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Carlos Scoffio revivirá el Macondo en ciernes que imaginó Carlos Giménez

El productor y gerente cultural debuta en la dirección con “El coronel no tiene quien le escriba”, montaje se presentará del 13 de septiembre al 6 de octubre en el Teatro Nacional

  • JUAN ANTONIO GONZÁLEZ

01/09/2024 01:00 am

Acercarse al texto de El Coronel es introducirse en el drama de la sociedad latinoamericana. Y hemos querido hacerlo con rigor, sin concesiones a los arquetipos revolucionarios de una fiebre perdida. Nunca más vigente que ahora, este canto a la desesperanza, este presagio que, partiendo del escenario, nos habla de uno y de todos. Desde la casa del coronel, vemos abrirse los muros, extenderse la ciénaga, ganar la lluvia, saquear los muebles y objetos, crecer el vacío, imponerse la soledad como destino. Superposición de tiempos y modificación de espacios, regulan esta puesta en escena que intenta aproximarse a la tragedia. Tragedia de un hombre y unos pueblos sometidos a la expoliación de su riqueza y a la traición de la esperanza.

(Carlos Giménez a propósito de la versión teatral de El coronel no tiene quien le escriba)

Mucha nota ha debido tomar el productor y gerente cultural Carlos Scoffio para asumir la dirección del montaje que Carlos Giménez hizo en 1989 de la novela del escritor colombiano Gabriel García Márquez, El coronel no tiene quien le escriba (1961). Una adaptación que supuso para el fundador del Grupo Rajatabla crear su propia visión del Macondo que todavía se gestaba en la cabeza y la pluma del Premio Nobel de Literatura 1982. Así, aquel pueblo ficticio de unas veinte casas de barro a orillas de un río cuyas aguas corrían sobre un lecho de piedras blancas, pulidas y enormes como huevos prehistóricos y que fue materializado sobre el escenario por Giménez como el espacio del hastío, de la pesadez, del olvido, de la eterna espera como lluvia incesante, volverá a cobrar vida del 13 de septiembre al 6 de octubre en el Teatro Nacional de Caracas.

El nuevo montaje es una coproducción de la Fundación Rajatabla e Image Producciones, empresa de la que Scoffio es director, y en él actúan, como protagonistas, Francis Rueda, como La Coronela y Djamil Jassir como El Coronel.

Como muchos venezolanos vinculados por pasión y por oficio al mundo de la cultura, Scoffio vio por primera vez El coronel de Rajatabla en la Sala Anna Julia Rojas del Ateneo de Caracas. “Recuerdos tengo muchos”, dice. “Lo primero que diría es que fue sorprendente ver llover sobre el escenario, paredes en movimiento y peleas de gallo; cómo las cosas, desde la simpleza, se transforman en muchas otras, cómo la imaginación de un texto que debí leer bachillerato, tomaba acción. Pero más emocionante para mí, luego de verla muchas veces, fue producirla y ahora asumir la responsabilidad de dirigirla. Me emociona hasta los tuétanos la presencia de la Mujer de Blanco y Negro (muerte), que bajo la lluvia hace un cuadro realmente onírico; por otra parte, la música que acompaña la pieza (creada por Federico Ruiz) es de una gran hermosura, y por supuesto, esos momentos del texto que arrancan lágrimas y erizan la piel. Todo eso me emociona a pesar de haber visto y conocer la pieza desde hace ya muchos años”.

Carlos Scoffio: "El coronel es una joya de pieza teatral que debe conservar su espíritu, su esencia, puestas por Giménez para las próximas generaciones" (CORTESÍA IMAGE PRODUCCIONES)

-¿Por qué decidió debutar en la dirección con esta pieza?
-Realmente no lo decidí, fue algo que llegó a mí sin yo buscarlo. Mi papel en el mundo de las artes escénicas, que ya por 35 años, ha sido la producción, y a pesar de haberme formado en seminarios y talleres de dirección y de haber trabajado al lado de grandes directores, nunca antes había dirigido. Pensando con William López, presidente de la Fundación Rajatabla, sobre quién la podía dirigir, él me dijo: “Pero Scoffio dirige tú, te la sabes perfectamente, además la has producido”, y luego de reflexionarlo por unos días acepte el reto, y acá estoy.

