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A CONTROL REMOTO

Frank Farian, responsable de un gran fraude

Acaba de fallecer el productor que creó uno de los más sonados engaños musicales, el del dueto Milli Vanilli, que selló su muerte artística al descubrirse que realmente no cantaba sino que doblaba a otros vocalistas

  • AQUILINO JOSÉ MATA

28/01/2024 01:00 am

De un infarto al miocardio, falleció esta semana en Miami, a los 82 años, el productor alemán Frank Farian, responsable de uno de los mayores escándalos que se haya conocido hasta ahora en la música pop, el del dueto Milli Vanilli, un fenómeno de difusión y millonarias ventas de discos que terminó siendo un fraude, al descubrirse que sus integrantes realmente no cantaban, sino que se limitaban a doblar a otros vocalistas. Frank Farian resultó víctima de su propio concepto, el de apoyarse más en el impacto visual de sus integrantes que en sus condiciones vocales. Fue así como dio con el francés Fabrice Morvan y el estadounidense Rob Pilatus, bailarines de probadas habilidades, ambos de piel oscura y porte exótico, resaltado por sus largas extensiones de cabello y unos lentes de contacto color verde. La imagen del dueto, algo que obsesionaba a su productor, ya estaba hecha.

Pero había un detalle: Morvan y Pilatus no se caracterizaban precisamente por su derroche vocal. Pero esto a Farian no le importó mucho. Resolvió el problema contratando a tres estadounidenses: el rapero Charles Shaw y dos cantantes de mediana edad: Johnny Davis y Brad Howell, las voces ocultas detrás de Milli y Vanilli, como finalmente decidió bautizar al dueto. All or Nothing, el primer álbum, editado en 1988, inmediatamente se convirtió en un suceso. Girl You Know It´s True, una pegadiza canción, batió records de ventas en todo el mundo y les sirvió de poderoso trampolín a la fama. En poco tiempo dejaron de ser unos desconocidos para pasar a ser ídolos de multitudes. Un año después editaron su segunda placa, que superó considerablemente el éxito de la primera, al situar tres temas en el primer lugar de la cartelera norteamericana. Para ese momento ya habían vendido más de 30 millones de discos. Lo que vino después fue el premio Grammy como mejor nuevo artista.

 
Farian entre los integrantes del dueto Milli Vanilli (CORTESÍA)  

Pero el engaño no duraría mucho. En un concierto en Australia, la cinta con la canción que interpretaban se enredó y se puso en evidencia que no estaban realmente cantando en vivo. Desde ese momento su muerte artística quedó sellada. La Academia del Disco de Estados Unidos les retiró el Grammy y su sello disquero sacó de circulación sus álbumes. En 1991 Farian intentó relanzarlos, ya cantando ellos, con el nombre de The Real Milli Vanilli, pero no pasó nada. Rob Pilatus no lo pudo soportar y se dedicó a la delincuencia y a los excesos con las drogas, hasta que su cuerpo fue hallado sin vida por una sobredosis. Casos como el de Milli y Vanilli demuestran que en el mundo del espectáculo hay ocasiones en que se puede llegar tan rápido al éxito como al olvido.

A Frank Farian también se le atribuye la fama y el éxito en los años 70 del grupo alemán de música disco Boney M, con canciones como Daddy Cool, Rasputin y Rivers of Babylon, que se volvieron clásicos de una generación. Como productor discográfico trabajó igualmente con Meat Loaf y Stevie Wonder, por lo que a pesar del descalabro con Milli Vanilli, vendió unos 800 millones de discos entre todos los artistas que produjo.
@aquilinojmata




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