Virginia Aponte: “El teatro es la vida y la voz de la humanidad”
Para la fundadora de Teatro UCAB, que celebra 50 años de actividades, y la actual directora de AGO Teatro, educar desde el hacer teatral sigue siendo la prioridad
Cuando Virginia Aponte habla del teatro, lo hace con el convencimiento de la revelación, del descubrimiento. Es como si ese oficio que la ha acompañado por medio siglo, desde que tenía 27 años, le mostrara ahora no pocas novedades sobre la condición humana, sobre sí misma.
Ella y el teatro son uno, sin duda. Pero lo más importante es entender que detrás de todo lo que involucra el montaje de una pieza teatral, el sentido último de sus acciones creativas y gerenciales es un proyecto educativo que la ha mantenido involucrada al devenir de la Universidad Católica Andrés Bello, aún luego de haber culminado allí la carrera de Comunicación Social. Virginia Aponte es la fundadora de Teatro UCAB, agrupación teatral universitaria que cumple 50 años, una proeza en un país orillado por la política a la desmemoria, a los planes inacabados, a lo superficial, a lo efímero.
Un país, por ahora, irrealizable, pero que desde la ficción del teatro Aponte ha tenido perfectamente delineado, porque cada montaje, haya sido escrito por Diego Fabri, por Albert Camus, por Bertolt Brecht, por Arthur Miller, por Georges Bernanos o por cualquier autor venezolano, lanza al público destellos de la Venezuela que somos.
Este joven de 50 años llamado Teatro UCAB tiene una prole que integran la Fundación Medatia, creada en 1995 en San Rafael de Mucuchíes, Mérida, en la sede levantada en un terreno donado por Juan Félix Sánchez, y AGO Teatro, que es el grupo profesional. La primera aporta a través de talleres y experiencias en teatro y educación conocimientos para que las comunidades desarrollen sus destrezas en comunicación interpersonal, trabajo en equipo, valores, oratoria, lecto-escritura y expresión (corporal, plástica, musical); la segunda, sostiene con sus ganancias lo que se hace en Medatia y en Teatro UCAB.
Tres piezas para celebrar
El principito, en versión de Duilia Díaz, actual directora de Teatro UCAB, ya abrió la celebración de los 50 años de la agrupación. Una obra que, a decir de Virginia Aponte, “fue clave en el desarrollo de Medatia, en lo que es nuestro teatro en las comunidades. Es, quizás, la primera pieza infantil que monté, y me enseñó tanto, me permitió tanto en la docencia, que nos ha acompañado a lo largo de estos años de una forma muy importante; tiene más de 40 años con nosotros”.

Ella y el teatro son uno, sin duda. Pero lo más importante es entender que detrás de todo lo que involucra el montaje de una pieza teatral, el sentido último de sus acciones creativas y gerenciales es un proyecto educativo que la ha mantenido involucrada al devenir de la Universidad Católica Andrés Bello, aún luego de haber culminado allí la carrera de Comunicación Social. Virginia Aponte es la fundadora de Teatro UCAB, agrupación teatral universitaria que cumple 50 años, una proeza en un país orillado por la política a la desmemoria, a los planes inacabados, a lo superficial, a lo efímero.
Un país, por ahora, irrealizable, pero que desde la ficción del teatro Aponte ha tenido perfectamente delineado, porque cada montaje, haya sido escrito por Diego Fabri, por Albert Camus, por Bertolt Brecht, por Arthur Miller, por Georges Bernanos o por cualquier autor venezolano, lanza al público destellos de la Venezuela que somos.
Este joven de 50 años llamado Teatro UCAB tiene una prole que integran la Fundación Medatia, creada en 1995 en San Rafael de Mucuchíes, Mérida, en la sede levantada en un terreno donado por Juan Félix Sánchez, y AGO Teatro, que es el grupo profesional. La primera aporta a través de talleres y experiencias en teatro y educación conocimientos para que las comunidades desarrollen sus destrezas en comunicación interpersonal, trabajo en equipo, valores, oratoria, lecto-escritura y expresión (corporal, plástica, musical); la segunda, sostiene con sus ganancias lo que se hace en Medatia y en Teatro UCAB.
Tres piezas para celebrar
El principito, en versión de Duilia Díaz, actual directora de Teatro UCAB, ya abrió la celebración de los 50 años de la agrupación. Una obra que, a decir de Virginia Aponte, “fue clave en el desarrollo de Medatia, en lo que es nuestro teatro en las comunidades. Es, quizás, la primera pieza infantil que monté, y me enseñó tanto, me permitió tanto en la docencia, que nos ha acompañado a lo largo de estos años de una forma muy importante; tiene más de 40 años con nosotros”.

Diálogos de Carmelitas, de Georges Bernanos, se presenta en la Sala Virginia Aponte de la UCAB (CORTESÍA)
Sigue en esta muestra aniversaria, Diálogos de Carmelitas, que para esta fecha ya había agotado las localidades de la función del sábado 17 de mayo en la Sala Virginia Aponte, de la UCAB, quedando (si es posible) disponibilidad para hoy, a las 3:00 pm; el sábado 31 de mayo, a las 3:00 pm, y el domingo 1° de junio, también a las 3:00 pm.
Este texto de Bernanos, puesto en escena por la propia Aponte, está inspirado en la historia real de 16 religiosas de la orden Carmelitas, guillotinadas por negarse a renunciar a sus votos monásticos en la Francia del siglo XVIII.
Cerrará la programación la obra El pájaro azul, escrita por Maurice Maeterlinck en 1906 y que representa el inmutable espíritu de la infancia en permanente conflicto contra el tiempo por la preservación de la inocencia.
