Hace más de 30 años Héctor Manrique dio inicio a su carrera actoral siendo asistente de escena. El mismo nombre que hoy en día se encuentra constantemente en las principales carteleras teatrales del país, comenzó y ha trabajado en todas las áreas relacionadas al teatro.
De este oficio y su papel en la sociedad precisamente habla El Vestidor de Ronald Harwood, producción del Grupo Actoral 80 (GA80) que estrena hoy en el Teatro Trasnocho a las 6:00 pm. Su temporada contará con funciones los viernes a las 6:00 pm, sábados y domingos a las 4:00 pm.
Este texto de Harwood se ha convertido en un clásico del teatro mundial, presentado en diferentes países y llevado incluso a la gran pantalla en dos oportunidades.
El Vestidor narra la historia de una actor y su vestidor, mientras se preparan para presentar El Rey Lear de William Shakespeare en pleno bombardeo.
A Manrique esta obra le había estado rondando en muchas oportunidades. Desde que hace años vio la versión cinematográfica dirigida por Peter Yates en 1983, y con Tom Courtenay y Albert Finney como protagonistas. Sin embargo fue hasta 2020 que todos lo factores requeridos para el montaje de una obra estuvieron en sus manos.
"Es un homenaje a los hombres y mujeres de teatro. Sobretodo a los anónimos. Esa gente que ayuda en el teatro pero que no son los que reciben el aplauso y los reconocimientos, pero que sin ellos nada fuera posible", resalta Manrique.
Esta versión que se encuentra desde hoy en cartelera es realizada por Fernando Masllorens y Federico González del Pino, misma que se ha presentado por varios grupos en toda Latinoamérica. La dirección está a cargo de Manrique y Daniel Rodríguez.
De la interpretación de los personajes se encargan Juan Vicente Pérez (vestidor), Héctor Manrique (Bonzo), Martha Estrada, Nerea Hernández y Jeslin Valbuena.
El actor y director afirma que, el filme en que Tom Courtenay realizaba el que hoy en día es su papel, se convirtió en "una película de culto".
Agrega: "A mis alumnos siempre se las mandaba a ver, porque habla claramente de lo que es el teatro con sus mezquindades y grandezas. Retrata perfectamente este universo. Y más el teatro hecho en momento difíciles".
Es inevitable relacionar a gran medida las acciones del personaje escrito por Harwood el siglo pasado con la vida de Manrique hoy en día.
"Mucho de lo que le pasa a este personaje me pasa a mí. Yo he procurado ser siempre una persona comprometida con el mundo en el que vivo. Procuro que lo que pasa a mi alrededor no me sea indiferente, como artista se debe tener ese compromiso", dice.
En las protestas de 2017, por ejemplo, el Centro Comercial Paseo Las Mercedes donde se encuentra el Trasnocho Cultural, servía como refugio para muchos de los que eran atacados en las avenidas cercanas. A pesar de eso las funciones seguían en pie, y allí en esos momentos surge la pregunta ¿Cuál es el fin de mi oficio?.
"Los que seguimos aquí tenemos el compromiso de hacer llegar una pequeña luz de esperanza. Yo lo veo con la relación del espectador con el espectáculo. El público agradece que sigamos aquí. Y yo a veces me pregunto si lo que estoy haciendo ayuda, y claro que tengo mis dudas: ¿Estoy dejando mi vida aquí?. Pero, a pesar de todo, tengo la fortuna de hacer cosas y sentir que me realizo", cuenta Manrique.
Entre esas frustraciones El Vestidor tiene un texto que calma y da significado al quehacer teatral: "Damas y caballeros gracias por el modo en el que han recibido la tragedia más grandiosa (en relación a El Rey Lear), vivimos en tiempos peligrosos, nuestra civilización está acechada por la fuerzas del mal, la oscuridad y las tinieblas. Nosotros, humildes actores, hacemos todo lo que esté a nuestro alcance para luchar como soldados en el lado del bien, en esta gran batalla".
Y aunque es un parlamento aprendido y dicho como un personaje, esas palabras "expresan" a Manrique y cualquiera que hoy en día se dedica, desde cualquier ámbito a hacer teatro.
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