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La familia: obra cumbre de Carlos Cruz-Diez

A un mes de que se cumpla el primer año de la muerte del maestro del arte cinético, desde su Atelier en París, hablan las nietas del artista, Mariana y Fabiana, continuadoras de su legado

  • LUCÍA ROJAS OLIVIER

28/06/2020 01:00 am

París.- La comunicación, el buen humor y la unión son las claves que la familia Cruz-Diez posee para poder llevar adelante la empresa artística que el maestro venezolano del Cinetismo, fallecido el 27 de julio de 2019, empezara a edificar en la década de los años cincuenta del siglo pasado. Caracas, Panamá, Miami y París son las ciudades desde las que los herederos del artista se mantienen unidos por el arte y la filosofía de Carlos Cruz-Diez. Y ahora, el cerebro creativo del proyecto se ha ido, ¿qué pasará con ese legado?

Hace casi un año que desde la casa-taller del artista en París se anunciaba su fallecimiento, instalando una sensación de duelo en el mundo del arte. Sin embargo, la familia que creció a su lado y junto a su trabajo, mantiene otra perspectiva de cara hacia lo que viene, pues varios de sus integrantes coinciden en que que el fundador de esta “tribu” era una persona visionaria, muy organizada, que siempre tenía la mirada puesta en el futuro. De hecho, su hijo, Carlos Cruz Delgado, o bien Carlos Cruz-Diez, Jr., se siente feliz de haber ayudado a que su padre partiera en paz.

Carlos Cruz-Diez, Jr.: "El taller sigue operando con sus actividades regulares" (CORTESÍA ATELIER CRUZ-DIEZ, PARÍS)

-¿Siente que su padre lo preparó para cuando ya no estuviera? Usted estará al frente de todo lo construido por él.
-Preparados estamos. Podría decir que lo he estado porque trabajé con papá mano a mano y hacíamos proyectos juntos. Pero toda la familia siempre ha estado muy involucrada y lo ayudamos a que se fuera tranquilo. Recuerdo que él me preguntó: “¿Hijo todo está controlado?, y yo le respondí: “Papá todo está bajo control”... Entonces se fue, estando lúcido hasta el último momento.

“A pesar de los retos que se nos puedan presentar con la ausencia de papá, el taller sigue operando con sus actividades regulares. En este momento hay varias obras en proceso, él dejo varios proyectos en camino e instrucciones precisas de cómo se realizarían; era una persona sumamente organizada con una visión de futuro increíble, con esas pautas y los proyectos a realizar, tenemos trabajo para varios años más. Podemos decir que esa parte creativa de invención de Cruz-Diez no está, pero el taller continuará adelante fabricando sus obras.", agrega Carlos Cruz-Diez, hijo.

Ciertamente, son varios los proyectos que el Atelier Cruz-Diez, de París, tiene por delante este año. Entre ellos destacan la instalación de Transchromie circulaire, una obra diseñada por Cruz-Diez en vida que será expuesta próximamente en el barrio parisiense de La Defense, con motivo de la celebración anual de Les Extatiques, una exposición de arte monumental al aire libre. La obra mide 3 metros de ancho por 6 metros de alto.

"Transchromie circulaire" (CORTESÍA)

También está la presentación del proyecto de ambientación cromática Montalbán 11, desarrollado a partir de las directrices de Cruz-Diez por la oficina de arquitectura InSitu Art Projects, filial del Grupo Odalys. Se trata un edificio patrimonial y residencial en el centro de Madrid para el que el artista creó piezas que se integran a la estructura interior del inmueble, que finalmente se convierte en una obra de arte en sí mismo: desde el ascensor transparente diseñado de manera que forma una Cromointerferencia que cambia de color por apartamento gracias a una “transcromía” concebida originalmente para cada uno. Este proyecto pasará a formar parte del Patrimonio de la capital española.

En agenda, los Cruz-Diez tenían planificado para este verano una exposición en Menorca y la participación del Atelier en la Exposición Universal en Dubai, donde se instalará una obra-laberinto que el maestro había diseñado para Bruselas y que finalmente se presentará como parte del Pabellón Francés en la muestra internacional. La programación dependerá del curso que tome la pandemia del coronavirus.