“Es muy importante que entendamos que cuando retomamos estos trabajos, estamos retomando una historia”, advierte Aponte. O dos historias: la de Teatro UCAB y la de la humanidad.
-Teatro UCAB es un proyecto ligado directamente a la docencia. ¿Cuáles son los principales aprendizajes dados a quienes han formado parte del grupo? ¿Y qué ha aprendido Virginia Aponte?
-En el principio del Teatro UCAB fue básicamente lograr que se hiciera el espacio en la universidad y que el teatro tuviera también su lugar y su razón de ser. Esa fue la primera lucha del teatro universitario. Pero al poco tiempo de comenzar con este trabajo me di cuenta de lo que se iba logrando con los jóvenes que entraban al teatro, en principio buscando saber sin mayor mirada que la del teatro profesional.
“Con el tiempo -prosigue- hacer teatro en la Católica se fue convirtiendo en una docencia grandiosa. Aprender haciendo es nuestro método y nos ha dado unos resultados increíbles. ¿Por qué? Porque una de las razones con las que se comienza en el Teatro UCAB es hacer en el primer año una pieza de creación colectiva con la intención de ser llevada a los barrios y comunidades cercanas, a los colegios; en fin, es abrirnos a los demás. Siempre es estar con los otros, y en eso se da ese aprendizaje importante que hace que el joven que está en el teatro durante los años que se prepara para ser un profesional, se convierta también en un ser preocupado por el otro. Es también amar a Venezuela en la acción. Eso es docencia en el teatro”.
-¿El teatro puede cambiar vidas?
-Si el teatro cambió mi vida, cómo no te voy a responder que puede cambiar vidas. Sí, cambia vidas y genera cosas que ni siquiera imaginamos que van a suceder a través de encontrarnos con el teatro. El teatro, en definitiva, es la vida y la voz de la humanidad, que desde los griegos, hay referencias anteriores a ellos, empezaron a decir lo que angustia, lo que preocupa o también lo que alegra, lo que es positivo, a través de una voz en acción en el teatro.
Ante la pregunta sobre qué papel debe asumir el teatro ante una realidad como la venezolana, Virginia Aponte hace una recomendación, tajante: “Ve a ver Diálogos de Carmelitas, pieza creada entre 1947 y 1948 que el autor no pudo ver porque murió, pero Bernanos escribió en el miedo y al mismo tiempo lo hizo como un grito de esperanza. ¿Eso te responde?”.
@juanchi62
Sigue en esta muestra aniversaria, Diálogos de Carmelitas, que para esta fecha ya había agotado las localidades de la función del sábado 17 de mayo en la Sala Virginia Aponte, de la UCAB, quedando (si es posible) disponibilidad para hoy, a las 3:00 pm; el sábado 31 de mayo, a las 3:00 pm, y el domingo 1° de junio, también a las 3:00 pm.
Este texto de Bernanos, puesto en escena por la propia Aponte, está inspirado en la historia real de 16 religiosas de la orden Carmelitas, guillotinadas por negarse a renunciar a sus votos monásticos en la Francia del siglo XVIII.
Cerrará la programación la obra El pájaro azul, escrita por Maurice Maeterlinck en 1906 y que representa el inmutable espíritu de la infancia en permanente conflicto contra el tiempo por la preservación de la inocencia.
“Es muy importante que entendamos que cuando retomamos estos trabajos, estamos retomando una historia”, advierte Aponte. O dos historias: la de Teatro UCAB y la de la humanidad.
-Teatro UCAB es un proyecto ligado directamente a la docencia. ¿Cuáles son los principales aprendizajes dados a quienes han formado parte del grupo? ¿Y qué ha aprendido Virginia Aponte?
-En el principio del Teatro UCAB fue básicamente lograr que se hiciera el espacio en la universidad y que el teatro tuviera también su lugar y su razón de ser. Esa fue la primera lucha del teatro universitario. Pero al poco tiempo de comenzar con este trabajo me di cuenta de lo que se iba logrando con los jóvenes que entraban al teatro, en principio buscando saber sin mayor mirada que la del teatro profesional.
“Con el tiempo -prosigue- hacer teatro en la Católica se fue convirtiendo en una docencia grandiosa. Aprender haciendo es nuestro método y nos ha dado unos resultados increíbles. ¿Por qué? Porque una de las razones con las que se comienza en el Teatro UCAB es hacer en el primer año una pieza de creación colectiva con la intención de ser llevada a los barrios y comunidades cercanas, a los colegios; en fin, es abrirnos a los demás. Siempre es estar con los otros, y en eso se da ese aprendizaje importante que hace que el joven que está en el teatro durante los años que se prepara para ser un profesional, se convierta también en un ser preocupado por el otro. Es también amar a Venezuela en la acción. Eso es docencia en el teatro”.
-¿El teatro puede cambiar vidas?
-Si el teatro cambió mi vida, cómo no te voy a responder que puede cambiar vidas. Sí, cambia vidas y genera cosas que ni siquiera imaginamos que van a suceder a través de encontrarnos con el teatro. El teatro, en definitiva, es la vida y la voz de la humanidad, que desde los griegos, hay referencias anteriores a ellos, empezaron a decir lo que angustia, lo que preocupa o también lo que alegra, lo que es positivo, a través de una voz en acción en el teatro.
Ante la pregunta sobre qué papel debe asumir el teatro ante una realidad como la venezolana, Virginia Aponte hace una recomendación, tajante: “Ve a ver Diálogos de Carmelitas, pieza creada entre 1947 y 1948 que el autor no pudo ver porque murió, pero Bernanos escribió en el miedo y al mismo tiempo lo hizo como un grito de esperanza. ¿Eso te responde?”.
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