Mirna Ríos: “Nunca quise ser motivadora”
A lo largo de 52 años, la cantante, actriz y docente ha forjado su nombre en la historia artística nacional, especialmente en la musical, pero actualmente su mayor preocupación es Venezuela
A lo largo de 52 años, Mirna Ríos (Caracas, 1953) ha forjado su nombre en la historia artística venezolana, especialmente en la musical.
Fue guiada por Mario Suárez (quien le dio su nombre artístico); participó en El show de Renny, De fiesta con Venevisión, Sábado Sensacional y en el Miss Venezuela; conquistó el segundo lugar en el tercer Festival de la Onda Nueva, creado por Aldemaro Romero; fue finalista de la preselección del Festival de la OTI 1979; e integró y fue la directora artística de Las Grandes de Venezuela.
Ríos también se formó como actriz, recibió clases de Amalia Pérez Díaz y Elia Schneider. Escribió las obras A quien le importa (2006) y Ven a gozar un bolero (2016). Y durante años preparó nuevas voces en su propia academia de canto. Y aunque asegura que nació y se morirá siendo artista, actualmente su mayor preocupación es Venezuela. Desde hace varias semanas se mantiene en contacto con su público a través de su página en Facebook.
- ¿Cómo define el momento personal y profesional que está viviendo?
- En lo personal y profesional, muy difícil. Para mí como madre ha sido muy difícil impulsar a mis hijos, sin embargo, trato todos los días de llenarme de mucho optimismo. Soy una persona bastante espiritual, agradezco todos los días a Dios y le pido fortaleza para impulsar a mis hijos y seguir adelante. Ahora no hay trabajo, estamos paralizados por muchas cosas que están pasando en el mundo y en nuestro país. No obstante, siempre busco el lado positivo. Gracias a Dios, a través de las redes, uno puede comunicarse con el público, darle un poco de alivio y de paz por medio de la música y eso me hace sentir optimista.
- Las redes han sido una gran plataforma para nosotros. Hemos aprendido a comunicarnos a través de las redes sociales y nos ha dado muchas herramientas, a pesar de que todos los días tenemos el problema de Internet que se va. El pasar por tanto precariedad en Venezuela también nos ha fortalecido. Mi angustia como venezolana es ver al pueblo de pocos recursos pasar tanto trabajo. Siento que es imperdonable (…) ayer me puse a leer y decía: Dios mío, ¿dónde están los Francisco de Miranda de este país? ¿los Simón Bolívar, los José Antonio Páez? ¿a dónde se fueron los Joaquín Crespo? ¿Dónde están las Luisa Cáceres Arismendi? ¿Las Josefas Joaquinas Sánchez? Todas las mujeres luchadoras que tuvo Venezuela que no se rindieron nunca. Siento al venezolano como apagado, demasiado triste.
- ¿Por qué decidió conectarse con sus seguidores a través de Facebook y no de Instagram o YouTube?
- Debe ser por la costumbre de que nunca me manejaba por las redes. Me senté una mañana y dije: “No, yo no me voy a quedar en el aparato”. Siento que toda la gente joven está como perdida en mostrar su cuerpo, en dar sus paseos en la playa. Como aprendí a meterme en Facebook se me hizo mucho más fácil, por eso me quedé ahí, aparte de que sentí que allí tenía la posibilidad de estar un rato más en redes, se me hacía mucho más fácil. Creo que es muy importante. Yo como madre pienso que tengo mucho que aportarle a mi Venezuela y no se trata ya de promocionarme como artista. Eso lo tengo como a un lado. El público a veces me pide: “Canta Mirna” y yo canto, lo hago por complacer porque sé que, a través de la música, aliviamos el alma y el corazón de la gente, pero siento que mi papel va más allá, es la madre, la conciliadora. Quiero pasarles la mano todos los días a los venezolanos para decirle: “Levántense, no se dejen caer, tienen que tener la fortaleza”. Hay que hacer algo. No quiero estar en silencio, por eso todos los días pongo algo en las redes.
- ¿Cree que esto despertó su faceta como motivadora?
- Mi objetivo nunca fue ser motivadora. Siento que es mi obligación con Venezuela. Yo vivo en Venezuela, no me quiero ir de aquí y creo que es mi responsabilidad (…) lo importante es ser buenos ciudadanos siempre. No importa que los demás se dediquen a destruir el país. Nosotros, los que tenemos un poco de conciencia, tenemos que darle duro a eso. Hay que enseñar, vale.

- ¿Qué panorama vislumbra en los próximos meses en la escena musical venezolana?
- Yo creo que la pandemia va a pasar. Tengo el presentimiento positivo, de hecho, ya siento que está pasando. Ya hay países que están manejados por mujeres que incluso esto les pasó por debajo de la mesa. Y siento que eso le falta a Venezuela, las mujeres cuidamos de las casas, de los hijos. Tanto es así que Dios nos escogió para dar a luz. Estoy segura de que vamos a regresar a las tablas. Ahora es como un paliativo trabajar a través de las redes, pero al público le hace falta el en vivo, hace falta vernos las caras. La energía no es la misma.
- ¿Qué planes tiene para cuando se levante el confinamiento?
- Continuar con nuestra fundación de Artistas Unidos para ayudar a los colegas que se encuentran en situación extrema, que son muchos, porque no tenemos quienes nos proteja a nivel de salud. Estoy luchando con un grupo de amigos de México y Miami para que esto vaya creciendo. En nombre de Dios lo podemos lograr. Hemos ido solventando sus citas a médicos, exámenes, operaciones y eso ya es un avance. Hemos atendido a Humberto García, que está en Barquisimeto, y a Nancy González, que será operada pronto de la columna, entre otros. Carlos Capote fue quien tuvo esta maravillosa iniciativa. Voy a seguir trabajando como artista porque nací artista. Quiero seguir trabajando por mi país, todos los días quiero hacer cosas importantes. Llevarle entusiasmo a los jóvenes y a los niños. Todos tenemos una gran responsabilidad para impulsar este país adelante.
- Estoy segura que va a haber una reapertura en todos los teatros de Caracas y de Venezuela y vamos a estar todos en las tablas. No nos vamos a quedar de brazos cruzados (…) Hay que dejar los miedos.
- Si pudiera devolver el tiempo, ¿qué modificaría?
- Le daría mucho más impulso a educar los valores de mi país, los principios, los estudios para que la gente se prepare. La familia se perdió. Cuando eso pasa la gente se vuelve loca cuando ve dinero. Y fortalecería la parte espiritual en los colegios. Hay que hacer sentir triunfadores a los niños desde que están en el preescolar, decirles: “Usted vino al mundo a ser exitoso, a ser honrado, a ser valioso, responsable, talentoso”. Tendríamos policías, médicos, ingenieros honestos. Hay mucha gente deshonesta. El país lo destruimos y como lo destruimos, lo tenemos que levantar.
- ¿Hasta qué edad se ve cantando?
- Yo me veo de aquí derechito para el cementerio. Y al que le guste bien, y al que no también. Quiero seguir los pasos de Celia Cruz, quien se murió cantando. Cuando uno lleva el arte por dentro no tiene edad. En la medida que más edad tienes te especializas más en tu profesión, cantas mejor, vas haciendo cosas mejores porque vas creando más conciencia en ti. Yo no puedo darle ese gusto a nadie. Ese gusto me lo doy yo cuando lo decida, cuando me canse o me quiera dedicar a otras cosas, pero eso no me va a suceder a mí porque yo me levanto y me acuesto pensando en la música. @yolimer
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