidad de producción. Los puestos de trabajo en Estados Unidos son muy pocos, y es mucha la cantidad de gente que se vino. Tengo ya algún tiempo haciendo suplencias formales para Univisión Radio. Érika de La Vega también lo hace, pero entrar allí fue un proceso complicado. Tuve que trabajar dos años de forma gratuita. Eran cinco horas, pero yo lo hacía. El trabajo dignifica y cambia realidades. Estás cambiando una cosa por otra. Seguridad y calidad de vida. Si coloco todo en una balanza, yo lo haría una vez más, porque emigrar implica un sacrificio que vale la pena. Tengo hoy día la dicha de trabajar en lo que me gusta, pero no fue tan rápido. Hay que tener perseverancia y no desgastarse.

-¿Qué viene luego?
-El reality seguirá estando al aire. Seguiré contando todo. Es mi plataforma de comunicación y de vida. Con ese contenido he tenido la receptividad de la gente, entonces esa respuesta que me genera el público me permite luego poder monetizar. A finales del año pasado terminamos de comercializar una comedia que se llama Miami Love Affair, dirigida por mi esposo Ralph donde actúa Burt Reynolds, y ya se puede conseguir en Amazon y Netflix.

-¿Cómo evalúa el regreso de RCTV?
-Revisé la plataforma y quedé súper contenta. El sentir que RCTV vuelve a palpitar, significa mucho para esta lucha que tiene el venezolano de recuperar el país, saber que no se rinden y que se están adaptando a los requerimientos y cambios de esta nueva realidad. Hay cosas que tienen más impacto en las redes sociales que un medio tradicional. Ahora, yo desearía que hubiese la libertad de expresión que debe existir en todo el país y que tuvieran la posibilidad de poner en su frecuencia el contenido que ellos deseen.

@EduardoMuriaM
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