A sus 62 años, el actor Tom Cruise sigue empeñado en hacer él mismo las más arriesgadas escenas, y no solamente en sus filmes, sino también en otros eventos que requieran de sus complicadas y peligrosas acrobacias. Lo acabamos de ver en la ceremonia de clausura de las Olimpíadas París 2024, el domingo pasado. Allí demostró una vez más que los límites no existen cuando de sorprender al público se trata, aunque este empeño, especialmente a su edad, llena de preocupación a su equipo de producción y a otros allegados más cercanos. En el cierre del más importante evento deportivo planetario, el protagonista de Misión imposible descendió desde las alturas del parisino Stade de France, en un show que dejó a la concurrencia literalmente boquiabierta.

La audaz maniobra de Cruise, que le llevó 18 meses de preparación, no solo fue el centro de atención por su espectacularidad, sino también por la controversia que generó. Según fuentes cercanas citadas por el periódico londinense Daily Mail, el equipo de producción del espectáculo tuvo varios enfrentamientos con el actor tras bastidores. La disputa principal giró en torno a las medidas de seguridad. El intérprete de Top Gun argumentaba que el equipo de protección que lo sujetaba impedía que el salto tuviera la velocidad necesaria para impresionar. “Discutió con los productores sobre su cuerda de seguridad, que era claramente visible, y sintió que no hacía que el salto fuera lo suficientemente creíble y que no cayó tan rápido como quería”, publicó el aludido tabloide.

La nota mencionó que el círculo íntimo de Cruise vive en permanente angustia por las acrobacias cada vez más arriesgadas que realiza. “Le desaconsejaron encarecidamente el salto y le dijeron que realmente necesita dejar de realizar tanto peligroso despliegue equilibrista que desafía a la muerte”. La misma fuente puntualizó: “Una cosa es cuando está rodando una película, pero ese truco olímpico resultó increíblemente preocupante”.

Esta afición del intérprete comenzó en 2010, cuando se colgó de un arnés para lanzarse desde la cima del Burj Khalifa, en Dubái, la edificación más alta del mundo, con 800 metros de altura. Y hace apenas un mes fue visto suspendido del costado de una aeronave mientras grababa una escena del próximo filme de Misión Imposible. Pero no todas estas acrobacias han salido perfectas. En 2017, durante el rodaje en Londres de la sexta entrega de la popular franquicia, intentó saltar de un edificio a otro, mientras lo sostenía un correaje; sin embargo, no logró su cometido y se estrelló contra la pared de la edificación, con el saldo de un tobillo fracturado.

Poco dado a filtrar detalles de su vida personal, cuando aparece en público es siempre para promover sus últimos saltos al vacío o sus bandazos en moto, siempre realizados sin doble. Su actuación en París 2024 difumina todavía más la frontera entre su imagen y la de los personajes que encarna: el agente secreto Ethan Hunt, el policía militar Jack Reacher o el piloto de combate Pete Mitchell. Y presumimos que así lo seguiremos viendo, para infortunio de los temerosos integrantes de su equipo de producción y otros allegados.
@aquilinojmata