ANTONELLA CHIRINOS
MIRADA EXPUESTA | “Hoy no fío mañana sí”
La fotógrafa caraqueña, la única de los cinco seleccionados del Tercer Visionado de Fotografía que organizan El Archivo y la Sala Mendoza, residenciada en el país, retrata los múltiples rostros de Caracas desde el asombro
La frase con la que muchos negocios de Venezuela todavía le recuerdan a sus clientes que lo que se llevan deben pagarlo hoy y no mañana, se extrapola en el trabajo fotográfico de Antonella Chirinos, Hoy no fío mañana sí, a una suerte de declaración de principios en los que el ahora parece ser el único mediador entre esta fotógrafa nacida en Caracas en 2001 y la realidad que permanentemente se le ofrece para estimular su capacidad de asombro.

Esta serie de Antonella Chirinos es una de las cinco propuestas seleccionadas del Tercer Visionado de Fotografía de la Sala Mendoza y El Archivo, curado por Ricardo Gómez Pérez y Beatriz Grau, y reunidas en la exposición Miradas dislocadas: Más allá de la frontera, que en esta ocasión suma un aliado más: la revista Estilo, que publica los portafolios de los fotógrafos escogidos.

Además de Chirinos, se integran a la muestra Marianne Matouk, caraqueña residenciada en Bogotá; Luisa Nieves, también de esta ciudad, pero afincada en Costa Rica; Fabrizio Arena, de Caracas con residencia en Suiza, y Leslie Umbria, de la capital venezolana afincada en Baja California, México.
«Porque mañana creo, hoy no. Un recorrido por mi mundo visual donde cada imagen, impregnada de emoción, se convierte en eterna a través de la fotografía. Más que documentar es mi manera de anclar el presente y tejer mi narrativa, uniendo el ahora con recuerdos futuros». Con estas palabras presenta Chirinos su trabajo. Un trabajo que es también su necesidad de reconocerse en el otro, en la maravilla cotidiana, en el desparpajo de una ciudad a la que todos señalan de caótica, sin reparar que a veces ese evidente desorden no es más que rebeldía, el reflejo de una urbe que no se somete a reglas, que busca sanar sus propias heridas.
@juanchi62

Esta serie de Antonella Chirinos es una de las cinco propuestas seleccionadas del Tercer Visionado de Fotografía de la Sala Mendoza y El Archivo, curado por Ricardo Gómez Pérez y Beatriz Grau, y reunidas en la exposición Miradas dislocadas: Más allá de la frontera, que en esta ocasión suma un aliado más: la revista Estilo, que publica los portafolios de los fotógrafos escogidos.

Además de Chirinos, se integran a la muestra Marianne Matouk, caraqueña residenciada en Bogotá; Luisa Nieves, también de esta ciudad, pero afincada en Costa Rica; Fabrizio Arena, de Caracas con residencia en Suiza, y Leslie Umbria, de la capital venezolana afincada en Baja California, México.

«Porque mañana creo, hoy no. Un recorrido por mi mundo visual donde cada imagen, impregnada de emoción, se convierte en eterna a través de la fotografía. Más que documentar es mi manera de anclar el presente y tejer mi narrativa, uniendo el ahora con recuerdos futuros». Con estas palabras presenta Chirinos su trabajo. Un trabajo que es también su necesidad de reconocerse en el otro, en la maravilla cotidiana, en el desparpajo de una ciudad a la que todos señalan de caótica, sin reparar que a veces ese evidente desorden no es más que rebeldía, el reflejo de una urbe que no se somete a reglas, que busca sanar sus propias heridas.
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