Ámbar Díaz: "Nunca se deja de ser una figura pública"
La actriz, recordada por telenovelas como "Hay amores que matan", decidió alejarse de los reflectores para probar otro de sus talentos: el de gerente de reclutamiento en una institución bancaria
Desde hace casi una década, la rutina diaria de Ámbar Díaz transcurre fuera de un estudio de televisión. Dejó de lado los libretos para ejercer su segunda profesión en una reconocida institución bancaria de Venezuela.
Luego de formar parte del elenco de recordadas telenovelas en Radio Caracas Televisión, la actriz decidió reinventarse en un espacio ajeno. Confiesa que todavía recibe con cariño muestras de elogio. Al observarla con detenimiento, sus nuevos compañeros de trabajo le preguntan: “¿Eres tú, verdad?”.
“Me siento plena al saber que soy una mujer productiva. Estaré orgullosa de mañana poder decirle a mis hijos que su mamá fue actriz, que le cerraron un canal, pero que siguió adelante y pudo sacar una carrera universitaria”, comenta Díaz, quien dio vida a la pintoresca María Solita en Hay amores que matan (2000).
–¿Qué tan difícil fue para usted dejar la actuación?
–No fue difícil para mí, porque eventualmente te das cuenta que necesitas ser productivo. Siempre fui una mujer muy trabajadora. Entonces para mí nunca fue una opción quedarme de brazos cruzados en mi casa. Me gusta aprender, necesito aprender, estudiar, crear, descubrir y trabajar. Esa pausa fue la oportunidad ideal para estudiar mi otra carrera y hacer algo con eso para reinventarme y salir adelante. La vida continúa. De alguna manera fue complejo porque tuve que cursar una carrera universitaria completa. Para estudiar no hay edad, pero no es lo mismo. Fue todo un reto.
–¿Cómo llegó a la empresa para la que trabaja?
–Mientras estudiaba la carrera de Psicología, la Universidad Metropolitana me exigía realizar dos pasantías para poder graduarme. Pude hacerlas en Psicología Clínica y Psicología Organizacional. Fui asignada a realizar mis pasantías en un banco privado donde me abrieron las puertas. Llegué al área de Capital Humano con un equipo maravilloso. Empecé como pasante, pero he escalado posiciones. Actualmente, trabajo en la Gerencia de Reclutamiento y Selección. Me siento afortunada de seguir haciendo lo que me gusta.
–¿Cómo reacciona la gente que entrevista para un empleo?, ¿sus compañeros de trabajo?
–Nunca se deja de ser una figura pública. De hecho, me ha pasado que estoy trabajando y convoco a personas postuladas para una entrevista y en ese proceso de aplicar las pruebas, se quedan fijamente mirándome a mí y al carnet. “¿Eres tú verdad?”, “¿Qué haces aquí?”, me preguntan (risas). Tengo casi dos años en el banco, pero inicialmente mis compañeros me pedían fotos. Otros sí son un poco más reservados cuando coincidimos en el ascensor de la empresa. Todavía tengo el feedback del público. Estoy muy activa en las redes sociales y muy agradecida por eso. Siento que el haber trabajado tanto tiempo en mi profesión y haberlo hecho con tanto amor me permitió dejar algo en el público.
–¿Ha vuelto a tocar las puertas de RCTV, ahora como productora?
–La verdad es que no lo he querido hacer. Son muchos años del cierre y todavía duele. He pasado cerca de la puerta del canal por una cosa u otra, y ese sentimiento sigue ahí muy fuerte, aunque no me niego a la posibilidad de algún día hacerlo.
–¿Continuará alejada de la televisión?
–Por ahora sí. Me mantendré en la banca privada hasta que el cuerpo aguante. Siempre se debe evaluar más allá de la oferta salarial que es muy importante, una serie de aspectos como las actividades que vas a hacer y cuál va a ser el aporte que vas a dar. Son muchas cosas las que están en juego hoy en día. Por ahora estoy tranquila acá.
“El teatro podría ser una opción que manejaría en paralelo con mi trabajo en el banco, pero soy demasiado disciplinada. Entonces es muy importante que si voy a montarme sobre un escenario, tenga el tiempo adecuado con el elenco, que maneje muy bien mi texto porque me gusta montarme segura. Mi trabajo es tan intenso de por sí, que tomarse tiempo en paralelo, resulta complicado”, agrega.
–¿Y la familia?
–En el año 2013 me casé y tres años más tarde adoptamos a Dany y Liú, nuestros dos hijos gatunos. Ha sido una experiencia fabulosa. Esperamos que pronto Dios nos dé hijos humanos. Debo confesar que he postergado la maternidad por una cuestión de estudios y por la situación del país. Queremos al menos dos hijos. Hay que atreverse y ser valiente ante las adversidades.
@AndresMuria
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