“Debo decir -prosigue- que pararse frente a actores profesionales de la talla de los que conforman este montaje no es sencillo, pero lo hemos logrado en equipo. La pieza es un remontaje de la puesta original de Carlos, y aunque sea un remontaje, tiene su complejidad en los tiempos (cronología) de la historia y en algo que hemos llamado en el equipo, de forma jocosa, el ‘metaverso Giménez’. Es obvio que cada director con los que se ha hecho El coronel luego de Carlos, le ha dado sus matices y yo no soy la excepción”.

-¿Qué ha aportado usted como director?
-Primero, la selección de un elenco que va en perfecta sintonía con el montaje de Carlos Giménez. Los actores los seleccioné con lupa para que se amoldaran a la propuesta; algo muy importante: los actores no copian a ninguno de sus colegas del elenco anterior, cada uno ha desarrollado una propuesta actoral propia. Por supuesto, hay movimientos de escena que simplemente son como en el montaje original, pero dentro de la libertad que le he dado a los actores se mantienen la línea narrativa y estética. Yo diría que este ha sido mi aporte, mi energía esta allí en cada momento que he detenido una escena y explico cómo debe ser. Allí está mi sello.

-El montaje de Carlos Giménez materializó, por lo menos en su génesis, lo que sería luego el Macondo de García Márquez. ¿Qué papel juega en su propuesta el espacio en el que se desarrolla la trama?
-Si nos referimos al tiempo, el espacio es el mismo de la novela y de la obra original; si nos referimos a lo estético, hablamos de la misma estética, donde las paredes de zinc, los pisos de tierra y madera destartalada, donde el catre y la hamaca, en fin los pocos elementos del montaje, nos hablan de la situación del pueblo donde se desarrolla la obra, y aún más, de la precaria situación en la que el coronel y su esposa se encuentran luego de la muerte de su hijo; siempre con la esperanza de que cada viernes la carta de la pensión llegue. El coronel es una joya de pieza teatral que debe conservar su espíritu, su esencia, puestas por Giménez para las próximas generaciones; conservar la visión de su creador original es conservar un legado para el teatro.

-¿Cómo se planteó el trabajo con los actores, en especial con Francis Rueda y Djamil Jassir?
-A ambos, muy queridos y respetados, los seleccione desde hace ya varios meses, los tenía en mente para este proyecto. En el caso de Francis Rueda, era un tema el abordaje, por lo que ella representa para mí, para el teatro y por lo que ella fue para el propio Carlos Giménez. Asume el reto de un papel muy enérgico y con una gran fuerza con su propio sello. Es una gran profesional que me ha permitido llevarla por la ruta que nos planteamos sin problemas, siempre dispuesta a lo que sea necesario.

“En el caso de Djamil Jassir -sigue-, él y yo hemos trabajado juntos en muchas cosas, así que fue más o menos igual, con la salvedad que hace más de un año cuando nos planteamos el reto de hacer de nuevo El coronel, lo invité para que lo protagonizara y le entregue el libreto; de igual manera, ha creado y hemos moldeado un personaje que no copia a ninguno de los anteriores grandes actores que representaron el papel”.

-Después de esta experiencia, ¿dejará la gerencia cultural para dedicarse a la dirección?
-¿Dejar la gerencia cultural? Definitivamente no. Esta nueva etapa se suma las demás cosas que vengo haciendo con el equipo de Image Producciones. Dejar la pasión de la producción es imposible para mí porque yo veo hasta el más mínimo detalle de las cosas, es algo que me apasiona y me llena de mucho orgullo; ahora cuento con una visión más global del espectáculo.
@juanchi62


(Montaje de 2014)




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