Por supuesto, la familia del maestro no olvida sus raíces y tienen como prioridad comenzar con la recuperación de la obra monumental en Venezuela. Un proyecto gigantesco, de cuya ejecución se encarga InSitu Art Projects, que representan un gran trabajo y para el que han recibido numerosos apoyos, tanto de iniciativas independientes como de empresas privadas.

“No es secreto que el país está pasando por un momento sumamente difícil para todos; la gente está deprimida, las personas piensan que no hay esperanza. Nuestro trabajo es la parte cultural, restaurar lo que es para todos, y sabemos que el tener obras en las calles en buen estado como solían estar, contribuye a mejorar el ánimo de la gente... Restaurar la obra monumental de mi padre es como el principio del renacer de la esperanza, de que sí va a haber un cambio. Para nosotros, el objetivo es devolverle a la gente lo que le pertenece, todas esas obras ya no son del maestro, son de las personas en Venezuela”, comenta Carlos-Cruz, hijo. 

A pesar de ser un proyecto de gran magnitud, pues de 224 obras monumentales que existen en el mundo de Cruz-Diez, 158 se encuentran en nuestro país, se han recibido muchas propuestas de apoyo al proyecto, lo cual reafirma, según Carlos Cruz-Diez, Jr., el cariño que se tiene hacia lo que representa el artista para los venezolanos. Para él, lograr la recuperación de la obra monumental de su padre significa transitar un camino lleno de obstáculos, especialmente a la hora de no contar con los recursos necesarios. Por ello, hijo y padre (en vida) decidieron contactar al Grupo Odalys, conocido por su casa de subastas y sus galerías en Madrid y Caracas, para asegurar la ejecución del proyecto, canalizando todos los recursos a través de InSitu, tanto de bancos, empresas de insumos, ingenieros, trabajadores, etc.

La prolongación del maestro
Una vez aclaradas las dudas sobre cómo continuará operando el Atelier Cruz-Diez con la ausencia del artista, ¿qué pasará en un futuro no tan inmediato?, cuando el tiempo y las personas demanden invención y nuevas obras. Para ello, está una generación de la familia Cruz-Diez, los nietos del artista, que ha crecido y se ha preparado para mantener el espacio que su abuelo se labró y se ganó con su inmenso talento en el mundo del arte. 

Fabiana y Mariana Cruz-Diez son las nietas de Carlos Cruz-Diez. Crecieron rodeadas de su arte, se nutrieron en el taller, y guardan en ellas más que sólo aprendizajes profesionales de su abuelo. Ambas coinciden en que el mayor legado que éste les dejó no son sus obras ni el patrimonio cultural, sino los valores, el aprendizaje y el sentido de familia, bienes inmateriales de incalculable estima para ellas.

Mariana Cruz-Diez: "Lo que mi abuelo hizo le pertenece a la gente" (CORTESÍA ATELIER CRUZ-DIEZ, PARÍS)

“Algo que mi abuelo me enseñó fue a tener pensamiento crítico y analizar. Él siempre quiso que cuestionáramos todo, que buscásemos más allá hasta en las cosas que pudieran 'no tener importancia'. Y bueno, emocionalmente, era una persona con tan buen humor que en los momentos tensos o difíciles nos mostraba que siempre había espacio para reírse, dice Mariana Cruz-Diez, mánager de proyectos arquitectónicos en el Atelier Cruz-Diez, de París.

Por su parte, para Fabiana Cruz-Diez la huella más profunda que le dejó su abuelo es la "estructura", pues comenta que esta herramienta ha sido muy importante en el desarrollo de su vida profesional, sobre todo porque también ha seguido el camino del arte.

“Para mí está claro como el agua que me dejó el sentido de la estructura, por qué hay que ser estructurado como persona, comenzando desde adentro, para poder estructurarse como individuo, y es increíble porque mi abuelo, siendo un creativo, era una persona muy organizada y equilibrada en todo, por eso me enseñó que uno tiene que analizarse y entenderse, y a partir de allí organizar las demás áreas de la vida, dejando siempre un lado para lo espontáneo, claro”, explica.

Tanto Mariana como Fabiana tienen planes individuales vinculados al negocio del arte; sienten que es importante continuar con el desarrollo y la adaptación de los proyectos del Atelier a un mundo cada vez más globalizado, más interdependiente.

