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Margarita Rosa de Francisco: “Hay que envejecer con pasión, locura y ganas”

La artista, prestada ahora a la literatura, habla de su más reciente libro "Margarita va sola"

  • DULCE MARÍA RAMOS

14/05/2023 01:00 am

Margarita Rosa de Francisco no requiere de presentación, sus personajes dramáticos: Gaviota y La Caponera forman parte del imaginario colectivo latinoamericano, pero en los últimos años sus columnas se han convertido en la voz de muchas mujeres por tocar temas tabú: el cuerpo, la menopausia, la soledad, la vejez o el simple hecho de nacer mujer. Aunque toda su vida ha escrito, esa faceta ha predominado más en los últimos años; también ha dejado entrar la filosofía, carrera que está estudiando en la actualidad, dejando poco a poco la actuación en una industria donde los personajes para mujeres de su edad son menos y poco interesantes: “Yo nací con una actitud filosófica hacia la vida, siempre preguntándome el porqué de las cosas. Ya actuar no me llena”. De Francisco se ha ido despojando de la fama, de la belleza, muestra su vulnerabilidad y ahora busca un nuevo sentido a través del pensamiento y la desconstrucción de sí misma.

Hasta la fecha ha publicado dos libros El hombre del teléfono (2016) y Margarita va sola (2023), este último presentado en la pasada Feria Internacional del Libro de Bogotá FILBo. Se trata de un recorrido vital por el pensamiento y la mirada de la artista a través de columnas, ensayos y textos personales cuyo hilo conductor es el diario.

El Universal conversó con Margarita Rosa de Francisco en Bogotá. Ataviada de negro, su delgada figura y unos profundos ojos nos recibieron en las instalaciones de la Editorial Penguin Random House, allí dejando de lado esa imagen etérea de la protagonista de telenovelas, con su voz pausada y algo ronca reflexionó de temas que la inquietan y de su forma de vivir hoy filosóficamente.

-El público conoce diferentes Margaritas: la actriz, el icono de la cultura pop colombiana, la famosa Gaviota de la telenovela Café, con aroma de mujer, la escritora pero, ¿cuál es esa Margarita que no conocemos?
-Nosotros somos extraños hasta para nosotros mismos. También construimos nuestro yo de forma fragmentada. Por eso me gusta escribir y es la esencia de este libro. El ejercicio de la escritura me revela esas partes que yo no conozco de mí, un proceso que sucede con asombro y sorpresa.

-En una entrevista para la BBC habló de su relación con su cuerpo, asunto que refleja con mucha dureza en su libro. ¿Por qué ha sido tan cruel con usted?
-Sí, he sido cruel conmigo y la relación con mi cuerpo ha sido tóxica. Es algo que he desarmado en los últimos años porque mi vida ha estado orientada hacia el espectáculo, hacia afuera, donde el cuerpo era un elemento primordial de la venta; por eso en el libro hablo de mi proxeneta interno, ese que le saca provecho a este cuerpo, que lo explota al extremo, pero ya me cansé.

-En relación a esto, su público ha reaccionado, algunos de forma favorable y otros no tanto, ante la actitud con la que ha sumido la vejez.
-Siempre he sido una rebelde. No quiere decir que no me interese sentirme bonita, yo hago lo que puedo con lo que tengo, pero ya no le pongo tanta atención, es agotador. Ahora encuentro belleza en otras cosas, me parece interesante la vejez, no quiero perderme la experiencia, con las cosas que no me gustan y las que sí, no lo quiero negar.

-Hay una frase en su libro que resume lo que dice: “Vivir la vejez con pasión”.
-Exacto con pasión y no con dignidad. Me molesta cuando la gente se acomoda a ciertas frases. Hay que envejecer con pasión, locura y ganas.

-Sin embargo, para algunas mujeres envejecer es doloroso.
-Sí, y hay que aceptarlo. Para mí ha sido liberador y de alegría.

-Usted afirma en el libro que de joven, a pesar de la belleza y la fama, no era feliz.
-No, porque era ese deber ser para otros. Ya no soy la protagonista joven, hoy me siento en paz.

-Qué siente cuando retransmiten sus telenovelas y la conexión del público con ellas.
-No siento nostalgia ni de mi juventud ni de mis personajes. Siento agradecimiento porque todo eso me ha ayudado a construir esta persona que soy hoy.

-De alguna manera se está convirtiendo en un referente para muchas mujeres, ¿imagina su papel o legado dentro de unos años?
-Veo la vida de forma inmediata, en el presente. Yo me he sorprendido con lo que hecho, nunca me imaginé escribir libros, por ejemplo.

-En la FILBo, la escritora Chimamanda Ngozi Adichie dijo una frase que me recordó a usted. “Las mujeres deben ser dueñas de sí mismas sin pedir perdón”.
-Sí, desde chiquita he sido así. Sin pedir perdón y sin tenerle miedo a nadie, es tener mucho miedo y hacerlo. Empecé a escribir muy pronto, en ese espacio, esa relación con la palabra, con el decir, aprendí a conocer mi propia opinión y me llevé muchos problemas por opinar en el colegio, en la vida y con mis columnas.

-Y finalmente, ¿cómo es la ventana por donde mira Margarita Rosa de Francisco?
-Miro a través de la filosofía y del arte.
@DulceMRamosR




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