Karina: “A pesar de que lo he hecho todo, tengo metas pendientes”
La cantante venezolana, nacida por cuestiones del destino en Perú, lanzará en marzo el disco “11:11”, en el que explora nuevos géneros, como el merengue, mientras promociona la cumbia “Yo soy tu vicio”
Karina (Lima, 1968) tiene un pacto con Cronos, el dios del tiempo, según la mitología griega. Ver y hablar con la cantante que en 1985 robó el corazón de todo aquel que escuchó su interpretación de Sé cómo duele y una sucesiva lista de éxitos es sentir que los años no han pasado y que ella se mantiene flotando en una burbuja en la que los cabellos grises y arrugas no hacen mella en su anatomía.
Pero la intérprete venezolana, nacida por cuestiones del destino en la capital peruana, no deja todo al azar. Ella también se ayuda. Hace 10 meses se sometió a una manga para tomar control sobre su peso. Lo cierto es que la artista de prodigiosa voz, amén de que ganó la lotería genética, cortesía Mendel, hoy luce una figura que dista mucho de representar su edad real.
Apartando los temas estéticos, que no mortifican a Karina, se mantiene ocupada en lo que más le interesa: la música. Por estos días, está concentrada en la promoción de Yo soy tu vicio y 11:11, disco que lanzará en marzo, placa en la que se animará a explorar géneros lejos de la balada y del pop, que han caracterizado a su carrera a lo largo de cuatro décadas.
-¿Qué representa para usted Yo soy tu vicio?
-Yo soy tu vicio es una canción diferente musicalmente hablando porque suena distinto a lo que tengo acostumbrado a mi público. Sin embargo, es un experimento bonito, una cumbia con un swing muy mexicano. Creo que para no hacer un reguetón, hice otra cosa (risas).
-El video del tema es protagonizado por Jesús de Alva y dirigido por Wil Romero.
-Quienes marcaron todo el look en el video. Jesús (de Alva) tiene una actitud y yo también, reflejando esa cosa sabrosona que tenemos las mujeres ya entraditas en años, que sabemos lo que queremos, para dónde vamos y cómo lo queremos.
-En marzo tiene previsto el lanzamiento de su disco 11:11, ¿Por qué lo llamó así? ¿Qué significa para usted?
-Siempre he pensado que en mi vida llego antes a todo o un poco después, pero nunca a tiempo. Y, hoy por hoy, siento que estoy en sincronía. Actualmente, todo el mundo ve el teléfono y ve “11:11” y dice: “Voy a pedir un deseo”. Es un número que se ha vuelto mágico y que representa la apertura a portales energéticos, de buena vibra, de un nivel superior creo yo, de consciencia, y eso es lo que siento en mi vida. Siento que estoy en un nivel superior.
-Yo soy tu vicio es una cumbia, pero en este disco también explora merengues, ¿Qué la impulsa a hacerlo en estos momentos de su carrera?
-Porque están pasando muchas cosas y hay muchos permisos para todos los que hacemos música tradicional como la balada y yo soy absolutamente pop. No voy a abandonar el pop. Quiero dejar claro que todo lo que hago se parece a mí, o sea, no es que estoy haciendo algo que no sienta. La cumbia, por ejemplo, la estuve cantando muchos años en un concepto mexicano que hacía que se llamaba Grandiosas, la canté y me quedó el saborcito y me gustó. ¿Sabes? Estoy en edad de hacer lo que quiera y ¿Por qué no? Si ahora no es el momento, ¿Cuándo? Siempre evitando las cosas que no se parezcan a mí o que no sienta. El merengue también es una cosa muy de los venezolanos. No hay una fiesta sin que uno no baile un merenguito, entonces, hay cosas que nunca había hecho que me gustan y a las que le pongo también mi identidad y viene, por supuesto, con sus baladas. En este disco no faltarán las baladas.
-Estuvo como animadora invitada en La mesa caliente, y ha tenido otras participaciones especiales en programas de Telemundo, ¿Cómo vivió esas experiencias?
