Espacio publicitario

“Leipzig Caracas”, de José Vivenes, se presenta en Spaziozero

“Critico un ecosistema proselitista que construye ruinas sobre más ruinas”

El artista venezolano sumó al paisaje germano su propia construcción artificial

  • JUAN ANTONIO GONZÁLEZ

13/04/2025 01:00 am

Entre octubre y diciembre de 2023, el artista venezolano José Vivenes (Maturín, 1977) fue invitado a participar en una residencia artística en Leipzig por parte de Pilotenkueche, institución alemana que desarrolla un Programa de Arte Internacional.

Para un pintor acostumbrado a sentir los pies mojados por el mar Caribe, a verse iluminado por un sol de potencia casi constante y a una historiografía de la pintura que manipula el pasado para procurar la sumisión de las consciencias, viajar de la ciudad en la que vive a otra ciudad desconocida fue un tránsito de la perplejidad a la confirmación.

“Asimilar el tiempo fuera de casa, lejos de la familia y la incertidumbre de una cultura de costumbres, el idioma, el clima opuesto al Caribe; el estar orientado en un nuevo espacio urbano”, eso fue lo primero que experimentó Vivenes en Leipzig. “Con los días y semanas, comprendo parte de la naturaleza animal humana de adaptación, la añoranza, la comunicación y el desplazamiento. Fue un tiempo de reflexión, comprensión y juego plástico”.

(CORTESÍA SPAZIOZERO GALERÍA)  

-¿Qué vínculos encuentra entre el paisaje recién descubierto de la ciudad alemana y el de Caracas? ¿Cómo se conectan?
-Toda idea plástica comienza con la abstracción y se compone partiendo de una puesta en escena que conecta el paisaje a una construcción artificial. Porque la espacialidad en la inmensidad del territorio imaginable se cruza superponiendo composición para encontrar formas plásticas universales para recomponer la potencia comunicacional de la imagen que será ficción al órgano vidente. Ante toda esta experiencia de mirar; me fui con un paisaje y retorné con otro paisaje.

Spaziozero galería, de Colinas de Bello Monte, presenta parte del trabajo que realizó Vivenes en Leipzig. La muestra, Leipzig Caracas, reúne obras que, desde el substrato de la pintura, han sido creadas a partir de técnicas como el óleo sobre fórmica, ensamblajes (esculturas), collages, fotografía y tintas sobre papel y tela. Es la manera en la que este artista invita al observador de sus obras a plantarse sobre las posibilidades de la expresión pictórica.

(CORTESÍA SPAZIOZERO GALERÍA)

-Cada cuerpo de trabajo suyo es una reflexión sobre las formas de representación de la pintura, fundamentalmente. ¿Cuál ha sido la conclusión más categórica a la que ha llegado en sus disertaciones como artista?
-No soy partidario de seguir categorizando la práctica artística, la historiografía contemporánea del arte esta rebosada de términos que distancian el estado corporal del objeto materializado de su génesis primordial; es mejor llamar las cosas por su nombre manteniendo la coherencia: objeto materializado con el texto suplementario para que exista equilibrio y no distancia. Entendido que el arte es una herramienta de pensamiento contenida de lenguajes que no tienen límites y es allí donde sostengo el proceso creativo; por eso no creo que exista conclusión al momento de crear.

En un texto de su autoría, José Vivenes escribe:

Leipzig Caracas es una propuesta pictórica que redimensiona la idea habitual del paisaje y busca explorar nuevos elementos compositivos propios y ajenos del espacio representado, de lugares recorridos y de formas archivadas en la memoria que serán modelos, bocetos, collages o notas. Son paisajes que cambiaron la mirada del pintor cuando tuvo una estancia en tierras sajonas, comprendiendo que el género es una representación artificial cambiante contenedora de acciones que articulan lecturas visuales que convergen entre lo real y lo imaginario. Reflexiona mirando la tradición del paisaje en la historia del arte universal con el fin de pintarlo sin que identifique un lugar específico. Un paisaje que viaja con una estructura compositiva heredada de la historiográfica visual y testimonial venezolana, retornando un paisaje sin coherencia sustancial”.

(CORTESÍA SPAZIOZERO GALERÍA)

-La ruina, el desgaste de los discursos y hasta la manipulación que se busca con ellos, son parte integral de su obra. En su texto cita a Luis Enrique Pérez Oramas: “Tengo la íntima convicción de que la historia del arte más apasionante es, entre otras cosas, un tejido espeso de anacronismo”. ¿Hasta cuándo dejaremos de ser parte de la manipulación del discurso oficial que modula nuestra visión?
-El anacronismo otorga independencia de pensamiento para seguir entendiendo la actualidad con cualquier miramiento lógico y no dejar de mirar el pasado, el detalle que algunos tienden a confundir termino y práctica, y es allí donde se crean instrumentos de control social manipulando todo un imaginario colectivo histórico con el fin que el miedo sea principal protagonista, educando a una colectividad a la conformidad con un discurso donde los farfulladores alfabetizan la falsa promesa a la dependencia buscando la culpa del fracaso en otro y no en la incoherencia de un proyecto vacío, muy triste al final del día porque es un juego perverso de doble pensar, que consolida un nuevo arquetipo social. El resultado es que formo parte de una generación carente de pertenencia e identidad que lucha al cambio y a un mejor futuro, se lucha criticando todo un ecosistema proselitista que permanentemente construye ruinas sobre más ruinas; siendo su temor que el miedo sea combatido con miedo donde todos seamos protagonistas.

-Finalmente, sus paisajes obligan a un mirar distinto, a traspasar la evidencia de lo pintado. ¿Qué le pide a cualquier observador de su obra, qué espera de él?
-Nada, que tengan la libertad de ficcionar.
@juanchi62

(CORTESÍA SPAZIOZERO GALERÍA)




Siguenos en Telegram, Instagram, Facebook y Twitter para recibir en directo todas nuestras actualizaciones
-

Espacio publicitario

Espacio publicitario

Espacio publicitario

DESDE TWITTER

EDICIÓN DEL DÍA

Espacio publicitario

Espacio publicitario