Desde niño, su padre notó que su pasión era la música. Es así que Orestes Gómez, baterista nacido en el estado Táchira, reconocido en Latinoamérica y radicado desde hace ochos años en México, está cumpliendo sus sueños y el de su progenitor. Empezó a escuchar los primeros sonidos en la ferretería de su papá, un melómano de los ritmos latinos y tradicionales venezolanos; siguió en el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, y descubrió la inspiración en el jazz y trabajando con sus colegas los beats del hip hop. Tenía clara su misión de vida: “Yo me visualicé tocando batería, haciendo mi propia música. Nunca me vi audicionando o tocando en una filarmónica famosa”. Es así que la música se convirtió en algo serio y en su objetivo: vivir de hacer lo que le gusta, contando con la fortuna de recibir el apoyo de su familia.
Entre gira y gira como baterista y su trabajo como productor en Universal Music realiza sus proyectos personales. Hasta la fecha tiene tres álbumes: Experiencia curiara (2017), Hora azul (2022) y su más reciente lanzamiento Ascendentes (2023), una producción discográfica conceptual e instrumental donde cada track representa a un signo del zodíaco. A la par ha realizado otros trabajos en colaboración con importantes exponentes del hip hop como McKlopedia, Run the Jewels, Akapellah y Apache; también con el colectivo La Costa y las bandas Rawayana, Los Mesoneros y Amigos Invisibles, entre otras. Aunque el jazz no sea tan popular en este lado del continente, Gómez quiere hacer llegar este género a los más jóvenes: “Hacer jazz en Latinoamérica es muy difícil. En Estados Unidos o Europa el género está compitiendo con artistas mainstream”.
Hace unas semanas Gómez regresó a Caracas con una agenda que contempló ser el baterista en la gira de Micro TDH, visitó Petare junto a La Negra Fabulosa y el próximo viernes 17 de marzo ofrecerá un concierto en el Centro Cultural BOD, una presentación íntima, con su batería y sintetizador, en la que mostrará una síntesis de su trabajo discográfico que fusiona el jazz, el hip hop y el folklore venezolano.
-Una vez leí que los recuerdos de la infancia son más cercanos si están acompañados de música.
-Siempre he vivido alrededor de la música. Desde muy pequeño estudié música clásica en la orquesta y música afrovenezolana con mi papá. Después todos los ritmos latinos: cumbia, salsa, merengue… Hasta que encontré el jazz, que es el género que me inspira junto al hip hop y los ritmos venezolanos.
-De hecho su primer álbum Experiencia curiara, es la culminación del proyecto de su padre.
-Él tenía esa idea. Había ido a los pueblos, conoció a los cultores, pero lamentablemente falleció. Yo quise hacerle un homenaje a mi papá con ese disco. Así que fui a las casas de los cultores a grabar, otros me los traje a un estudio en Caracas. Ese primer álbum es lo que quería hacer mi papa, pero yo le di mi sello personal también. Este trabajo fue un aporte para mi país, espero también sea un legado para las futuras generaciones para que conozcan nuestras raíces.
-¿Su padre era músico?
-Mi padre era autodidacta, de hecho diseñó un método de estudio. Él tocaba percusión en general, especialmente en ritmos latinos, y tambores tradicionales venezolanos. En el día trabajaba en la ferretería y en las tardes convertía la ferretería en una sala de ensayo, así que en ese lugar estaba escuchando música todo el tiempo. También tuvo una banda de rock. ¡Imagínate cómo fue crecer en ese ambiente, con tantos estímulos!
-De alguna manera su padre quería que continuara sus sueños.
-Él tenía una visión, me decía que tenía que ser el mejor de la ciudad, después el mejor de Caracas, del país y finalmente trascender fronteras.
-Usted formó parte del Sistema.
-Hace diez años que no tengo relación con el Sistema, tampoco sé cómo es su situación actual. Te voy a responder desde mi experiencia: a mí me funcionó mucho, me ayudaron con el tema de los instrumentos, los viajes, recibí clases con maestros internacionales, becas. Ahí aprendí a leer partituras, teoría musical que me han servido en mi carrera; otras cosas las he aprendido con la experiencia, tocando con mis colegas.
-Aparte de su rol como baterista, artista, ahora también ha incursionado como productor.
-Es una faceta que me encanta, es una forma de entender todo el arte de hacer música y hacerla llegar al público. Yo lo disfruto mucho, claro ahí trabajo con muchos géneros, quizás los más mainstream.
-Quiénes han influido en su formación musical, en especial el género que lo apasiona el jazz.
-De las leyendas, Miles Davis, que se inició haciendo jazz tradicional, pero se fue modernizando a través de las décadas hasta llegar hacer hip hop. Actualmente, me interesa mucho lo que está haciendo Kamasi Washington, es un artista increíble.
-En relación a los artistas venezolanos, ¿a quién considera que deberíamos revisitar su obra y que quizás estamos olvidando?
-Aldemaro Romero es uno de los más grandes, creó el género de la Onda Nueva. McKlopedia y yo le rendimos un homenaje en el álbum Dealers in Caracas.
-¿Con qué artistas le gustaría colaborar?
-Con Arca, es una diosa y la artista venezolana más importante en estos momentos. También con los argentinos Tomy Sainz & Pablo González.
-¿Una canción que le recuerde su infancia?
-Hay muchas, pero la primera canción que aprendí a tocar es España de Chick Corea.
-¿Un disco que le recuerde a Venezuela?
-Loé Loá y La Parranda El Clavo, de Betsayda Machado.
-¿Un disco que le recuerde a su padre?
-Son varios, pero Asalto navideño de Willie Colón y Héctor Lavoe. Era un disco que se escuchaba en la casa independientemente de la época del año.