-Distintas. Este año me está tocando hacer todo diferente. Es un reto siempre, en cualquier etapa de la vida, hacer algo que te saque de tu zona de confort, ése es el momento en el que uno crece. Crecemos cuando nos salimos de la manera cómo hacemos las cosas. La mesa caliente se ve en todo Estados Unidos en una cadena maravillosa, con unas compañeras increíbles, y yo dije: “O lo hago bien o lo hago bien”. Me dio visibilidad también. Siempre siento que estoy empezando y eso me da ilusión y una energía distinta. A pesar de que lo he hecho casi todo, tengo metas por cumplir. Y ese espíritu de que soy nueva en muchas cosas me gusta, me renueva.

-Después de una cirugía bariátrica, ¿Cómo se siente en su piel? ¿La ha beneficiado en su carrera?
-Bueno, eso ya está por verse, no lo sé. Mi carrera ha estado más definida por lo que canto que por cómo me veo. Nunca vendí una imagen, pero eso pesa, el peso, pesa. No solamente en físico sino que te va pesando también en salud. Yo tenía ya problemitas de salud. El año pasado, viví una etapa de mi vida muy oscura y larga y siento que eso también se reflejó en mí físicamente y creo que con la operación, le di el final a todo ese momento triste y paso a esta nueva etapa. No quiere decir que yo soy otra. Nos operan el cuerpo, pero no la mente. Todavía tengo muchos vicios, justamente hablando de la canción, que no he logrado conquistar, pero lo haré, poco a poco y sí me siento mejor, pero tampoco me siento una miss porque nunca lo fui. Soy la misma persona, pero solamente con menos peso. Eso es todo.
-¿Cuáles son las más grandes aspiraciones de Karina para 2023?
-Mis aspiraciones son seguir, continuar, trabajar más en Venezuela porque me encanta trabajar con mi gente. Estoy trabajando con diferentes equipos nuevos. Eso me da energía y nuevos aires que necesitaba. Eso me gustaría y sé que así será y, por supuesto, estar en la palestra internacional siempre con mi bandera, con mi identidad como venezolana. Eso para mí siempre ha sido importante. Eso no cambia. Y eso, volver. Y por supuesto, con Yo soy tu vicio le doy inicio a este año.
Pero la intérprete venezolana, nacida por cuestiones del destino en la capital peruana, no deja todo al azar. Ella también se ayuda. Hace 10 meses se sometió a una manga para tomar control sobre su peso. Lo cierto es que la artista de prodigiosa voz, amén de que ganó la lotería genética, cortesía Mendel, hoy luce una figura que dista mucho de representar su edad real.
Apartando los temas estéticos, que no mortifican a Karina, se mantiene ocupada en lo que más le interesa: la música. Por estos días, está concentrada en la promoción de Yo soy tu vicio y 11:11, disco que lanzará en marzo, placa en la que se animará a explorar géneros lejos de la balada y del pop, que han caracterizado a su carrera a lo largo de cuatro décadas.
-¿Qué representa para usted Yo soy tu vicio?
-Yo soy tu vicio es una canción diferente musicalmente hablando porque suena distinto a lo que tengo acostumbrado a mi público. Sin embargo, es un experimento bonito, una cumbia con un swing muy mexicano. Creo que para no hacer un reguetón, hice otra cosa (risas).
-El video del tema es protagonizado por Jesús de Alva y dirigido por Wil Romero.
-Quienes marcaron todo el look en el video. Jesús (de Alva) tiene una actitud y yo también, reflejando esa cosa sabrosona que tenemos las mujeres ya entraditas en años, que sabemos lo que queremos, para dónde vamos y cómo lo queremos.
-En marzo tiene previsto el lanzamiento de su disco 11:11, ¿Por qué lo llamó así? ¿Qué significa para usted?
