Nueva York.- Danny DeVito acaba de cumplir 79 años de una manera única: protagonizando una obra en Broadway, I need that, junto a su hija mayor, Lucy DeVito.
Con una carrera fílmica y televisiva que supera las cinco décadas en drama y comedia, este inconfundible actor de baja estatura y amplio rango comenzó actuando Off-Broadway. De hecho su primer gran rol en el cine nació en las tablas: en el galardonado drama One Flew Over the Cuckoo's Nest (1975) de Milos Forman que arrasó en los premios Óscar, DeVito repitió el personaje de recluso mental que ya había hecho cuatro años antes en teatro.
Luego, su rol de varios años en la comedia televisiva Taxi (1978–1983) lo consagró en la audiencia, llevándolo a ganar los premios Emmy y Globo de Oro. En cine acumuló una racha de cien películas, muchas producciones taquilleras y algunas hoy consideradas cintas de referencia, como Terms of Endearment (1983), The Jewel of the Nile (1985), Throw Momma from the Train (1987), Twins (1988), The War of the Roses (1989), Batman Returns (1992) –donde interpretró al icónico villano El Pingüino -, Hoffa (1993), Junior (1994), Get Shorty (1995), Matilda (1996), L.A. Confidential (1997), Big Fish (2003), y Jumanji: The Next Level (2019).
Pero irónicamente DeVito no debutó en Broadway hasta hace relativamente poco tiempo, en 2017, en el regreso del clásico de Arthur Miller The Price, que le valió una nominación al premio Tony, el más importante en Nueva York.
Ahora “apenas” suma su segundo estreno en Broadway, con I need that, una tragicomedia de Theresa Rebeck de tres personajes en la que interpreta a un viudo mañoso y sedentario que ha acumulado tantos artefactos en su casa que apenas puede abrirse paso entre ellos, por lo que recibe una amenaza de desalojo por parte de los bomberos.
En su rol del terco Sam, DeVito luce cómodo, bordeando la frontera entre comedia y drama, interactuando además con su hija y su único amigo (Ray Anthony Thomas), quienes a medio camino le hacen confidencias que los alejan de las imágenes que tenía de ellos. Mientras, la atiborrada casa es un personaje en sí mismo que refleja la imperfección humana, entre nostalgias, evasión, fortalezas, excusas, debilidades y miedo a los cambios.
Rebeck escribió la obra no inspirada en ellos, pero sí pensando en DeVito y su hija como actores –Lucy nunca había actuado en Broadway-. Y aunque no padecen los conflictos de sus personajes, sin sopresas el par lleva a escena su comodidad hogareña y la realidad del ciclo de la vida cuando los roles se invierten e hijos adultos terminan cuidando a sus padres.
“Tienen exactamente el tipo de química que uno esperaría que tuvieran un padre y una hija, y eso viene acompañado de alegría, amor y una historia de irritaciones”, comentó a The New York Times el director Moritz von Stuelpnagel. “Esa familiaridad genera una relación realmente profunda y dinámica”.
“Llegas a cierta edad -y estoy hablando de mí ahora- en la que eres un poco terco y estás estancado en tus costumbres. Estoy encontrando muchas similitudes entre Sam y yo”, declaró DeVito a Entertainment Weekly antes del estreno. Y agregó que le gustaría que la audiencia que vea la obra al salir la repase “en su mente y vea si hay algo que puedan encontrar que los lleve a un futuro mejor”.
DeVito también es un respetado productor de cine y televisión, tras fundar en 1991 Jersey Films con Michael Shamberg, compañía creadora de respetadas cintas como Pulp Fiction (1994), Get Shorty (1995), y Erin Brockovich (2000), por la que recibió una nominación al Premio Óscar.
Como dato curioso, su eterna compañera Rhea Perlman -de la que se separó, pero sin divorciarse- y madre de Lucy es parte del elenco del mega éxito fílmico Barbie (2023) y tiene oportunidad de ser nominada como actriz de reparto por ese proyecto en la venidera temporada de premios.
En paralelo, los DeVito están pautados en cartelera hasta el 30 de diciembre, con la mirada puesta en los premios Tony 2024.