-Y finalmente, ¿cómo es la ventana por donde mira Orestes Gómez?
-Desde la adaptación tanto en lo musical como en lo personal. Ser de mente abierta, visionario: ver hacia dónde irá la música. Que todos los discos que haga, hasta el día en que me muera, sean un reflejo de mi tiempo y mis influencias.
@DulceMRamosR
Entre gira y gira como baterista y su trabajo como productor en Universal Music realiza sus proyectos personales. Hasta la fecha tiene tres álbumes: Experiencia curiara (2017), Hora azul (2022) y su más reciente lanzamiento Ascendentes (2023), una producción discográfica conceptual e instrumental donde cada track representa a un signo del zodíaco. A la par ha realizado otros trabajos en colaboración con importantes exponentes del hip hop como McKlopedia, Run the Jewels, Akapellah y Apache; también con el colectivo La Costa y las bandas Rawayana, Los Mesoneros y Amigos Invisibles, entre otras. Aunque el jazz no sea tan popular en este lado del continente, Gómez quiere hacer llegar este género a los más jóvenes: “Hacer jazz en Latinoamérica es muy difícil. En Estados Unidos o Europa el género está compitiendo con artistas mainstream”.
Hace unas semanas Gómez regresó a Caracas con una agenda que contempló ser el baterista en la gira de Micro TDH, visitó Petare junto a La Negra Fabulosa y el próximo viernes 17 de marzo ofrecerá un concierto en el Centro Cultural BOD, una presentación íntima, con su batería y sintetizador, en la que mostrará una síntesis de su trabajo discográfico que fusiona el jazz, el hip hop y el folklore venezolano.
-Una vez leí que los recuerdos de la infancia son más cercanos si están acompañados de música.
-Siempre he vivido alrededor de la música. Desde muy pequeño estudié música clásica en la orquesta y música afrovenezolana con mi papá. Después todos los ritmos latinos: cumbia, salsa, merengue… Hasta que encontré el jazz, que es el género que me inspira junto al hip hop y los ritmos venezolanos.
-De hecho su primer álbum Experiencia curiara, es la culminación del proyecto de su padre.
-Él tenía esa idea. Había ido a los pueblos, conoció a los cultores, pero lamentablemente falleció. Yo quise hacerle un homenaje a mi papá con ese disco. Así que fui a las casas de los cultores a grabar, otros me los traje a un estudio en Caracas. Ese primer álbum es lo que quería hacer mi papa, pero yo le di mi sello personal también. Este trabajo fue un aporte para mi país, espero también sea un legado para las futuras generaciones para que conozcan nuestras raíces.
-¿Su padre era músico?
-Mi padre era autodidacta, de hecho diseñó un método de estudio. Él tocaba percusión en general, especialmente en ritmos latinos, y tambores tradicionales venezolanos. En el día trabajaba en la ferretería y en las tardes convertía la ferretería en una sala de ensayo, así que en ese lugar estaba escuchando música todo el tiempo. También tuvo una banda de rock. ¡Imagínate cómo fue crecer en ese ambiente, con tantos estímulos!
-De alguna manera su padre quería que continuara sus sueños.
-Él tenía una visión, me decía que tenía que ser el mejor de la ciudad, después el mejor de Caracas, del país y finalmente trascender fronteras.
-Usted formó parte del Sistema.
-Hace diez años que no tengo relación con el Sistema, tampoco sé cómo es su situación actual. Te voy a responder desde mi experiencia: a mí me funcionó mucho, me ayudaron con el tema de los instrumentos, los viajes, recibí clases con maestros internacionales, becas. Ahí aprendí a leer partituras, teoría musical que me han servido en mi carrera; otras cosas las he aprendido con la experiencia, tocando con mis colegas.
-Aparte de su rol como baterista, artista, ahora también ha incursionado como productor.
-Es una faceta que me encanta, es una forma de entender todo el arte de hacer música y hacerla llegar al público. Yo lo disfruto mucho, claro ahí trabajo con muchos géneros, quizás los más mainstream.
-Quiénes han influido en su formación musical, en especial el género que lo apasiona el jazz.
-De las leyendas, Miles Davis, que se inició haciendo jazz tradicional, pero se fue modernizando a través de las décadas hasta llegar hacer hip hop. Actualmente, me interesa mucho lo que está haciendo Kamasi Washington, es un artista increíble.
-En relación a los artistas venezolanos, ¿a quién considera que deberíamos revisitar su obra y que quizás estamos olvidando?
-Aldemaro Romero es uno de los más grandes, creó el género de la Onda Nueva. McKlopedia y yo le rendimos un homenaje en el álbum Dealers in Caracas.
-¿Con qué artistas le gustaría colaborar?
-Con Arca, es una diosa y la artista venezolana más importante en estos momentos. También con los argentinos Tomy Sainz & Pablo González.
-¿Una canción que le recuerde su infancia?
-Hay muchas, pero la primera canción que aprendí a tocar es España de Chick Corea.
-¿Un disco que le recuerde a Venezuela?
-Loé Loá y La Parranda El Clavo, de Betsayda Machado.
-¿Un disco que le recuerde a su padre?
-Son varios, pero Asalto navideño de Willie Colón y Héctor Lavoe. Era un disco que se escuchaba en la casa independientemente de la época del año.
-Y finalmente, ¿cómo es la ventana por donde mira Orestes Gómez?
-Desde la adaptación tanto en lo musical como en lo personal. Ser de mente abierta, visionario: ver hacia dónde irá la música. Que todos los discos que haga, hasta el día en que me muera, sean un reflejo de mi tiempo y mis influencias.
@DulceMRamosR
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