No es santo, pero tiene santuario. Algunos incluso lo llaman "San Gregorio", y en la actualidad, su devoción protagoniza una vigorosa expansión más allá de sus fronteras originales, alentando la esperanza de millones de venezolanos donde quiera que vayan.
Se trata del doctor José Gregorio Hernández (Isnotú,1864-Caracas, 1919), de cuyo natalicio se celebran 155 años, y para celebrarlo la Hacienda La Trinidad inaugura este sábado una muestra en El Secadero, que reúne manifestaciones artísticas en su imagen realizadas por diversos creadores.
La fuente iconográfica para las representaciones tradicionales de José Gregorio Hernández es clara, pues un retrato fotográfico practicado durante un viaje a Nueva York, en 1917, inmortalizaría su imagen austera y definiría sus atributos originales: traje oscuro, pañuelo en el bolsillo, sombrero de vestir y un grueso bigote. Posteriormente, su profesión de médico y docente otorgaría material para expandir esta iconografía.
Entre los nombres que Secadero Uno ha reunido para esta muestra figuran Edelmira y Bernardo Valladares, Mariano Rangel y familia, así como Carmen Núñez, quienes le colocan una bata blanca. Los Rangel ponen en sus manos un libro o un maletín y Núñez cuelga un estetoscopio en su cuello.
Manuel Vargas, por su parte, parece redefinir el concepto de "estampa religiosa" reforzando su venezolanidad con un liquiliqui, mientras Elizabeth Mancera apela a una tradición ajena a la religiosa, pero igualmente arraigada en nuestro país, situándolo en medio de un fondoabstracto-geométrico.
Así los organizadores de la exposición José Gregorio Hernández: devoción artesanal, que abre el sábado a las 11:00 am, buscan ofrecer a devotos y no tan devotos la oportunidad de acercarse a visitar y descubrir un poco de su historia, pues para muchos resulta fascinante saber cómo llegó esta a arraigarse a tal punto en nuestra cultura popular que lo consideran un santo.
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