Con una carrera fílmica y televisiva que supera las cinco décadas en drama y comedia, este inconfundible actor de baja estatura y amplio rango comenzó actuando Off-Broadway. De hecho su primer gran rol en el cine nació en las tablas: en el galardonado drama One Flew Over the Cuckoo's Nest (1975) de Milos Forman que arrasó en los premios Óscar, DeVito repitió el personaje de recluso mental que ya había hecho cuatro años antes en teatro.
Luego, su rol de varios años en la comedia televisiva Taxi (1978–1983) lo consagró en la audiencia, llevándolo a ganar los premios Emmy y Globo de Oro. En cine acumuló una racha de cien películas, muchas producciones taquilleras y algunas hoy consideradas cintas de referencia, como Terms of Endearment (1983), The Jewel of the Nile (1985), Throw Momma from the Train (1987), Twins (1988), The War of the Roses (1989), Batman Returns (1992) –donde interpretró al icónico villano El Pingüino -, Hoffa (1993), Junior (1994), Get Shorty (1995), Matilda (1996), L.A. Confidential (1997), Big Fish (2003), y Jumanji: The Next Level (2019).
Pero irónicamente DeVito no debutó en Broadway hasta hace relativamente poco tiempo, en 2017, en el regreso del clásico de Arthur Miller The Price, que le valió una nominación al premio Tony, el más importante en Nueva York.
Ahora “apenas” suma su segundo estreno en Broadway, con I need that, una tragicomedia de Theresa Rebeck de tres personajes en la que interpreta a un viudo mañoso y sedentario que ha acumulado tantos artefactos en su casa que apenas puede abrirse paso entre ellos, por lo que recibe una amenaza de desalojo por parte de los bomberos.
Ray Anthony Thomas, Danny DeVito y Lucy DeVito en I need that (JOAN MARCUS)
En su rol del terco Sam, DeVito luce cómodo, bordeando la frontera entre comedia y drama, interactuando además con su hija y su único amigo (Ray Anthony Thomas), quienes a medio camino le hacen confidencias que los alejan de las imágenes que tenía de ellos. Mientras, la atiborrada casa es un personaje en sí mismo que refleja la imperfección humana, entre nostalgias, evasión, fortalezas, excusas, debilidades y miedo a los cambios.
Rebeck escribió la obra no inspirada en ellos, pero sí pensando en DeVito y su hija como actores –Lucy nunca había actuado en Broadway-. Y aunque no padecen los conflictos de sus personajes, sin sopresas el par lleva a escena su comodidad hogareña y la realidad del ciclo de la vida cuando los roles se invierten e hijos adultos terminan cuidando a sus padres.
“Tienen exactamente el tipo de química que uno esperaría que tuvieran un padre y una hija, y eso viene acompañado de alegría, amor y una historia de irritaciones”, comentó a The New York Times el director Moritz von Stuelpnagel. “Esa familiaridad genera una relación realmente profunda y dinámica”.
“Llegas a cierta edad -y estoy hablando de mí ahora- en la que eres un poco terco y estás estancado en tus costumbres. Estoy encontrando muchas similitudes entre Sam y yo”, declaró DeVito a Entertainment Weekly antes del estreno. Y agregó que le gustaría que la audiencia que vea la obra al salir la repase “en su mente y vea si hay algo que puedan encontrar que los lleve a un futuro mejor”.
DeVito también es un respetado productor de cine y televisión, tras fundar en 1991 Jersey Films con Michael Shamberg, compañía creadora de respetadas cintas como Pulp Fiction (1994), Get Shorty (1995), y Erin Brockovich (2000), por la que recibió una nominación al Premio Óscar.
Como dato curioso, su eterna compañera Rhea Perlman -de la que se separó, pero sin divorciarse- y madre de Lucy es parte del elenco del mega éxito fílmico Barbie (2023) y tiene oportunidad de ser nominada como actriz de reparto por ese proyecto en la venidera temporada de premios.
En paralelo, los DeVito están pautados en cartelera hasta el 30 de diciembre, con la mirada puesta en los premios Tony 2024.
Siguenos en
Telegram,
Instagram,
Facebook y
Twitter
para recibir en directo todas nuestras actualizaciones