“La institucionalización del arte se volvió muy elitista para nuestra generación, y sentimos la necesidad de plantearnos qué podemos ofrecer a las personas y tratar de cambiar el concepto que tiene nuestra generación de los artistas ya consagrados; digamos, que no los vean con ojos de frustración o con la idea de que 'eso no es para mí'", agrega Mariana Cruz-Diez.

"Mi abuelo me enseñó que uno tiene que analizarse y entenderse", dice Fabiana Cruz-Diez (CORTESÍA ATELIER CRUZ-DIEZ, PARÍS)

Ante tales inquietudes, las nietas de Cruz-Diez iniciaron la búsqueda de algo que pudiese llenar ese espacio, para ellas, vacío. Así, nació Art Capsules, una propuesta lanzada al mercado el pasado mes de enero que brinda a jóvenes coleccionistas la posibilidad de adquirir obras de grandes artistas a precios que éstos puedan costear.  “La idea es hacer una serie de colecciones múltiples curadas por una galería invitada, que proponga artistas consagrados”, explica Fabiana.

Esta modalidad se inició en los años 60 con una generación de artistas -incluido su abuelo- que en vista de que las personas no podían comprar obras originales, creó un formato llamado “múltiple” para sacar el arte de los museos y galerías y llevarlo a las casas de éstas. Pero para las nietas de Cruz-Diez, la manera como funciona el mercado del arte, hace que hoy en día esos grandes artistas sean inaccesibles.

“Hoy en día -prosigue Fabiana Cruz-Diez-, un múltiple cuesta el equivalente al original de la época en la que la gente no podía comprar, entonces estamos regresando un poco a eso para hacer un one shoot con artistas, pero bajo el paraguas de una galería con una verdadera curaduría”.

Este es un emprendimiento en el que la "nieta artista" contó con el visto bueno de su abuelo, ya que para entonces personas y conocidos de la familia se acercaban a preguntar cómo podían tener un Cruz-Diez y siempre se quedaban el sentimiento amargo de ¿qué pasa con las personas que quieren una obra de Cruz-Diez y no pueden costearla?

“Mi abuelo siempre hacía donaciones a espacios públicos, a universidades, incluso regalaba las tarjetas que hacía, por eso un día le propuse hacer una serie de serigrafías para jóvenes interesados en adquirir arte. Él me dijo: "¿Y por qué nada más yo?, ¿por qué no invitar a otros artistas?". Así fue como entonces llegamos a la galería Denise René, acá en París, donde siete artistas quisieron participar, entre ellos, él”, recuerda Fabiana, quien reconoce que aunque no se trata de un proyecto ambicioso desde el punto de vista financiero, para ellas es una idea genial a nivel de discurso y filosofía, pues “otorga alcance, democratiza y difunde el arte”.

-¿Qué sigue ahora que su generación, la de los nietos de la familia, heredan el inmenso legado de Carlos Cruz-Diez?
“La responsabilidad de nosotros es seguir mostrando y explicando la importancia de la obra de mi abuelo; es un legado muy importante el que nos dejó, pero el aprendizaje ante todo es precisamente lo que vamos a utilizar para seguir llevando esta estructura; que el patrimonio nos pertenece no es lo que sentimos realmente, eso ya es propiedad histórica, lo que mi abuelo hizo le pertenece a la gente", concluye Mariana Cruz-Diez.

Carlos Cruz-Diez, fue un hombre del que emanaba sencillez; un visionario que supo lo que vino a hacer, y que, según sus allegados, no desviaba su misión hacia distracciones u objetivos personales. El maestro del arte cinético no sólo logró ganarse un puesto destacado en el grupo de creadores que cambiaron la manera de ver y hacer arte; también logró algo que es poco usual de ver: formar una empresa familiar que realmente funcionara, donde todos sus integrantes encontraran un espacio donde mostrar sus habilidades y conocimientos, desde su propia individualidad. Sin duda, además de sus aportes a la cultura universal y al patrimonio artístico de Venezuela, Carlos Cruz-Diez dejó un proyecto que sigue y seguirá proyectándose y explorando más espacios en la cultura: su descendencia.

@LuRoj


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