-Siempre he pensado que en mi vida llego antes a todo o un poco después, pero nunca a tiempo. Y, hoy por hoy, siento que estoy en sincronía. Actualmente, todo el mundo ve el teléfono y ve “11:11” y dice: “Voy a pedir un deseo”. Es un número que se ha vuelto mágico y que representa la apertura a portales energéticos, de buena vibra, de un nivel superior creo yo, de consciencia, y eso es lo que siento en mi vida. Siento que estoy en un nivel superior.
-Yo soy tu vicio es una cumbia, pero en este disco también explora merengues, ¿Qué la impulsa a hacerlo en estos momentos de su carrera?
-Porque están pasando muchas cosas y hay muchos permisos para todos los que hacemos música tradicional como la balada y yo soy absolutamente pop. No voy a abandonar el pop. Quiero dejar claro que todo lo que hago se parece a mí, o sea, no es que estoy haciendo algo que no sienta. La cumbia, por ejemplo, la estuve cantando muchos años en un concepto mexicano que hacía que se llamaba Grandiosas, la canté y me quedó el saborcito y me gustó. ¿Sabes? Estoy en edad de hacer lo que quiera y ¿Por qué no? Si ahora no es el momento, ¿Cuándo? Siempre evitando las cosas que no se parezcan a mí o que no sienta. El merengue también es una cosa muy de los venezolanos. No hay una fiesta sin que uno no baile un merenguito, entonces, hay cosas que nunca había hecho que me gustan y a las que le pongo también mi identidad y viene, por supuesto, con sus baladas. En este disco no faltarán las baladas.
-Estuvo como animadora invitada en La mesa caliente, y ha tenido otras participaciones especiales en programas de Telemundo, ¿Cómo vivió esas experiencias?
-Distintas. Este año me está tocando hacer todo diferente. Es un reto siempre, en cualquier etapa de la vida, hacer algo que te saque de tu zona de confort, ése es el momento en el que uno crece. Crecemos cuando nos salimos de la manera cómo hacemos las cosas. La mesa caliente se ve en todo Estados Unidos en una cadena maravillosa, con unas compañeras increíbles, y yo dije: “O lo hago bien o lo hago bien”. Me dio visibilidad también. Siempre siento que estoy empezando y eso me da ilusión y una energía distinta. A pesar de que lo he hecho casi todo, tengo metas por cumplir. Y ese espíritu de que soy nueva en muchas cosas me gusta, me renueva.

-Después de una cirugía bariátrica, ¿Cómo se siente en su piel? ¿La ha beneficiado en su carrera?
-Bueno, eso ya está por verse, no lo sé. Mi carrera ha estado más definida por lo que canto que por cómo me veo. Nunca vendí una imagen, pero eso pesa, el peso, pesa. No solamente en físico sino que te va pesando también en salud. Yo tenía ya problemitas de salud. El año pasado, viví una etapa de mi vida muy oscura y larga y siento que eso también se reflejó en mí físicamente y creo que con la operación, le di el final a todo ese momento triste y paso a esta nueva etapa. No quiere decir que yo soy otra. Nos operan el cuerpo, pero no la mente. Todavía tengo muchos vicios, justamente hablando de la canción, que no he logrado conquistar, pero lo haré, poco a poco y sí me siento mejor, pero tampoco me siento una miss porque nunca lo fui. Soy la misma persona, pero solamente con menos peso. Eso es todo.
-¿Cuáles son las más grandes aspiraciones de Karina para 2023?
-Mis aspiraciones son seguir, continuar, trabajar más en Venezuela porque me encanta trabajar con mi gente. Estoy trabajando con diferentes equipos nuevos. Eso me da energía y nuevos aires que necesitaba. Eso me gustaría y sé que así será y, por supuesto, estar en la palestra internacional siempre con mi bandera, con mi identidad como venezolana. Eso para mí siempre ha sido importante. Eso no cambia. Y eso, volver. Y por supuesto, con Yo soy tu vicio le doy inicio a este año.
@yolimer
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